En el desierto
En
el desierto no estarás perdido
Si
encuentras fe para creer en el oasis
Pág. 106 de “Las 7 columnas del alma” de
Phil Bosmans
Y en la página
siguiente del citado libro leemos: “En
nuestra artificiosa sociedad se ha cometido un error. Se ha olvidado algo
fundamental, imposible de sustituir por nada más. Se dictaron leyes sociales,
se establecieron instituciones sociales y servicios de relaciones públicas,
pero se olvidó que todo eso carece de sentido si en cada relación humana, tras
las ventanillas y a través de los dossiers de papel, no resulta visible ni
perceptible un corazón humano. Se olvidó tener en cuenta la mayor fuerza
socializadora y comunitaria que Jesús trajo al mundo cuando dijo “Amaos los
unos a los otros”.
Occidente
no anda falto de conocimientos de técnicas, de habilidades, sino básicamente
falto de amor.”
Curiosamente, es lo que
proponía hace dos días en este mismo blog, en la entrada titulada “Amor incondicional”, en la que la
sesión 8ª del Proceso de la Presencia, así lo proponía.
Pero es muy bonito,
escrito, meditado y compartido. Hermosa utopía; pero la realidad por desgracia
es otra. Yo mismo, después de haberme entrenado en los ejercicios de esa
sesión, a la menor, que se me lleve la contraria, posiblemente “vuelva a las
andadas”. Somos complicados y no hace falta que lo diga Eduardo Punset, en el
libro “El alma está en el cerebro”. Incluso, atacamos los “cristianos” a los no
cristianos y estos, sin piedad nos atacan ¿Dónde está la mesura?, ¿Dónde está
el Amor? Así le va a la sociedad.
Más no desesperemos.
Estamos en Adviento y el profeta Isaías,
nos recuerda constantemente: Las espadas
se convertirán en arados y los carros de combate en tractores. Esto se dijo
hace 2500 años, cuando no había tractores; pero dicho está y se cumplirá. No desesperemos.
Para encontrar el oasis, sólo la fe nos alumbra, como dice San Juan de la Cruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario