miércoles, 27 de enero de 2021

 

Os necesito para Salvar a muchas almas, en vía de perdición

Mensaje de Jesús a Leandre Lachance el 3 de enero de 1997, expresado en las página 61 y 62 del libro “Por la fidelidad de los míos, mis elegidos”


Estoy leyendo este libro, cada día, como guía de meditación y tengo la impresión de lo que dice, me lo dice a mí también. Por eso lo comparto.

Al final os pongo un enlace a un vídeo explicativo de este fenómeno revelado a este hombre privilegiado.

“Hijo mío, mi Corazón, siempre derrama Amor por todas las personas de la tierra. Pero para que resplandezca este Amor en cada corazón, necesito vuestro permiso.

Los “si” que me das y tus oraciones de intercesión, sobre todo, si pasan por Mi Santísima Madre, tienen más importancia de lo que tú crees.

Si tuvieras más fe, en el instante de tu oración, podría actuar con más fuerza. En estos tiempos que son los últimos, necesito urgentemente que las personas renuncien a ellas mismas, a sus deseos, a su bienestar, a su confort, e incluso a sus propias necesidades, para que sus oraciones, junto con las mías, a las de mi Santísima Madre, a las de los Santos y Santas  y a la de los Ángeles, ayuden en el combate que se está librando, ahora.

Tú Sabes que mi Madre Santísima aplastará la cabeza de la serpiente, por lo que estamos en el bando de los vencedores. No hay duda. Pero Yo, no quiero perder a ningún hijo en la tierra, y por ello tengo la necesidad de las oraciones de las almas que me den su consentimiento, y que pueda utilizarlas a Mi manera según las necesidades, en lo invisible, para salvar a las almas, en vías de perdición. Si supieras como esas necesidades se vuelven urgentes y lo que puedo hacer con un simple “si”… me dirías muchos “si” día y noche, en beneficio de esas almas.

Comprendes ahora, porque mi Madre y Yo, no cesamos de pedirte tus “si”, que es el camino más rápido que abre la puerta a una gran cantidad de gracias que se derraman en los corazones, aun en los más insensibles.

Tú eres valioso ante mis ojos, te necesito. Sé humilde, desparece para que yo actúe con plenitud en ti, a través de ti y a tu alrededor.

Siempre se trata de mi Obra. Tengo necesidad de ti para ella, y para cuando quieras utilizarme para tu obra, no haces más que detener o retardar lo que es urgente en este momento, y sobre todo en lo invisible.

No busque caminos complicados; toma el de la sencillez, es ahí donde estoy. Aprende a no juzgar lo que pasa en el exterior, porque no tiene importancia. Lo que es importante es lo que pasa en el interior, que es donde se libran los verdaderos combates actualmente  y es allí donde voy a reconstruir lo que el Enemigo ha destruido.

Medita esta enseñanza, que es por ti y por todos y todas que la lean una fuente de gracias increíbles.

No temas, yo estoy siempre contigo y guío cada uno de tus pasos. Déjame actuar, Yo soy el Todopoderoso y has encontrado gracias ante mí. Te Amo”.

Aquí tenéis el enlace vídeo que os anuncié al principio

lunes, 25 de enero de 2021

 

¿Son estos los últimos tiempos?

El 1 de enero de 1997, Leandre Lachance recibía este mensaje de Jesús: “En estos  tiempos que son los últimos, tengo una necesidad urgente de los corazones que acepten a decirme un “si” total y sin condición; de repetirme este “si”, para que Yo pueda actuar, y voy a actuar rápidamente porque el tiempo urge”

 “Por la fidelidad de los míos, mis elegidos”, pág. 60


La conversión de San pablo. Convento de las dominicas, Caleruega

Estamos en este enero de 2021, en la festividad de la conversión de San Pablo, precisamente, cuando escribo esta reflexión y a la vista de la nota inicial, escrita hace 24 años, todo parece indicar, que se nos invita a una conversión total, como  aquel fogoso luchador en el camino de Damasco.

Y desgraciadamente, todo parece indicar, que vamos en dirección contraria. No tenemos más que estar un poco atentos a las noticias: hospitales saturados a causa de la pandemia que nos asola, y gente, mucha, más de lo que debiera, saltándonos las normas, y no sólo los insensatos que se enfrentan a la policía en fiestas demenciales, sino a gente común, como tú y como yo, que andamos por la calle y nos ponemos mal la mascarilla o nos sentamos en terrazas y la quitamos.

Pero no es lo peor no cumplir las normas. Es precisamente la dureza de corazón, que caracteriza a esta sociedad, hasta hace poco alegre y confiada.  Dureza que hace no pensar en los sanitarios, gente trabajadora, guardianes de la seguridad,…, en definitiva, en el prójimo  y sólo pensar en mi bienestar y mi comodidad. “Vino a los suyos; pero no le recibieron” y lo vuelve a decir y seguimos en la misma. ¿Qué más tiene que ocurrir, para darnos cuenta que lo primero no soy yo, ni lo segundo tampoco? Necesitamos humildad, para darnos cuenta que estamos bajo “muchos nublados, virus, crisis, necesidades…” y que tenemos que ser solidarios unos con otros.  Y empezando por los que mandan, hasta yo mismo, que ahora estoy reflexionando sobre esto, hay que reconocer que no lo somos. Nos dirigimos a nuestro Damasco particular, sin más miramiento que nuestro propio beneficio. ¡Ojala caigamos del caballo, perdón del borrico en el que cabalgamos! y seamos capaces de ver lo que Aquel, que hizo caer a Saulo, nos dice a nosotros.

Y vuelvo mi mirada a  “los ojos misericordiosos” de la Santísima Virgen, porque como rezamos en los gozos a Nuestra Señora de la Peña de Francia: “de la peste que nos aterra, del estruendo cruda guerra, del mar, hórrido bramido, ¿Quién librarnos ha Señora de tan tristes circunstancias? Virgen de Peña de Francia, sed Nuestra fiel protectora” y muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre y nos cambie nuestra vida, como se la cambió a Pablo en el camino de Damasco. Amen.

viernes, 22 de enero de 2021

 

Reflexiones matinales del

22 de enero de 2021

 Leandre Lachance, es un empresario, jubilado de Canadá, que en los años noventa, se comunicaba directamente con Jesús. Tiene varios vídeos en YouTube, aunque están en francés, si bien alguno en español, habla de él. Tiene escritos tres volúmenes, que se pueden descargas gratuitamente en Internet. A partir del primero, todas las mañanas, dedico al menos media hora a reflexionar. Os envío la que he hecho esta mañana.


Leandre Lachance despide al año 1996, en las páginas 59 y 60 del libro “Por la fidelidad de los míos, mis elegidos”, agradeciendo y bendiciendo al Señor. Ni él, ni ninguno de nosotros podríamos pagar todo lo que el Señor ha hecho.

Personalmente, yo me dirijo a Jesús y a su Santísima Madre, como intercesora, suplicante, para que me haga fuerte en la fe, en medio de las adversidades, que estamos padeciendo. Señor, la contestación que le das  a Leandre, me gustaría que fuera para mí: “No te inquietes, he preparado todo y me ocupo de todo. Permanece en la acción de gracias y en la alegría, viéndome actuar

Y en la página siguiente, (estas palabras fueron proféticas al comienzo de 1997):

 Vosotros habéis sido (se refiere a su familia) elegidos para extender mi Amor al mundo. Quiero que este Amor lo viváis plenamente entre vosotros y esto será un testimonio para aquellos y aquellas que lo vean.

Esto es obra mía, no vuestra. Les sigo pidiendo un “si”, total, en las pequeñas cosas, en las alegrías y en las penas, en los éxitos y los fracasos.

Esta es la transformación que quiero, para el futuro, que confíen y sientan mi Amor, que es incondicional…

 Señor y amigo Jesús, pienso en lo que le dices a Leandre, hace más de 20 años, me lo dices a mi ahora, en medio de la incertidumbre en la situación que estamos viviendo. Todos los mensajes, que estoy recibiendo, apuntan a la misma dirección, como este vídeo que he visto esta mañana. Sé tú nuestra roca en la que nos asentamos, no nos dejes caer en el desánimo. Vuelvo a darte el , desde mi humilde posición y quiero proclamarlo, en los medios que tengo a mi alcance, para que todas las personas, ligadas a mí, de una forma u otra, reciban tu Amor y todos los habitantes de este atribulado mundo. AMEN