miércoles, 30 de septiembre de 2015

Hoy “descansamos” con estas tres cosillas.

En primer lugar,
 un amigo, el poeta Isidro Barcala, me “ha pillado en un renuncio”. 
No lo he podido solucionar, pues correo que se envía 
es como flecha lanzada. No puede detenerse ya.



Te he pillado en un renuncio

Al señor Maese Pedro: Te he pillado en un renuncio
de chico así se decía
y al instante te ponías
más contento que un gran nuncio.
Isidro- ¿Un correo con regalo?
"enrrollando" ¡ojú! qué malo. Pero aquí el recordatorio de un amigo poeta:
 Después de ele, ene y ese
me pondrás sólo una vez:
En Enrique no te pese 
en Israel- no en Jerez,
O alrededor, Maese.
Y yo le respondo:

 Terminaba yo el correo, con esta frase, ¡pardiez!: (no me gusta esa clasificación: unos de letras, otros de ciencias. Deberíamos ser todos de mente abierta a los misterios del mundo y me estoy enrRollando)
¿Qué  delito he cometido?
Lo sé, he puesto más de una r, detrás, de n ¡Hay horror!
A la cárcel de papel, he de ir ¡Válgame Dios!, hasta escribir con rojo fuerte y chillón, la r sobrante ya.
Escrita está ¡Vive Dios!

En segundo lugar,
 y esto va más en serio: Invito a leer los comentarios de
otro amigo, el ingeniero  Gerardo García a la entrada anterior,
 ¿Existió la matemática antes que el hombre?,  si no los habéis visto.
 Tengo sin embargo que puntualizar,
que he copiado literalmente el texto de Carl B. Boyer.


Y en tercer lugar,
 agradecer el envío de las fotos de los rosetones, a la persona que me las ha enviado,
aunque prefiere permanecer  en el  anonimato.
Pertenecen a la Iglesia de Santa María la Mayor de Valderrobres (Teruel).

sábado, 26 de septiembre de 2015

¿Existió la Matemática antes del hombre?

En el capítulo I,“Los orígenes primitivos”, del libro
Historia de las Matemáticas de Carl B. Boyer,
leo el enunciado del siguiente ejercicio:
¿Qué evidencias hay, si es que es que las hay,
 de que la matemática comenzase con la aparición del hombre?
¿Cree Vd. que la matemática es anterior al hombre?


Según Carl B. Boyer, las definiciones de la matemática al estilo antiguo, tales como la de que  es “la ciencia del número  y de la magnitud”, ya no son válidas hoy, pero si sugieren los orígenes  que han tenido las diversas ramas de la matemática. Las nociones primitivas relacionadas con los conceptos de número, magnitud y forma se pueden hacer remontar a los primeros días de la raza humana, e incluso pueden encontrarse ya indicios de conceptos matemáticos en formas de vida que probablemente han precedido en muchos millones de años al género humano. Darwin, en su Descent of Man (1871), hace notar que algunos animales superiores tienen facultades  para distinguir número, tamaño, orden y forma.
Aspectos rudimentarios todos ellos de un cierto sentido matemático. Hace poco en un canal temático de televisión he visto un documental, en el cual, una urraca resolvía ciertos problemas sencillos, tocando la pantalla de un ordenador para obtener comida.
Desde mi punto de vista, la respuesta al enunciado de este articulillo, es afirmativa, pues pienso y creo que hay neurólogos que opinan así, que la mente es exterior al cerebro. Me imagino que es como la nube “cloud”, que guarda los libros de los “ebook” . No están en el aparato, que sería el cerebro, pero que tiene acceso a ellos. Así lo pienso y se me ocurre la pregunta ¿Cómo ha habido mentes tan privilegiadas, que han descubierto, leyes, ecuaciones, teoremas, que han propiciado un “salto cuántico” a la humanidad? Pienso por ejemplo en James Clerk Maxwell (Edimburgo, Reino Unido; 13 de junio de 1831-Cambridge, Inglaterra; 5 de noviembre de1879) que fue un físico británico conocido principalmente por haber desarrollado la teoría  electromagnética  clásica, sintetizando todas las observaciones, experimentos y leyes sobre electricidad y magnetismo.
Las ecuaciones de Maxwell  (que por cierto caben en un “papel de fumar”) demostraron que la electricidad, el magnetismo y hasta la luz, son manifestaciones del mismo fenómeno: el campo electromagnético.  Maxwell fue una de las mentes matemáticas más preclaras de su tiempo, y muchos físicos lo consideran el científico del siglo XIX que más influencia tuvo sobre la física del siglo XX   En 1931, con motivo de la conmemoración del centenario de su nacimiento, Albert Einstein describió el trabajo de Maxwell como «el más profundo y provechoso que la física ha experimentado desde los tiempos de Newton».(nota sacada de Wikipedia).
¿Qué conexión tenía J.C. Maxwell, con “la nube”?
Este es sólo un ejemplo. Me viene a la cabeza J. Kepler, cuando descubrió las famosas leyes que llevan su nombre, que se arrodilló inclinando la cabeza, dando gracias a Dios. Y muchos ejemplos, como C. F. Gauss “Princeps matematecorum”, L. Euler… ¿Quién le inspiró a Beethoven la novena sinfonía?..., Lavoisier, que fundamentó la química… Max Planck, Schrödinger… lista interminables de cerebros que conectaron con “la nube”
Mario Livio, tiene un libro titulado ¿Es Dios un matemático?, libro que tengo delante de mí, y en el que aparece la siguiente cita del físico James Jean (1877-1946) “El universo parece haber sido diseñado por un matemático puro”.
Si me hubieran puesto esta cuestión en un examen no sé qué puntuación tendría. Poco importa. Pero no está cerrada, pues aunque mi mente no tenga la conexión a la que antes aludía, tengo delante de mí a los dos libros citados y otro que está esperando para abrirse: “La primera civilización” de Christopher Knight y Alan Butler, cuya primera frase es ¿Ha habido una cultura superavanzada en la prehistoria?

Comenzamos con una pregunta y terminamos con otra, que nos llevan, como siempre al Misterio, con mayúscula.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Las hojas no caen, se sueltan.
Texto recibido por WhatsApp



Texto original de José María Toro,
extraído del libro "La Sabiduría de Vivir"

Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja. Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento. Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento y en actitud de renovación. 
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja.
La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros. 
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!
Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa de su propia entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente, ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana, que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote. Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes, con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados, con este entorno ya conocido… 
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe, confianza, esplendidez y donación. 
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad, el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso. 
Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.

martes, 22 de septiembre de 2015

SER FELIZ...
Papa Francisco I


"Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Sólo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.
Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de sí mismo.
Es tener coraje para oír un "no".
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran. 
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir 'me equivoqué'.
Es tener la osadía para decir 'perdóname'.
Es tener sensibilidad para expresar 'te necesito'.
Es tener capacidad de decir 'te amo'.
Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás más apasionado por la vida.
Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.
Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas....
Jamás desistas de las  personas que amas.
¡Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible!
¡¡¡Feliz día!!!

sábado, 19 de septiembre de 2015

Acción y contemplación
Anexo

He encontrado un marcapáginas, con la siguiente cita
 de D. Miguel de Unamuno.
Creo que resume a la perfección,
lo que he querido expresar en entradas anteriores.


Fotografía tomada de Internet

La verdadera
oración no consiste
en recogerse a una
hora dada,
en proferir palabras
orales o mentales,
sino que es un modo
religioso de hacerlo
todo; y así se come,
se bebe, se pasea,
se divierte, se trabaja
y hasta se duerme
oracionalmente.
Todo es oración

jueves, 17 de septiembre de 2015

La Contemplación y la acción (y 4)

“Dios llama a los seres humanos a su unión con Él y entre ellos en Cristo,
 en la iglesia que es su cuerpo místico…
El hombre ha de concluir a esa llamada para vivir en paz
 con todos sus hermanos en Cristo”


Palabras de Thomas Merton, con ocasión de la inauguración de lo que acabaría siendo el Centro de estudios Thomas Merton,  él mismo afirmaba que todo lo que había escrito podía reducirse a esas palabras.

Esa cita la he tomado del libro “La contemplación en acción”, de Fernando Beltrán Llavador, profesor de la Universidad de Salamanca (Ed. San Pablo 1996). Es un libro que leí en aquella época y que uno guarda  “para volverlo a leer”, en sitio preferente, aunque por desgracia, pocos libros, yo he leído por segunda vez. Ahora que estoy con este tema, me he acordado de él y lo tengo entre mis manos, mientras escribo estas notas. Cuando lo leí, incluso le escribí al autor, que me contestó muy amablemente (La carta debe estar en algún lugar de mi desordenado cuarto) y curiosidades o “sincronía”, el otro día compré otro libro sobre Merton:” El palacio del vacío de Thomas Merton” de James Finley (Ed. Sal Terrae) traducido también por Fernando Beltrán.
Pues bien, termino esta serie, citando este libro, pues lo que tenía que decir, desde mi punto de vista del tema de la contemplación y la acción ya lo he dicho. Lógicamente pueden escribirse multitud  de tratados sobre el tema, que es inmenso. Pero de momento termino aquí “la serie”. Me dijo una vez un amigo, que más vale dejar a la gente con ganas, que aburrir al personal.
Sin embargo, no olvidemos, lo que decía nuestra Santa de Ávila, que “Dios anda entre los pucheros” y añado yo: en medio del tráfico, entre los coches y camiones, en las minas, en las escuelas e institutos, en los quirófanos, U.C.I.s de los hospitales, “In omnia locus Deus est” y ahí está la verdadera contemplación y acción. Si evitamos el narcisismo de lo que hacemos o pensamos, como nos recordaba E. M. Lozano y nos fijamos en la cita inicial de esta entrada de T. Merton, que por cierto fue un hombre de mucha acción y eso que era monje contemplativo, en la abadía cisterciense de Getsemaní  de Estados Unidos.
Otra cita, que oí hace mucho; pero que no se de quien es, dice así más o menos:” Vivamos y actuemos en el mundo; pero sin ser del mundo” y para ello nos ayuda la oración, terminando con las oraciones que cita Fernando Beltrán en el último apartado del citado libro: “Para orar con Merton”:


La devoción a María la mujer vestida de sol
“En María está perfectamente realizado todo el plan creador y redentor de Dios… Nos queda a nosotros, pues celebrar su belleza inmaculada, abrir nuestros corazones a la misma luz de verdad quela santificó, la misma gracia que la hizo grata al Altísimo, que es su creador, que es su creador igual que lo es nuestro, y que desea ver realizado en nosotros el mismo misterio inefable de luz” (Tiempos de celebración)
Abrámonos a la presencia luminosa de María bien mediante alguna oración conocida, o algún pensamiento devoto… o sencillamente repitiendo con ella en silencio “Hágase en mi según tu palabra”
Oración por la paz (fragmentos)
Leída por Merton en el Congreso norteamericano
el 12 de abril de 1962

Dios todopoderoso y misericordioso,
Padre de todos los hombres,
Creador y señor del universo,
Señor de la historia,
tus designios son inescrutables,
tu gloria es sin mancha,
tu compasión por los errores humanos no se agota,
¡Nuestra paz descansa en tu voluntad!
Concédenos prudencia en proporción a nuestro poder,
sabiduría pareja a nuestra ciencia,
humanidad en la medida
de nuestra riqueza y nuestra fuerza.
Y bendice nuestra voluntad sincera
de ayudar a todas las razas y gentes
a viajar de forma amistosa con nosotros
por el camino de la justicia,
la libertad y la paz duraderas.
¡Oh Dios santo y misericordioso con los hombres:
Concédenos buscar la paz allí donde de verdad se encuentra!
¡En tu voluntad, Oh Dios, reside nuestra paz!
AMEN

Confía en el Señor
Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de donde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad no significa que realmente lo haga… No temeré, pues tú estás siempre y no me dejarás que haga frente sólo a mis enemigos (Pensamientos de la soledad)
Cristo vive en nosotros
“Si dejamos que Cristo resucitado viva en nosotros, entonces podremos seguir confiados, muy seguros de estar caminando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen” (Las fuentes de la contemplación)
Travesía del desierto
“No olvidemos nunca que el camino ordinario de la contemplación atraviesa un desierto sin árboles, sin belleza ni agua… Puede parecer imposible creer que conduzca a parte alguna (Nuevas semillas de contemplación)
 Pero, “No hay vida nueva sin adentrarse en la oscuridad ni día gloriosos sin noche tenebrosa”
Llamada universal a la santidad
“Hemos sido llamados a la santidad no por nuestra propia fuerza, pues no tenemos ninguna, sino por la fuerza de la gracia de Cristo… (1 Cor 1, 17)
Se nos ha llamado no sólo a temer a Dios y a honrarlo sino a amarlo con toda nuestra fuerza, hasta el punto de olvidarnos completamente de nosotros mismos e identificarnos plemnamente con Él” (San Bernardo, el último de los padres)
Plegaria desde el centro del alma
Carta a Abdul Aziz, pakistaní estudioso del sufismo
2 de enero de 1966
Estrictamente hablando, tengo un modo muy simple de oración. Está centrada enteramente en atención a la presencia de Dios y a su voluntad ya su amor. Esto es, está centrada en la fe, únicamente por medio de la cual podemos conocer la presencia de Dios. SE podría decir que eso confiere a mi meditación el carácter que el profeta describe como un “estarse ante Dios como si lo vieras”. Pero eso no significa imaginar algo o concebir alguna imagen precisa de Dios, ya que a mi parecer eso sería caer en alguna forma de idolatría. Por el contrario es cuestión de adorarlo en forma invisible y por encima de nuestra comprensión… Hay en mi corazón esa gran sed de reconocer totalmente la nada de cuanto no es Dios. Mi oración es una especie de alabanza que brota desde el centro de la nada y del silencio” (primer volumen de las cartas de Thomas Merton)
La victoria del amor
Oh Dios, somos uno contigo…  Tú nos has enseñado  que si nos abrimos al otro, tú moras en nosotros. Ayúdanos a preservar esa apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a darnos cuenta de que no puede haber entendimiento allí donde hay rechazo mutuo… al aceptar al otro te aceptamos a Ti y te damos gracias, y te adoramos , y te amamos, con todo nuestro ser, porque nuestro ser está en tu ser, y nuestro espíritu está arraigado en tu Espíritu. Llénanos pues de Amor, y que el amor nos una cuando emprendamos nuestros diversos caminos, unidos en ese único espíritu que te hace presente en el mundo  y que permite testimoniar la realidad última que es el Amor… Amen” (Oración de clausura en una conferencia espiritual en Calcuta, 1968).
Poco después, ese mismo año moría Merton, en Bangkok, electrocutado con un ventilador, o mejor dicho, alcanzaría la contemplación plena.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

La contemplación y la acción (3)
“Amad a vuestros enemigos, haced bien y prestar sin esperar
nada a cambio… Sed compasivos como vuestro Padre es
compasivo” (Jesús Lc 6,35-36)



La cita con la que comienzo, la he tomado del capítulo 6 “No dualidad y compromiso. La propuesta de Jesús de Nazaret”, del libro “Otro modo de ver, otro modo de vivir” de Enrique Martínez Lozano. Es un análisis muy fino el que hace el autor del citado libro y en el que analiza los “dos polos aparentes” del tema que nos ocupa, por una parte la acción, que a veces se convierte en “activismo” y por otra  la “contemplación”, que se puede confundir con “espiritualidad”, visto desde el modelo mental. Espero atinar, un poco, resumiendo tan fino análisis.
Aparece una cita del “Castillo interior o Las Moradas” de Santa Teresa: “Cuando veo almas muy diligentes a entender la oración… que parece no osan bullir ni menear el pensamiento, porque no se les vaya un poquito de gusto y devoción que han tenido, háceme ver cuán poco entienden el camino por donde se alcanza la unión… Que no hermanas, no: obras quiere el Señor; y que si ves una enferma a quien puedes dar algún alivio, no se te da nada de perder esa devoción y te compadezcas de ella; y si tiene algún dolor, te duela a ti; y si fuere menester, ayunes para que ella coma… Esta es la verdadera unión con su voluntad
Por otra parte, el Maestro Eckar en “Tratados y sermones” afirma: “Si el hombre se hallara en un arrobamiento tal como San Pablo, y supiera de un hombre enfermo que necesitara de él una sopita, yo consideraría mucho mejor que tú, por amor, renunciaras [al arrobamiento] y socorrieras al necesitado con un amor más grande
San Juan de la Cruz, en el Cántico Espiritual, parece que dice otra cosa; pero bien pensado es lo mismo: “Los que son muy activos, que piensan ceñir al mundo con sus predicaciones y obras exteriores, que mucho más provecho harían… si gastasen siquiera la mitad de ese tiempo en estarse con Dios en Oración
Martínez Lozano añade (pág. 177): “Si leemos bien nos daremos cuenta que el problema radica siempre en la separación de lo que, en realidad es “no-separado”. Cuando eso ocurre, tanto la “mística” como el “compromiso” se convierten en narcisismo… y así como la mente fractura artificialmente lo que es uno, el ego se apropia de ambas realidades. Es esa apropiación la que genera y alimenta la actitud narcisista”. Más adelante en la (pág. 181) afirma: “… como bien dijo Jesús, el error de Marta no era el trabajo y el servicio, sino la “inquietud”, como síntoma de que estaba identificada con su yo.”
En Tratados y Sermones, parece que Eckar no se fija en eso, pues da por sentado que “Marta es la mujer madura que ha aprendido de la vida y posee una sabia prudencia capaz de dirigir la actuación exterior lo máximo que ordena el amor” mientras que María, “… estaba recibiendo enseñanzas y aprendía a vivir… Más tarde, cuando Cristo ascendiera al cielo y ella había recibido el Espíritu Santo, comenzó a servir…”

Estas “sencillas” reflexiones, pueden ayudarnos a ver en qué situación nos encontramos y hasta qué punto hacemos las cosas por “engordar” el ego alimentando el narcisismo o estamos cumpliendo el mensaje evangélico.

martes, 15 de septiembre de 2015

Caos

Sostengo su esencia y su forma amorfa,
Hasta que se mezcle y combine ordenadamente.



La cita del comienzo corresponde a un poema de Edna St. Vicent Millay, con el que describe su intento de contener el caos de su vida. Lo acabo de leer en el penúltimo capítulo de “Las noches oscuras del alma” de Thomas Moore. Eso mismo estoy haciendo yo, al escribir esta entrada en el blog.

Ayer saqué unas páginas del Maestro Eckar, para continuar con la “Acción y la contemplación” y el caos de mi mesa, las ha eclipsado. Por eso me paro a reflexionar. Es necesario. Hace tiempo, no sé cuánto, leía yo en un libro, no sé cuál, la siguiente anécdota: Un famoso equilibrista cruzaba sobre una cuerda las cataratas del Niágara y cuando iba por la mitad, el cable comenzó a oscilar peligrosamente. Lo que hizo el acróbata fue pararse, sentarse y esperar… Luego más tranquilo terminó su travesía. Algo de eso nos pasa en determinados momentos de la vida. Según la Teoría del  Caos, en este subyace un orden. ¿Pero qué clase de orden, si cada vez hay más caos? ¿O no será que estamos confundiendo “caos” con “entropía”? ¿Caos no es lo mismo que desorden? Tal vez no. Las palabras a veces nos traicionan y nos confunden. Para eliminar la entropía, recuerdo cuando estudiaba termodinámica, hay que aportar energía. Es lo que hay que hacer para ordenar la cocina, el cuarto de los libros, la leonera de los niños…  Eso no es caos, es entropía, es desorden puro y duro. Es acción, después de contemplar en donde nos hemos metido.

Contener el caos, mejor dicho, la entropía, no es solución a largo plazo. La mujer del poema, adicta al alcohol, después de un accidente automovilístico, no terminó bien, si admitimos lo que pensamos que es terminar bien. Ahora bien, terminó a su modo bien: leo en la página 384 del citado libro: “Tras varios años de lucha, pasó un mes en un hospital para curarse de su adicción,… posteriormente… ella y su marido decidieron… someterse a una terapia ideada por ellos mismos, consistente en que Edna se bañara desnuda en las frías aguas de una pequeña isla, viviera sin electricidad y memorizara largos y complicados poemas…” Su biógrafo afirma: “Fue como si Edna se despojara de un manto negro que la cubría

Después de esta reflexión, cabe volver al dilema: ¿Es entropía o es caos, en el que subyace un orden, lo que nos ocurre? ¿Tiene algo que ver el desorden externo, con nuestro desorden mental? No lo sé. Por si acaso, mañana ordenaré la mesa.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Un poco de Matemáticas

Descartes en el primer capítulo de “la Geometrie”, propone este método geométrico, para resolver ecuaciones de segundo grado de la forma x2-bx-c=0, b y c positivos.


Tomado de “La Historia de la matemática”, de Carl B. Boyer, Ed. Alianza Universidad

Constrúyase el triángulo rectángulo LMN, con base , LM = Raíz cuadrada(c), NL= b/2,   constrúyase una circunferencia con centro en N y radio NL. Esta circunferencia corta en P a NM y en O a su prolongación  (En la ilustración “a” equivale a “b” y “c” a “b2)

La solución a dicha ecuación es OM (PM es la otra solución, que Descartes llama “falsa raíz”)

sábado, 12 de septiembre de 2015

La contemplación y la acción (2)
“La verdad es que nosotros y los otros
somos uno solo, que no hay separatividad,
 que nosotros y el ‘extraño’ somos aspectos
 de la única y misma vida”



Danah Zohar:  (QS: conciencia espiritual, Record 2002, p. 219)

 La cita con la que comienzo la entrada, la he visto en un artículo de Leonardo Boff, que acaba de llegarme por correo electrónico, titulado ¿Estos no son seres humanos, hermanos y hermanas nuestros?, que trata sobre la prepotencia europea, a raíz de problema de la entrada de refugiados en Europa los últimos días. Pueden encontrarla en: http://servicioskoinonia.org/boff/
Este tema aparentemente no tiene que ver con lo que pretendemos reflexionar; pero sólo aparentemente. Todo en la vida es acción y al mismo tiempo contemplación. Lo que pasa es que (también aparentemente) predomina una sobre la otra. Con el modelo mental, que es el que usamos principalmente en la civilización occidental, los vemos separados, según afirmaba, E. M. Lozano, a propósito de Marta y María. Danah Zohar, llega en una frase, a lo que pretendemos llegar. Para ello echaremos mano de libros, citas, correos, etc., pues “nada hay nuevo bajo el Sol” y este que escribe, no es más que un aficionado, que al escribir, está llenando “un hueco en el vacío”, según apuntaba el otro día y al mismo tiempo quiere reducir su ignorancia.
En Química, hay un concepto llamado resonancia o mesomería, que consiste en la combinación lineal de estructuras teóricas de una molécula (estructuras resonantes o en resonancia) que no coinciden con la estructura real, pero que mediante su combinación, nos acerca más a su estructura verdadera. Algo de esto pasa con la contemplación y la acción; pero esto sigue siendo demasiado simple. Es como blanco-negro-gris. Y ahora viene a cuento lo que dice en la página 170, E. M. Lozano en el libro “Otro modo de ver, otro modo de vivir”:
 “Dado que en el mundo de las formas, todo es polar, parece claro que la sabiduría no consiste en luchar contra uno de los polos, sino en aprender a vivir en presencia de ambos, en “otro lugar” donde ambos polos son abrazados en una unidad mayor que los trasciende: esa es la sabiduría de la no-dualidad, que nos permite situarnos ante lo real con respeto y reverencia, con lucidez y humildad”.

Seguiremos intentando encontrar esa “integración de los contrarios”, a la que también aludía C.G Jung, en próximas entradas de este blog.

viernes, 11 de septiembre de 2015

HUIDA

Aplazamos, la serie sobre la “Contemplación y la Acción”,
 al pedirme Isaura Díaz Figueiredo, que inserte este poema suyo, 
en homenaje a toda la gente, que está huyendo de los horrores de la guerra en Siria:



Con mucho gusto, lo hago, recuerdando que este blog, está para compartir, experiencias, vivencias y emociones.

POEMA CIUDAD JUAREZ 2015

HUIDA

La soledad araña lasamente los juegos de la infancia,
el atroz vacío anida entre paredes mohosas,
tus ojos buscan descubrir otro mundo repleto de sonrisas
y noches soleadas,
olvidar el tecleo ininterrumpido del  miedo
teñido de ilusión.
¡Quédate a mi lado! reclama cariñoso el espectro de la abuela.
¡No mires atrás!, ¡no escuches la voz metálica,
del naufragio!
No quieras petrificarte en el jardín salado de lilas muertas,
donde las horas no suenan,
y el canto del mar es máscara
rota en el acantilado, ávido de ocultar al mundo
la sangre derramada en almizclados banquetes.
¡Han pasado muchos años! 
 en un espacio  repleto de secretos
cada primavera nace una flor.




jueves, 10 de septiembre de 2015

La Contemplación y la Acción (1)

Tú y yo y todos los hombres fuimos hechos para hallar nuestra identidad en el Cristo místico, en quien nos completamos todos mutuamente “en un hombre perfecto, en la medida de la edad de la plenitud de Cristo”. Cuando alcancemos la perfección del amor que es la contemplación de Dios en Su gloria, nuestras personalidades inalienables, aunque permaneciendo eternamente distintas, se combinarán, sin embargo, en UNA, de modo que cada uno de nosotros se hallará en todos los demás; y Dios será la vida y realidad de todos. Omnia in omnibus Deus.
Thomas Merton en Semillas de Contemplación, pág. 21


Para comenzar este tema, recurrente, al menos en mí, me parece oportuno el pasaje evangélico de Marta y María  (Lc 10, 38-42). Sólo pondré aquí el final: “El Señor le contestó: “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y nadie se la quitará
Una vez terminado de leer este relato, nos quedamos con esto, que se asemeja a lo de la Transfiguración (Lc 9, 28-36) cuando dijo Pedro a Jesús: ¡Qué bien se está aquí hagamos tres tiendas!  ”Entonces apareció una nube y los cubrió con su sombra, que los llenó de temor, y vino una voz de la nube, que decía: “Este es mi hijo, el elegido, escuchadle”. Y cuando cesó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos callaron.”
En el episodio de Marta y María, parece clara la conclusión y a este respecto, Leemos en “Otro modo de ver, otro modo de vivir”, de E. Martínez Lozano, pág. 176: “Cuando estas palabras se leen desde un modelo mental, la conclusión es clara: no importa el hacer (la tarea, el servicio, el compromiso), sino el estar (la escucha de la palabra, la contemplación, la espiritualidad), y esto segundo es “superior” a lo primero”
En el episodio de la Transfiguración, Jesús no dice nada, sobre las tres tiendas. Sólo se oye una voz, que invita a escucharle y se le ve a él sólo. Callan y se van.
Citamos también el pasaje de La Ascensión (Hch 1, 6-11) en el que, aparece el ángel, que les dice ¿Qué hacéis hay, mirando al Cielo?,  “Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá como lo habéis visto partir”, invitando precisamente a la acción.
¿Comenzamos a cuestionar la elección de María? No necesariamente; pero tenemos que verlo desde otra óptica menos simplista. Hemos de fijarnos, en Cristo que está solo, después da la Transfiguración, y al que se nos invita a escuchar su palabra, que “no ha venido a ser servido, sino a servir”, es decir, lo que hacía Marta; pero con una diferencia, Él no se queja como Marta.  En la Ascensión, Cristo está “ausente”, pero volverá, no sólo al final de los tiempos, sino cuando sea necesario. Y un detalle que puede pasar desapercibido, considerar a la Contemplación, el polo opuesto a la Acción, como considerar a la luz y a la oscuridad, dos realidades distintas, cuando son las dos caras de la misma moneda.
Con estas premisas, profundizaremos en este interesante tema, en próximas entradas.