Libros
Todo
está en los libros… pero hay que leerlos.
Digo yo
Hace tiempo que ando yo
dándole vueltas a la cabeza a este tema de los libros. No es que tenga una gran
biblioteca; pero si lo suficientemente grande y para ser realista, me doy
cuenta que a estas alturas de la vida, no voy a poder leerlos todos ¿o sí? Por eso,
la conclusión es no comprar más; pero claro: siempre hay excepciones: entras en
una librería, un amigo te habla de uno que ha salido nuevo y que es muy bueno,
etc…
Quería yo centrarme en
este tema y no andar por las ramas. El detonante ha sido un magnífico artículo
que ha escrito Fructuoso Mangas sobre esto y me ha hecho reflexionar (podéis
verlo al final de esta entrada). Y quisiera centrarme en tres puntos: ¿Qué
libros he leído? ¿Qué libros estoy leyendo? ¿Qué libros quiero leer?
Aquí dejé el escrito hace
dos días; pero unos acontecimientos, que no vienen ahora al caso, me han hecho
reflexionar y habiendo descubierto en YouTube las charlas del P. Ignacio Larrañaga, me ha ocurrido
como a San Pablo, salvando las distancias, pues mi misión no era perseguir a
nadie, ni yo soy San pablo, ni voy a Damasco. Por tanto, no voy a centrarme
ahora en los libros exclusivamente y voy a pretender, explicarme, con lo que
acabo de iniciar:
Un alto en el camino
La tentación eterna del hombre es la idolatría. Cualquier
criatura: éxito, fuerza, poder y juventud, dinero, belleza, seducen al hombre,
y el hombre se deja seducir, y dobla las rodillas, y adora. Es difícil,
por no decir imposible, dedicar la devoción y el tiempo a varios dioses
simultáneamente. Sólo cuando el gusano roe las entrañas de los ídolos,
los sueños huyen y se alejan por las sendas pálidas, los muros se vienen abajo,
piedra a piedra, y el hombre queda desnudo y desarmado a la intemperie, sólo entonces
el hombre está en condiciones de adorar;
y sólo es cuando Dios se
levanta como consistencia, firmeza y perennidad.
Padre Ignacio Larrañaga
Es muy fuerte, la cita
anterior: “Sólo
cuando el gusano roe las entrañas de los ídolos, los sueños huyen y se alejan
por las sendas pálidas, los muros se vienen abajo, piedra a piedra, y el hombre
queda desnudo y desarmado a la intemperie, sólo entonces el hombre está en
condiciones de adorar” Los ídolos son a
veces sutiles, incluso engañosos, no parecen tales. La humildad a veces es
soberbia camuflada. Creo que era Unamuno
el que dijo “No
hay mayor soberbia, del que se humilla para ser ensalzado” y a veces así pasa. Bajo la apariencia de bondad, de humildad de
mansedumbre, no sabemos exactamente qué es lo que ocurre, y ya que he comenzado
con el tema de los libros, diré que he leído varios libros de Jung y de la
psicología Junguiana, siendo el tema de la sombra, un tema que me ha interesado
y a tal efecto he leído bastantes libros, siendo uno de los mejores Nuestra
cara oculta de Enrique Martínez
Lozano, otros sobre el tema son,
Nuestra propias sombras de Anselm
Grün, otro libro sobre este tema es Como
reconciliarse con la propia sombra, el lado oscuro de la persona, de Jean Monbourquette y un clásico es Encuentro con la sombra, recopilación
de artículos de varios autores, entre los que se encuentra el propio Jung, este
libro se puede encontrar en PDF, y siguiendo con el tema de la psicología
junguiana, hay una colección, ya un poco antigua, Paidos Junguiana, de la que tengo varios y de los que he leído me ha gustado mucho, Equilibrio entre el cielo y la tierra
de Robert
A. Johnson y otro, El Retorno de la
diosa de Edward C. Whitmont, de
esta temática Junguiana también he leído libros sobre sincronicidad. En este
mismo blog, tenéis reseña de alguno. Acabo de leer un libro, sencillo; pero muy denso y aprovechado: C.G. Jung y la tradición hermética de Alejandro Arocha Herrera, publicado por
la Universidad Pontificia de Salamanca y
por supuesto, libros del propio Jung, Recuerdos,
sueños y pensamientos, El secreto de la flor de oro, Respuesta Job, Símbolos de
transformación, Arquetipos e inconsciente colectivo, Aión,… muchos de estos
libros están en Las obras completas de
Jung, publicadas por la editorial
Narcea hace pocos años; pero os digo la verdad, leer a Jung directamente es
muy bueno para el insomnio y otro día os hablo por ejemplo de libros de
matemáticas, o de otro tema.
Y como prometí al principio,
podéis leer el artículo de Fructuoso, al que le añado yo, que en internet, se
encuentran muchos libros en PDF, sin quitarle, por supuesto mérito al papel,
que es la mejor forma de leer un libro, como bien dice él. Podéis leerlo “clicando”
en El libro, la gran ventana