lunes, 16 de diciembre de 2019


La brecha

Existe una brecha entre nosotros y cada uno de los demás seres humanos. Esa brecha es el espacio que percibimos entre nosotros, una brecha que nos parece real debido a nuestro cuerpo  físico. En esa brecha entre nosotros y el resto de los seres humanos es donde se manifiesta el mundo. Lo que llamamos nuestro mundo es esa brecha.
Pág. 335 del “Proceso de la Presencia” de Machael Brown.


Ya mediado el libro citado y al que le he dedicado otras entradas, estoy en la sesión décima del Proceso; pero el libro no acaba aquí. Ahora sólo quiero hacer unas reflexiones demasiado superficiales para lo que todo esto significa. Enrique Martínez  Lozano, habla mucho también de esto; pero de un punto de vista más teórico. Hay muchos autores, entre los que se encuentra la filósofa Mónica Cavallé, de la que tengo un grueso libro titulado “La sabiduría de la no-dualidad”, demasiado volumen, para mí caos y falta de tiempo. Es posible que no lo lea. En cualquier caso, hoy parece que está de moda, hablar de la no-dualidad. Otra cosa es llevar esto a la práctica. Ya en mis años de catequesis infantil, por cierto, abro paréntesis.- el contenido teológico que se nos daba era alto. Hace unos años, todo eso se sustituyó por “colorear fichas”; - cierro  paréntesis.
Como decía en aquellas catequesis se nos hablaba del “Cuerpo místico de Cristo”. Si todos somos uno en Cristo, no hay dualidad, no hay brecha, no hay separación, mi Presencia es Cristo, que es la Presencia tuya y la de todos. El mundo está unificado en el Amor de Cristo; pero todo se ha trastocado. Los místicos han sido marginados y han venido los “ministros” a dividirnos. Cada uno con su tema y los demás que se j…fastidien.
Pone un ejemplo Michael Brown en el apartado al que corresponde la cita inicial, que es bastante ilustrativo: Si vas al supermercado y pasas por la caja, sólo fijándote en tu compra, que no haya error en tu cuenta, ignorando a la cajera, estás abriendo “la brecha”; pero si te olvidas de tu compra y sonríes a la cajera, la animas, en el momento del estrés de la cola que hay y al final te despides, con un “que tengas buena jornada”, estás cerrando “la brecha”, ya que la brecha, como ya he apuntado es pensar que mi presencia es distinta que la del otro, cuando en realidad, la Presencia con mayúsculas es la misma para todos y al decir todos, estoy diciendo también todas.
Hace unos días tuve la suerte de asistir a una conferencia de Margarita Saldaña Mostajo, de la que nunca había oído hablar, una laica comprometida, que debe tener votos a la vida religiosa, y según comentó debe trabajar en un hospital de cuidados paliativos. Contó una anécdota que me impactó. En Francia, donde trabaja, debe estar prohibido en los hospitales llevar símbolos  religiosos, cruces, etc… y una enfermera con la que trabajaba le soltó a bocajarro: ¡Oye tú crees en algo! ¿no? Y ella le contestó, en pleno trabajo, porque no había tiempo para distraerse: ¡Si, en Jesús de Nazaret y en el amor que nos transmite!
Estoy leyendo un libro, suyo, que adquirí allí mismo titulado “Tierra de Dios”, en el que nos invita a imitar en nuestra vida cotidiana, el ejemplo de Jesús en los treinta años de su vida “oculta”, que no haría milagros, ni soltaría sermones;  pero que cerraría realmente “la  brecha”
Aquí podéis ver una  entrevista suya.

jueves, 5 de diciembre de 2019


En el desierto

En el desierto no estarás perdido
Si encuentras fe para creer en el oasis
Pág. 106 de “Las 7 columnas del alma” de Phil Bosmans



Y en la página siguiente del citado libro leemos: “En nuestra artificiosa sociedad se ha cometido un error. Se ha olvidado algo fundamental, imposible de sustituir por nada más. Se dictaron leyes sociales, se establecieron instituciones sociales y servicios de relaciones públicas, pero se olvidó que todo eso carece de sentido si en cada relación humana, tras las ventanillas y a través de los dossiers de papel, no resulta visible ni perceptible un corazón humano. Se olvidó tener en cuenta la mayor fuerza socializadora y comunitaria que Jesús trajo al mundo cuando dijo “Amaos los unos a los otros”.
Occidente no anda falto de conocimientos de técnicas, de habilidades, sino básicamente falto de amor.”
Curiosamente, es lo que proponía hace dos días en este mismo blog, en la entrada titulada “Amor incondicional”, en la que la sesión 8ª del Proceso de la Presencia,  así lo proponía.
Pero es muy bonito, escrito, meditado y compartido. Hermosa utopía; pero la realidad por desgracia es otra. Yo mismo, después de haberme entrenado en los ejercicios de esa sesión, a la menor, que se me lleve la contraria, posiblemente “vuelva a las andadas”. Somos complicados y no hace falta que lo diga Eduardo Punset, en el libro “El alma está en el cerebro”. Incluso, atacamos los “cristianos” a los no cristianos y estos, sin piedad nos atacan ¿Dónde está la mesura?, ¿Dónde está el Amor? Así le va a la sociedad.
Más no desesperemos. Estamos en Adviento y el profeta Isaías, nos recuerda constantemente: Las espadas  se convertirán en arados y los carros de combate en tractores. Esto se dijo hace 2500 años, cuando no había tractores; pero dicho está y se cumplirá. No desesperemos. Para encontrar el oasis, sólo la fe nos alumbra, como dice San Juan de la Cruz.

miércoles, 4 de diciembre de 2019


Liberarse

Liberarse consiste en depositar en Sus Manos todo lo que está consumado, todo lo que es impotencia y limitación: la ley de precariedad, la ley de la transitoriedad, la ley de la insignificancia humana, la ley del fracaso, la ley de la enfermedad, la ley de la ancianidad, la ley de la soledad, la ley de la muerte.
Consiste en suma, en aceptar el misterio universal de la vida.
Y nuestra morada se llamará paz.
Pág. 242 de un libro desconocido


En esa misma página aparece la siguiente cita de Lanza del Vasto: “Caía la noche. El sendero se internaba en el bosque más negro que la noche. Yo estaba solo, desarmado. Tenía miedo de avanzar, miedo de retroceder, miedo del ruido de mis pasos, miedo de dormirme en esa doble noche.
Oí crujidos en el bosque y tuve miedo. Vi brillar entre los troncos ojos de animales y tuve miedo. Después no vi nada y tuve miedo, más miedo que nunca.
Por fin salió de la sombra una sombra que me cerró el paso.
- ¡Vamos ! ¡Pronto ! ¡La bolsa o la vida!
Y me sentí casi consolado por esa voz humana, porque al principio había creído encontrar a un fantasma o a un demonio.
Me dijo: - Si te defiendes para salvar tu vida, primero te quitaré la vida y después la bolsa. Pero si me das tu bolsa solamente para salvar la vida, primero te quitaré la bolsa y después la vida -.
Mi corazón se enloqueció, mi corazón se rebeló.
Perdido por perdido, mi corazón se dio la vuelta.
Caí de rodillas y exclamé: -Señor, toma todo lo que tengo y todo lo que soy-.
De pronto me abandonó el miedo y levanté los ojos.
Ante mí todo era luz. En ella el bosque reverdecía
”.
Buena reflexión la de esta página, que he encontrado en una fotocopia, entre un montón de papeles para reciclar. Poco puedo añadir, más que nuestra vida no discurre así, ya que estamos llenos de remordimientos por cosas que ya no tienen remedio, de impotencia ante lo que no podemos hacer, de nostalgia por lo que ya ha pasado, por lo poco que pintamos en el mundo, porque podíamos haber hecho las cosas de otra manera, porque se nos ha detectado una terrible enfermedad, porque ya tenemos muchos años, porque nadie nos llama y porque la vida se acaba. De todo esto nos tenemos que liberar. ¿Cómo? La solución la da la propia cita inicial: depositar en Sus Manos; pero ¿de quién?. Creo que está claro: Del Padre Eterno, que habita en nosotros, pues San Pablo lo dice: “Somos templos vivos del Espíritu Santo”. En Él está la luz, la que vio el caminante, cuando todo lo veía perdido, en el relato de Laza del Vasto.
 Poco más tengo que añadir. Si alguien identifica de qué libro se trata, por favor comuníquemelo. Si lo encuentro yo, os lo comunico.

martes, 3 de diciembre de 2019


Amor incondicional

Ama a tu prójimo, como a ti mismo
Máxima evangélica


El día 22 de septiembre de este año, escribía yo en este mismo blog, el primero de cuatro artículos, en donde hablaba del libro “El proceso de la Presencia”. Si quieres verlo puedes encontrarlo aquí, en este enlace.
Ahora estoy escribiendo inspirándome en “la sesión octava” de este Proceso, que no es fácil. Yo mismo me sorprendo el haber llegado hasta aquí, desde el mes de agosto pasado, que comencé con decisión a hacerlo, en un segundo intento. El primero fue hace más de seis años y desistí. Espero terminarlo, pues me queda más de medio libro.
Pero mi intención es comentar la importancia de este apartado, que intentaré resumirlo con mis propias palabras. En efecto, la mayoría de nosotros tenemos un “yo infantil”, herido, lastimado que ha sido reemplazado por un “yo adulto”, que no es auténtico, que ve “normalidad”, donde no hay más que falsedad, hipocresía, etc… y para camuflar, silenciar o acallar al “yo infantil” se refugia en el “control” y la “sedación”, de ahí, toda la cadena de adiciones, manipulaciones, engaños, etc… en la que vivimos sumergidos, echando pestes del mundo, de la educación recibida, de la historia y achacándole a nuestros padres, los “traumas” que nos crearon en nuestra temprana infancia; pero yo pienso en los míos, por ejemplo, pobrecitos, ¡bastante tuvieron en sobrevivir en aquellos duros años de la primera posguerra, como para pensar en no traumatizar a sus hijos!. Michael Brown, ha dado en el clavo en esta sesión y para que veáis, que es puro evangelio lo que propone, os invito a léela. Al final tenéis el enlace; pero os advierto que para llegar a este punto, hay que leer y practicar unas 300 páginas y que quedan todavía muchas más. Yo simplemente doy gracias a Dios, por haberme topado con este libro en un momento, si no crítico, un poco especial de mi vida. Podéis leer aquí dicho apartado.

viernes, 29 de noviembre de 2019


Antídoto contra
 los ladrones de energía

“Concédame Dios, hablar según Él quiere
y concebir pensamientos dignos de sus dones,
porque Él es el que guía a la Sabiduría
 y quien dirige a los sabios”
Del libro de la Sabiduría.


Hace unos días, escribía yo sobre una agenda, que había encontrado y que intenté destruirla. Posiblemente el Espíritu Santo, me impidió hacerlo. Pensaba ir desgranando lo allí escrito poco a poco en este sencillo blog; pero ahora pienso que no, ese no es el camino. La cita inicial, está escrita en esa agenda el 25 de septiembre de 2007, con el curso recién estrenado y  un mes justo después, a raíz de un incidente en una clase, tengo escrito: “Ali-Babá y los 40 ladrones: En el cuento, intrasipticamente, los ladrones simbolizan aquellos que nos están robando energía y que no somos capaces de hacerles frente. Nos tenemos que proteger en un árbol, para que los ladrones no nos vean y desde allí, verlos a ellos. Enterarnos de la palabra mágica “ábrete-sésamo”, para poder entrar en la cueva y recuperar los tesoros que nos han arrebatados” y abro paréntesis: esta cita está inspirada en un librito de la analista junguiana Varena Kast, que creía perdido y acabo de encontrarlo justo, donde pensaba que estaba. Se titula precisamente así Alí Babá y los cuarenta ladrones, (Ed Desclée de Brouwer, colección Serendipity) y completo el párrafo de la agenda “¿Pueden ser los “ladrones” los alumnos de 1ºC? Tal vez”… y ahora contesto, pudieron ser entonces, y ahora pueden ser tu amigo, tu hermano, tu cuñada, el vecino del 5º, los medios de “manipulación”, la publicidad… Hay mucho “ladrón” de energía suelto. Es un tema interesante y complejo, que sobrepase posiblemente el alcance de este sencillo blog; pero ha sido el detonante de esta entrada y me explico:
Ayer fue una tarde tediosa de otoño, con el tiempo gris, de noche a las siete de la tarde y ya cansado de estar en casa, se me ocurre mirar el “wasap” en el móvil y alguien me avisa que a las 20.30 h. en los carmelitas había la presentación de un libro. Ni siquiera me molesté en mirar el título, ni el autor y para allá me fui. Mi sorpresa, nada más llegar, fue encontrarme con una alumna, a la que yo le di clase hace casi cuarenta años, ¡sí, casi cuarenta años! No exagero.  No la conocía, naturalmente; pero me saludó con alegría. Y la segunda que el autor y presentador del libro era el P. Carmelita Eusebio Gómez Navarro. Bien empezamos dije yo y mejor cuando comienza la presentación con la canción “tres cosas hay en la vida, fe, esperanza y amor…”, la letra modificada de una conocida canción, puesto que el título del libro es precisamente “La luz de la ESPERANZA”.
Tal vez no tengamos a mano un árbol, para protegernos de los “ladrones”; pero si tenemos fe y esperanza en encontrarlo y con amor, incluso hacia los propios “ladrones”, seguro que aparecerá la guarida y podremos entrar en la cueva y recuperar el tesoro que nos ha sido arrebatado.
Por mi parte, el sencillo gesto, de salir ayer, superando el tedio otoñal, ha sido un ponerme a caminar, por el desierto, en que a veces se convierte la vida, sin árboles ni sombra para guarecerse del sol ni de los “ladrones”, caminar con la esperanza de que no estoy sólo, que Él me acompaña y que guía mi camino.

sábado, 16 de noviembre de 2019


Fe de erratas
LOS PATRONOS DE SALAMANCA
Se ruega, leer la anterior entrada, antes de leer esta

Bien está recordarlos hoy 13 de diciembre, sean los que sean los avatares de su vida en la África arriana de Genserico y sus peripecias en España después de su martirio. Y deber nuestro es retener lo principal de su vida y de su memoria, es decir, su fidelidad en la fe en aquellos tiempos duros para la confesión católica y oscuros para la vida de muchos cristianos de la España de entonces.
Isidro Barcala, se ha dado cuenta. Debe ser 13 de Noviembre


Isidro Barcala, desde Jerez de la Frontera, tan perspicaz él, me manda estos graciosos ripios, a los 7 patronos, 7 de Salamanca:

Muchos patronos  parecen. / Los que tiene Salamanca.
Pues entonces se merece
Que no la dejemos manca.

Estribillo: Salamanca. Salamanca / La de los siete patronos.
Académica palanca.
De emigrantes y abandonos.

¿Ya sólo se oirá  el tun-tún / Del tamboril y la gaita
Siendo San Juan de Sahagún?
Siete son .Hagamos pauta.
Arcadio. Probo. Pascual / Con Eutequiano y Pablito.
¡Vaya equipo colosal!
¡Salamanca al mundialito!

Pero, Pedro, estoy contento / De esta historia que me encanta
Aunque parezca un gran cuento
Y un despiste que me espanta.
Hoy nos dice Don Fructuoso /¡Compruébalo en su escrito!
Si no ha acabado noviembre
Que es ya ¿quince de diciembre?

¿Un despiste?- te repito / No caben aquí mojigangas
Obra de un gran estudioso
Que hace un excelente escrito
¿Se las saca de las Mangas?
No creo, sería inaudito.
O es que hay un ratoncito / Que sale de las imprentas
Y entorpece un  buen escrito.

¡Fuera!  Román de la Higuera / Que donde quiera que pisa
De patronos echa cuenta.
Y. ¿A quién no le da la risa?
¡¡Que le canten las cuarenta!!

¡Ojo, con esos que cuentan! / Ser doctos en Salamanca
Seguro que se lo inventan
No llegaron ni a Tudanca.

Post data: Si este mensaje se perdiera / como puede suceder / Lo he mandado por otro lado / Espero lo puedas ver.
También lo dicho, está hecho: / En "La Alberca en sus tradiciones" / Cuento cosas de provecho.
¿Qué por qué lo hago en poesía? / Por "mo" de la mente mía / de la prosa no se fía.
Le dije a mi mujer: "¿Ha venido el cartero? Y me contesta si es mujer ¿Cómo va a venir?
Repito: "¿Ha venido la cartero?"  Contestación: en concordancia gramatical de género, un cero.
Repito: "¿Ha venido la cartera?” Pensaba que me la habían robado.
Renuncio a escribir en prosa - Mejor lo haré en poesía: "Mal rayo y truenos, le parta / a quien me trae el correo./

Llega tarde, no le veo/ Y trae abiertas las cartas". 

Isidro Barcala del Castillo



jueves, 14 de noviembre de 2019


13 noviembre: Cinco Patronos de Salamanca por confusión
Son cuatro españoles y a la vez norteafricanos del siglo IV, Arcadio y sus compañeros Probo, Pascual, Eutiquiano y el adolescente Pablito; fueron asesinados en la África visigoda en el siglo V durante el reinado de Genserico por negarse a convertirse al arrianismo; Arcadio era consejero del rey y resistió muchas presiones reales para dejar el cristianismo.
Así comienza un interesante artículo de Fructuoso Mangas Ramos.

Fotografía tomada de Internet
A mí particularmente, me ha sorprendido. Después de muchos años, viviendo en la ciudad del Tormes, ahora me entero, que junto a San Juan de Sahagún y Santa María de la Vega, tenemos otros cinco patronos más, cinco + 2, Siete, número redondo. ¡Estamos de enhorabuena! Podemos casi hacer una letanía a los patronos y a la Patrona de nuestra ciudad


sábado, 2 de noviembre de 2019


¿Esta agenda debe ser destruida?

Domingo 23 de Septiembre de 2008
Esta agenda promete ser la de “los buenos deseos” del “nuevo curso”; pero debe ser algo más, debe ser el “puente”, donde se junte el inconsciente con el consciente, el “cielo con la tierra”, con lo que hay que hacer, con la forma [mejor] de hacerlo, intuitivamente, movido por el Espíritu Santo, a cuyas órdenes 
pretendo moverme desde ahora mismo.
“Ven Espíritu Divino, manda tu luz sobre mi oscuridad”
Esto es lo que escribí, aquel domingo, antes de comenzar el curso 2007/08



Esta es la agenda en la que encontré el correo, que publiqué en la entrada anterior, y que si no hubiera encontrado ese correo, posiblemente ya la habría destruido.
Mi idea es entresacar algo interesante, sobre mis vivencias como profesor, aquel último curso de mi carrera docente, del que tengo buen recuerdo. No fue un curso especialmente conflictivo y creo que aprendí. Siempre estamos aprendiendo, la ascensión no termina, hasta el infinito y más allá. No sé quién lo dijo; pero está muy bien dicho.
Hace bastantes años que leo a C. G. Jung, y por ello veréis, si sigo con este proyecto, alguna nota “junguiana”, cuando señale alguna experiencia vivida y anotada en la agenda. Últimamente, con esto del “Minfulness”  (horrorosa palabra) y la meditación ya no leo tanto a este genial autor; pero quiero ser breve y no enrollarme, sólo pretendo presentar este proyecto que iré desarrollando en próximas entradas, sin ninguna finalidad concreta. Después de casi 12 años, de haber escrito esto, no sé si le servirá a los docentes actuales estos apuntes. Poco importa. Para mí si acaso, sacar a la luz esas vivencias casi olvidadas y nada más y para quien lo lea, si le sirve bendito sea Dios y nada más.
Y continuando la cita inicial, transcribo lo escrito en la primera página de la agenda, aquel 23 de septiembre: “Recuerdo aquellos malos momentos de 1ºC de hace más de dos años como no fui capaz de asumir aquella situación conflictiva y que aquello contribuyó a tal degeneración, que me vi reflejado en el comportamiento de los muchachos. Algo se manifestó, no sé si la sombra o qué; pero algo bueno emergió de aquella situación traumática.
Mañana toca clase con 1ºC, 1ºA, 3ºC…” Y a partir de aquí, los apuntes de la agenda, en los días sucesivos, son “técnicos”, en donde apunto ejercicios, para desarrollarlos en las clases, que no tienen interés, para la mayoría de los que lean este blog, hasta algún día en que haya un apunte interesante, será entonces, cuando lo reflejaré aquí. De momento por hoy basta.
Y disfrutemos, que falta nos hace.

lunes, 28 de octubre de 2019


Enderezar el rumbo
Hola Pedro:
Me alegro que te haya servido el artículo.
Hace unos años coincidí en un instituto del sur de Madrid, con un profesor a punto de jubilarse, y –como en esta profesión nos pasamos más tiempo aprendiendo que enseñando- me enseñó cómo llegar a esos maravillosos 60 años con ilusión. Tanta ilusión que se apuntó al viaje que organicé con los chicos de segundo de ESO a un albergue durante tres días. Tú, con ese “enderezar el rumbo” a falta de un trimestre y tu visión sobrenatural también me has enseñado mucho.
Muchas gracias y ¡felices pascuas!
Alfredo


No sé si os habéis dado cuenta, que la nota inicial, que pongo en cursiva es un correo electrónico. En efecto, lo recibí el 3 de abril de 2008, a menos de tres meses de completar mi vida laboral, enviado por un profesor llamado Alfredo, que escribía en un “blog”, titulado “profe de Natu”, al que le escribí y me contestó con el correo citado. No lo conocí entonces, ni se nada de él ahora; pero deduzco, que ha sido un buen profesor, y si sigue en activo, sigue siéndolo. Dios lo bendiga
Hay una frase del evangelio, que siempre me ha llamado la atención y es: “Cuando pongas la mano en el arado, no eches la vista atrás”. Que yo no cumplo. Pues me cuesta mucho dejar de mirar para atrás, no hago más que encontrar papeles antiguos, apuntes, agendas, libretas,… y a veces pienso saltar todo este lastre; pero no puedo… Esta mañana encontré una agenda, en la que tengo apuntadas cosas y me disponía a tirarla al contenedor de papel; pero me he encontrado con ese correo y me ha hecho reflexionar.
No sé cuál fue el correo que yo le envié, para contestarme así; pero con ese título, parece como si fuera, la ascensión de un cohete, que se ha desviado de su trayectoria. Es decir, como una “ascensión”, que ha dejado de serlo, para ir por “otro camino a otro sitio distinto”.
Después de más de once años, desde que recibí ese correo, han pasado cosas, más buenas que malas, lo que quiere decir que no me he desviado demasiado del rumbo marcado, sin embargo, no podemos  sentirnos satisfechos nunca. “Yo soy el camino, la Verdad y la Vida”, dice Jesús, “Nadie va al Padre sino es por mí” y ahí está la corrección del rumbo.
Cómo habréis visto, si leéis este sencillo "blog", en anteriores entradas, se insistía en responder a las preguntas, “quien soy y a adonde me dirijo”, para lo cual “marcaba el rumbo”, con los libros que he citado en anteriores entradas. Bien está y en eso sigo, sobre todo con el “Proceso de la Presencia”, haciendo quince minutos de meditación por la mañana y otros tantos por la noche; pero puede ocurrir, que eso mismo me desvíe del “Camino, la Verdad y la Vida”. Es necesario vigilar y tener aceite en la lámpara y confiar en el Espíritu, que nos dice si seguimos ese camino o hacemos como Jonás, del que hace poco me he ocupado. Y curiosamente, en un libro, bastante raro, que tiene algún párrafo interesante; pero que no acabo de entender bien, titulado “La desaparición del Universo”, leo en la página 161, “…tu mente debe estar entrenada para ser dominada por los pensamientos del Espíritu Santo en lugar de los de tu ego.” Y eso es corregir el rumbo. Creo que no debo seguir escribiendo; pues lo estropearía, si sigo. Así es que aquí lo dejo.

viernes, 11 de octubre de 2019


La verdadera motivación de Jonás

Jonás, desde sus sentimientos, desearía el castigo y ajustar cuentas con los que tanto mal han infringido a su pueblo; por eso en vez de abrirse a la comprensión de los sentimientos de Dios se irrita…
Cristóbal Sevilla en “La misericordia de Dios en tiempos de crisis”
 Pág. 52 (Ed. Verbo Divino)


Merece la pena copiar el párrafo entero, continuación de la cita inicial:”… hasta desearse la muerte por un simple arbusto que se seca (4,8)…. La ironía del contraste entre lo que es grande y pequeño nos ayuda a entender lo que Dios quiere que comprendamos: la pequeñez de nuestros sentimientos es enemiga de la grandeza de su misericordia, que abarca todo lo creado… Dios trata de hacerle ver a Jonás que tal vez no ha entendido bien que tal vez su misericordia abarca  a todos:
“Tú te compadeces del ricino, que ni cuidaste
ni ayudaste a crecer, que en una noche surgió
y en otra despareció. ¿Y no me he de compadecer
Yo de Nínive, la gran ciudad. Donde hay más de
ciento veinte mil personas, que no distinguen
la derecha de la izquierda, y muchísimos animales?”
Jon 4,10”
Sencillamente  impresionante. El 26 de abril de 2015, publicaba yo, en este mismo blog Jonás o mirar para otro lado  y me he dado cuenta al leer lo anterior, que mi planteamiento, estaba equivocado. En efecto, allí indico, lo que pensaba entonces de este personaje y que he pensado hasta ayer mismo, es decir, que Jonás no le apetecía nada ir a Nínive y por eso, se fue a Tarsis, vamos a la Costa del Sol, a “tumbarse a la bartola” y que lo hacía por pura comodidad; pero el asunto es mucho más serio: lo que realmente quería es que Dios arrasara Nínive. Su voz interior, parece que decía “que se jo..roben esas malas personas, que habitan en esa pecaminosa Ciudad. No merecen otra cosa, por lo malos que son”. No era la voz del Espíritu Santo, precisamente, la que lo animaba.
Es impresionante, darnos cuenta de esto, pues en cierto sentido, yo al menos me siento reflejado a veces, independientemente de la sombra, que llevamos dentro, según el planteamiento psicológico de C.G. Jung.
Anoche, escuché un breve comentario en YouTube al evangelio  de ayer sobre la frase “llamad y se os abrirá”, de un popular sacerdote hispanoamericano, el P. Sam. Cuando oímos esta frase evangélica, nos ceñimos sólo a “pedir mercedes”, aunque a veces pensamos en  Mercedes y le añadimos Benz, y no es eso; pero el P. Sam, fue más lejos y dijo: “cuidad a que puerta llamáis” y puso ejemplo de tres,  la del temor, la de la lujuria y la de la magia; pero podríamos añadir una infinidad de puertas, que nos pueden llevar a la perdición.
 Digo yo, llamemos a la puerta de la misericordia, no sólo para mí, sino para todos, incluso para nuestros enemigos y sobre todo al Espíritu Santo, para que sea su voz la que nos guíe y no nuestros impulsos y deseos egoístas, como a Jonás, e incluso ir más lejos, pedirle al Señor, que aunque nos equivoquemos tengamos la suerte de naufragar y que nos rescate la ballena, para que al tercer día resucitemos para cumplir su voluntad.
Así seguimos en camino.

martes, 8 de octubre de 2019


Ser conscientes del camino

El Proceso de la Presencia se dispone a desmantelar
 deliberadamente las barreras
 que nuestro arrogante ego crea con sus interminables llamadas, 
para que podamos despertar una vez más nuestro oído interno 
a la dulce y silenciosa voz de nuestra presencia interior.
 Y pretende esto porque establecer esta comunicación interior es lograrlo todo.
Michael Brown, “El Proceso de la Presencia”, Pág.162


Hace unos días, publicaba la anterior entrada, titulada “En camino”, que podéis ver a continuación de esta; pero me he sorprendido, porque parecía “que se me había ido la inspiración” para seguir escribiendo. Esta mañana he caído en la cuenta de que no hay tal, sino que el ego, ha emergido y además con fuerza. Y al ego, hay que domarlo, haciéndole caso al Espíritu Santo, que se manifiesta con  la voz procedente de nuestra intuición interior. Es lo que pretende el libro, reseñado en la cita inicial.

“Siempre ascendiendo; pero nunca ascendidos”, nos dijo en el sermón de la Ascensión de nuestro Señor Jesucristo, Fructuoso Mangas,  pues el camino es duro, si te paras y crees que ya está. Malo: hay mucho vendaval, mucha manipulación de los medios, mucho móvil, mucho washapp, demasiada “desinformación”.
No me voy a extender demasiado y como una sincronicidad, esta mañana en el boletín semanal que manda Enrique Martínez Lozano, he encontrado este artículo, que podéis ver AQUI o descargar PDF
Seguimos en camino

martes, 1 de octubre de 2019


En camino

A mitad del camino de la vida,
En una selva oscura me encontraba
Porque mi ruta había extraviado
Dante Alighieri en La Divina Comedia. Infierno



Después del paréntesis de la última entrada, aunque bien mirado, no es tal, sino, norte, guía, orientación, del devenir de nuestras vidas, se me ha ocurrido el título, que creo que es adecuado como continuación de anteriores entradas y se me ha ocurrido, al ver la cita del Dante, que viene en el libro de Jon Kabat-Zinn, en la página 98, al comienzo del capítulo titulado, “La práctica como camino”. Capítulo que no he leído todavía. Me fascina lo “del camino”, aplicado a la vida, de hecho uno de mis salmos favoritos es  el 25 “Señor, muéstrame tus caminos e instrúyeme en tus sendas”.
Muchos amigos me dicen: ¿Por qué te complicas la vida? ¡Disfruta de la jubilación y vive tranquilo! Estaría muerto si eso hiciera
Y como dice Enrique Martínez Lozano, al comienzo de su magnífico libro ¿Qué Dios y que salvación?, ¡Cuando sabemos las respuestas, van y nos cambian las preguntas!
Nuestra confusión viene de ahí y no es poca y más en los tiempos que nos está tocando vivir. Recuerdo una frase de mi abuela, escandalizada, allá por los años ochenta: ¡Ahora dicen que el 6º mandamiento no es pecado!
A la confusión de los tiempos, se puede hacer frente, haciéndote anacoreta; pero dentro del mundo, ignorando al mundo; pero para ello tienes que tener tu propio camino despejado y saber a dónde te diriges. Si así es, no te dejes influenciar por los medios de manipulación.  El despejar el propio camino, no es tarea fácil. Lo primero que tenemos que tener es una fe, como la de “un granito de mostaza”, que a veces ni eso tenemos y lo segundo confianza, en el Dios Padre Todopoderoso, que nos guiará en esta complicada senda y sabe ponernos en cada momento las señales oportunas. Yo ahora veo, esas señales en los tres libros, que he citado en anteriores entradas. El “del Proceso”, como ya he comentado, es un libro muy denso, para trabajarlo individualmente y por tanto no procede compartir las vivencias de su lectura. Lo que a mí me sirve, tal vez no te sirva a ti.
En cuanto al de “Mindf. (Horrible palabra) en la vida cotidiana”, del que he extraído la cita inicial, comento el anterior capítulo titulado: “La meditación nos permite desarrollarnos como seres humanos”, lo he leído y me ha gustado, pues es muy “Jungiano”, ya nos invita a sumergirnos en nuestro inconsciente, para “ver” lo que tenemos reprimido, nuestras “sombras”, buenas y malas, que de todo hay, nuestros héroes y nuestros villanos, nuestros santos y nuestros diablos. Por eso me gusta, ya que C. G. Jung, ha sido un poco mi guía psicológico, sobre todo a lo largo de mis últimos 30 años. Cita a Clarisa Pínkola Estés, que tiene un magnífico libro titulado “Mujeres que corren con los lobos”, en el que analiza, la psicología femenina a través de los cuentos populares, entre otros y a Robert Bly, del que yo no he leído nada, y tiene una cita de su libro “Iron man”, el “hombre de hierro”, que afortunadamente acabo de subirlo en PDF, y me parece que es del estilo del citado de Clarisa Pinkola, Pero aplicado a la psicología masculina. Le echaré un vistazo y os cuento más.
Antes de terminar, trascribo la propuesta final de este capítulo, que se encuentra en la página 97: “Intente abrirse al príncipe y a la princesa, al rey y a la reina, al gigante y a la bruja, al hombre salvaje y a la mujer salvaje, al enano y a la vieja hechicera, así como también al guerrero, al curandero y al embaucador que hay en usted. Cuando medite, dele la bienvenida a todos. Intente sentarse como un rey o una reina, o como un guerrero o como un sabio. En los periodos de gran confusión u oscuridad, utilice la respiración como un hilo que le guiará por el laberinto. Mantenga la atención plena viva incluso en los momentos de mayor oscuridad, teniendo presente que la conciencia no forma parte de la oscuridad o del dolor; contiene el dolor y lo conoce, de modo que la conciencia tiene que ser más fundamental y está más cerca de aquello que es saludable, fuerte y dorado de nosotros”.
 Y no quiero enrollarme más, porque como dicen en mi pueblo, lo poco gusta y lo mucho aburre

domingo, 29 de septiembre de 2019


Esperando una nueva inspiración

Buenas noches: He estado escribiendo mis
  vivencias de la festividad que acabamos de celebrar:
 Pentecostés, aunque no hay que olvidar que
 nuestra vida es un Pentecostés continuo.
Lo he puesto en mi blog, cuya dirección os mando.
Gracias
(El enlace está borrado, pues la página ya no existe)
Correo electrónico, enviado por mi, el 6 de junio de 2014


Mientras encuentro algo, con que salir del punto muerto, en que estoy, desde la última entrada, aprovecho para enviaros, este artículo, publicado en un blog que tenía yo en, “La  Coctelera” y que desapareció y por desgracia no pude recuperar nada. Menos mal, que tenía casi todo lo publicado en Word. 
Esta mañana he encontrado este artículo, en un antiguo correo electrónico, que reproduzco en la cita inicial y quiero compartirlo, y como apunto en ella, confiando en el Espíritu Santo, que es la fuente de toda inspiración.
Este es el artículo:
El Trono de la Gracia

Suelo escribir cuando leo, notas a lápiz, en hojas desechables, escritas por una parte casi siempre. Para mi desperdiciar el papel es como desperdiciar el pan. Esas hojas quedan metidas en libros, o encima de la mesa y lo normal es que a veces las encuentre, las  lea y las rompa; pero a veces me he llevado sorpresas, como esta: andaba yo intentando ordenar un poco papeles, libros… es decir procurando disminuir la entropía de mi “leonera” y me sentía abrumado, incapaz de llegar a un mínimo orden y en esto me encuentro con una de estas hojas, en la que estaba escrita esta cita “Acercaos con confianza al Trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar la gracia de un socorro oportuno”. Hice una pausa al leerlo y quise acercarme a tal Trono, intuyendo que sería Jesús, pues Él dijo “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados” o tal vez la Virgen María, pues, le cantamos “La Madre de la gracia… “en el himno de la Peña de Francia, o tal vez el Espíritu Santo, paráclito, consolador… ¡Que se yo! No sé en realidad a que se refería el autor de la desconocida cita, al hablar del Trono de la gracia; pero no importa…  Me acerqué, deje el desorden en sus manos y poco a poco se está produciendo un moderado orden en mi cuarto. Yo lo sentí y lo siento y motivos tengo para saber que en realidad, acercándonos a Él, se obtiene el consuelo. No hay palabras para explicarlo.
Hoy Pentecostés, he estado en la misa, que presidida por Pablo Lamamie hemos celebrado en el grupo carismático de la parroquia de S. Pablo. Esto también ha sido, otro regalo de Espíritu, pues Pablo fue compañero mío en el Instituto “Fernando de Rojas” y además párroco de La Alberca con Poli.  Dos horas de gozo contínuo, de alegría, de alabanza… ¡Quiero llenar tu trono de alabanza…! Invocamos al Espíritu Santo al principio con la hermosa canción:

¡Oh, oh, oh!, hay que nacer del agua.
¡Oh, oh, oh!, hay que nacer del Espíritu de Dios.
¡Oh, oh, oh! hay que nacer del agua.
y del Espíritu de Dios, hay que nacer del Señor.

Se han producido significativas sincronicidades, por ejemplo, y esta es muy sencilla.  Poniéndole a los chicos de la ESO este problema: ¿Cuál es la probabilidad de que dos personas de un grupo de cuarenta coincidan al ir a comulgar? La respuesta es de una vez en 780, pues bien al ir a comulgar coincidimos una compañera que estuvo conmigo en el Instituto y yo. Y más cosas: al llegar me encontré con otra compañera del grupo que había sido “comadrina” mía en el bautizo de un niño subsahariano. Yo me acordaba del bautizo y de mi  pesar por haber perdido la pista de ese niño; pero no me acordaba de la “comadrina”. Según nos decía al P. dominico que nos daba derecho canónico en la Escuela de Teología de San Esteban, hay que buscar a los ahijados por el bautismo y si es necesario ir a África. Esto es muy fuerte y yo tenía ese pesar; pero ahora ese pesar es compartido, pues mi “comadrina”, también lo va a buscar… Ha habido también sanaciones casi milagrosas y mucha acción de gracias…
Para finalizar, no me pregunten qué es eso del Trono de la gracia, que aunque lo sé; no puedo explicarlo. Para acercarnos, podemos decir, entre otras cosas “Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo… “




miércoles, 25 de septiembre de 2019


Buscando el rostro del Señor (y 4)

«Mi corazón dice: Yo busco tu rostro, Señor, no me ocultes tu rostro».
Sal 27, 8-9

Si miro al cielo o miro al mar, si observo en mi interior,
si atento estoy y se escuchar podré sentir tu voz.

Anoche, me desperté a eso de las tres de la mañana y como no me dormía estuve escuchando una charla en la que se hablaba de las delicias de la consolación, cuando estamos “entusiasmados”, es decir llenos de Dios; pero también se hablaba de la desolación, cuando somos incapaces de rezar y si lo hacemos es como si escucháramos nuestra oración en un mal “casette” Hoy, quiero reflexionar sobre este binomio consolación-desolación, porque me he dado cuenta que lo que persigo con esta serie de entradas, es la consolación, dejando de lado la desolación y tal vez el enfoque esté equivocado.
He pensado en que encontraremos a Dios, haciendo meditación, pues entraremos en el “debir”, en el santuario interior, en la Presencia, en la consciencia plena, como si Dios sólo estuviera allí; pero como dice la canción, “si estoy atento y se escuchar podré sentir su voz”. Mi experiencia es que a pesar de sequedades, crisis, desolaciones, el Señor me acompaña y voy a señalar un pequeño ejemplo: Cuando escribo me gusta tener un lápiz y un papel, en donde  voy apuntado frases, ideas, que saco de las lecturas, pues bien, de la lectura del libro de Jon Kabat-Zinn tengo apuntadas como el deseo de llegar a lo profundo del ser, dominar el ego, evitar los ataques de ira, saber lo que realmente me conviene, etc… Cosas, que son efectos, y para ello es mejor ir a las causas y para ir a las causas, según el Proceso de la Presencia, hay que ir al subconsciente y por tanto, entre otras cosas, poner atención en los sueños. Así lo he hecho y  en alguno de ellos, se ha visto, la dificultad de que a veces no estamos en condiciones de controlar los efectos. Me explico; en un sueño salía conduciendo; pero el parabrisas estaba tan sucio, que no veía casi nada y en otro, al salir otro coche bloqueaba la salida, en otro sueño bajaba al hospital y me seguían unos perros; pero que no me hacían daño, sólo asustaban, llegando a un castillo, que yo no conocía y no salí de allí, pues creo que me desperté.
Pero lo que quería resaltar, es que en otro libro que encontré, me hacían las mismas propuestas que el de Atención plena en la vida cotidiana: ¿En dónde estoy y a donde me dirijo? La repuesta, es lógicamente la del salmista: “Salir de la trampa, que me han tendido mis enemigos” y conste que yo mismo puedo ser mi enemigo y para “remachar el clavo”, en una carpeta de “papeles abandonados”, aparece un folio con un escrito de Dolores Alexandre, publicado en "alandar" el martes 1 de febrero de 2011, en la que recomienda, llevar un cuaderno de vida. Es un escrito hermoso, que viene a confirmar lo que estoy sintiendo, y ahí está la sincronicidad, la mano del Señor, puesto que  yo en cierto modo estoy utilizando el cuaderno de vida a mi modo, aunque si queréis llamarlo así, de una forma chapucera Y por eso debería titular estas entradas de otra manera.
Y ya que me he metido con el subconsciente y los sueños os cuento el último: una mañana me desperté con el sueño en el que estaba dando clase y le proponía a los alumnos, el siguiente ejercicio: conocidos el perímetro y el área de un polígono regular, calcular el número de lados. Me he puesto a resolverlo y he llegado a la conclusión que es sumamente difícil, si no imposible  ya que la relación entre el área y el perímetro de un polígono, no depende solamente del número de lados, sino también de la tangente del ángulo 180/n, siendo n el número de lados.
El número de lados, por tanto es lo fundamental, para determinar el perímetro y el área, lo mismo que nuestra disposición en la vida, que puede ir del triángulo, el tres, el Dios trinitario, al Dios abstracto, la circunferencia. Con esta confianza vivamos la vida, sabiendo que Él nos acompaña, si queremos trabajar nuestro interior, buscando el “debir”, y podremos aumentar el número de lados, con la esperanza de llegar al infinito
En próximas entradas os cuento más; pero con otro título