lunes, 30 de marzo de 2020


A pesar de todo…
In memoriam . Fructuoso Mangas Ramos

No entregues tu alma a la tristeza.
Ni te atormentes a ti mismo con tus cavilaciones.
La alegría del corazón es la vida del hombre.
Engaña tu alma y consuela tu corazón, echa lejos de ti la tristeza,
Que perdió a muchos y no hay en ella utilidad
Eclesiástico 30, 21-23



Apenas he leído los versículos del Eclesiastes, recibo un wasap, en el que se dice escuetamente, que acaba de fallecer Fructuoso Mangas Ramos. Mi corazón se acongoja, más de lo que ya  está; pero sigo pensando que la casualidad no existe y la sincronicidad paradógica, de que la biblia me invite a la alegría, en medio de tanto dolor, algo tiene que decir. Fructuoso, hubiera tomado este texto también
Poco más voy a decir, aunque podría escribir mucho. Sólo pondré aquí uno de los últimos escritos, que nos enviaba, con el título 3 COSAS 3, en la que acompañaba unas fotos del retablo de la catedral y una de ellas pongo en esta entrada.
La alegría es, que Fructuoso, está en la Atalaya, junto al Padre el Hijo y el Espíritu Santo, María Santísima y los ángeles y los santos y que seguirá iluminándonos, y bendiciendo a su querido movimiento de Manos Unidas.
Fructuoso Mangas. Ruega por nosotros

Pues sí, me sorprende
Escrito recibido el 7 de marzo de este año,

por correo electrónico


Lo de me sorprende es una forma suave de decir lo que siento ante el tratamiento gubernamental del derecho a morir con dignidad, de la llamada muerte digna. Y aclaro, aunque esto ni quita ni pone, creo, que hace pocos días veía una vez más el documental y la película sobre Ramón en TV1, y escribo no desde estas dos aproximaciones sino desde la presentación del decreto ley sobre la eutanasia el pasado 11 de febrero y desde mis convicciones cristianas.

Me sorprende que se dedique el esfuerzo a un extremo y todo sea blanco o negro y no se vislumbren con la misma prontitud gubernamental, eficacia ministerial y nitidez legal espacios y pasos intermedios que estarían al alcance de todos con una inversión importante en paliativos, en recursos terapéuticos, en supresión de recursos desproporcionados…
·        ¿Dónde está la cordura y quién rompió el equilibrio y la proporción?                                                                                                                                                                       
Me sorprende que en un tema como éste de un fin digno para la vida, que exige diálogo y confrontación a todas las  bandas como el que más, el gobierno decida que esto de la eutanasia se hace por decreto ley, aunque se presentaran hace un año más de un millón de firmas para aprobarlas. El poder, como a veces el sueño de la razón, crea monstruos.
·        ¿Precaución, miedo, truco autoritario, arbitrariedad, deseos de paz social, evitar preocupación al ciudadano?                                                                                                                                                           
Me sorprende esa seguridad de que una persona en las condiciones extremas que se suponen sea capaz de decidir con libertad sobre su muerte por muchas cautelas que se incluyan. Y no olvido que para un no creyente lo de decidir sobre su vida y sobre su muerte está del todo en sus manos, salvadas las cautelas que puede fijar la autoridad competente.
·        ¿Sobre algo de tal envergadura como vivir o morir podrá decidir una persona en situación tan dramática en un juicio tan difícil y sin vuelta?                                                                                                                      
Me sorprende la falta de comprensión y de aceptación cuando ha habido alguien, normalmente la persona más cercana y más querida, que ha ayudado activamente a morir a quien lo estaba deseando. Una cosa no quita la otra, creo.
·        ¿No era primero la persona, la que fuera, y luego la ley, la que fuera?
Me sorprende que sea precisamente cosa progre o de avance humano una decisión como ésta cuando hay tantos pasos sociales y retos bien cargados de humanidad en nuestra sociedad que serían más prioritarios hasta por decreto ley: ley de dependencia para todos, plazas en residencias al alcance de todos, acompañamiento a personas mayores en soledad, espacios de encuentro y de relación para personas mayores, subida justa de las pensiones no contributivas y de las que no llegan al salario mínimo, reconocimiento social de los mayores en medio de la sociedad actual…
·        ¿Ahorro de gastos, ahorro de cuidados, ahorro de problemas, ahorro de otras urgencias de mucho más gasto y más calado?                                                                              
Me sorprende que un médico –esa persona que lo ha dado casi todo por la defensa de la vida como cualquier otro profesional de la salud- tenga la frialdad laboral y el distanciamiento profesional para gestionar de esa forma, violenta siempre, el fin de esa maravilla que siempre es la vida. Siempre. Aun en las condiciones más adversas.
·        ¿No tiene cualquier médico otras medidas y soluciones?                                                                                                                                    
Me sorprende que los que mandan y legislan miren tan fijamente este problema, lateral creo yo, con perdón, y lo pongan con prisa y por delante y el primero y ni se pregunten, al parecer, por las más de 40.000 personas que cada año intentan suicidarse y por las 4.000 que lo consiguen, o por cientos de personas que en mi provincia, Salamanca, una verdadera casona de ancianos, darían una mano por una pensión de mil euros, o por los miles y miles de personas a las que no llegan los cuidados paliativos y acaban muriendo injustamente de manera inhumana, o por los miles y miles de viejos que sufren maltrato, desprecio y soledad, etc., etc., etc. Y cien etcéteras más. Me sorprende, la verdad. Y mucho.
·        ¿Cómo puede haber tal desparpajo antisocial para dedicarse a esa anti-escala de valores humanos?                                                                                                                                 
Me sorprende que construyamos y visitemos sobre cogidos el Monumento a los Muertos por la Aktion 4 de los nazis en el Tiergarten berlinés –unos 200.000 ancianos inútiles, elementos asociales, excrecencias sociales, manos muertas, moribundos sin familia…- y luego –no comparo ni mucho menos pero sí relaciono- medio mundo gestiona el suicidio asistido, ahora llamado eutanasia.
·        Era por ahorro económico, carga social, rechazo racial, cierta compasión oficial, alto nivel de gasto inútil, banalidad de una vida terminal, etc… y hoy puede ser por algo de eso o por lo que sea. No importa, me parece a mí, la razón sino el hecho en sí se haga por lo que se haga y con quien se haga.
Me sorprende, filosofando sin más, que si el ciudadano tiene que afrontar el vivir se le ponga como se le ponga, no deba también afrontar el morir y vivir la muerte y su proceso se le ponga como se le ponga.
·        ¿No hay días que a mucha gente le cuesta vivir y que está tentado de acabar tirándose por la ventana? Pues no debiera hacerlo. Pues en el morir tampoco
Y todo esto sin recurrir explícitamente a la fe, especialmente monoteísta, judía, cristiana o islámica al menos, en las que hay Alguien por encima de la vida y de la muerte, porque desde ella todo estaría mucho más claro y con menos curvas, estrategias y tácticas de no solución. Porque hacer morir ni es solución ni es vivir la propia muerte, que por cierto hoy tiene suficientes ayudas médicas para que sea absolutamente digna sin tener que llegar a un suicidio asistido ni a un recurso letal mal llamado eutanasia, extremo e inhumano.
NOTA. Todo esto lo dicen desde hace tiempo y mucho mejor que yo Javier de la Torre, profesor de Comillas, y José Carlos Bermejo, Director de Tres Cantos, en cualquiera de sus libros sobre el tema. Y muchos escritores más, católicos o no.
Fructuoso Mangas Ramos


domingo, 29 de marzo de 2020


¿Podemos cambiar “la realidad”?

Venid, volvamos al Señor, pues Él nos curará.
Dentro de dos días nos dará la vida
y al tercer día, nos hará resurgir
y en su presencia viviremos
Oseas  6, 1-2

Las casualidades no existen, al menos a nivel de partículas y en el mundo macroscópico, seguramente tampoco. Por ello es significativo, que ayer, recibiera un wasap, de un amigo biólogo, en el que afirmaba, de una buena fuente, que sin embargo no citaba que a mediados de abril, la pandemia remitiría y curiosamente ayer, en mi rato de meditación por la mañana, apareció la cita que introduce esta página y curiosamente, he terminado de leer un interesante libro: “El síndrome del imán humano” de Ross Rosemberg, que trata de psicología, de gentes narcisista y codependiente; pero que no es el momento ahora de comentarlo y teniendo otros tres, en curso de lectura, se me ocurrió, echar un vistazo a la biblioteca y me fijé en uno, que ha tiempo había comprado y no lo había leído. Lo tomé y dije: vamos a leerlo. La pregunta que surge es ¿Porqué precisamente ayer?
Sea como sea, voy a intentar establecer un nexo, entre lo que ocurre y esta “pequeña anécdota”.
El libro en cuestión se titula “Misticismo y física moderna” de Michael Talbot. Y hasta aquí nada de particular. No he leído más que la presentación y quiero solamente para no cansaros entresacar las siguientes citas:
En la página 10, leemos: “Nuestros conceptos de tiempo y espacio, la misma estructura del universo, están relacionados con los problemas y el fenómeno de la conciencia más íntimamente de lo que habríamos podido sospechar
En la página 13: “Deberíamos prestar especial atención a las palabras de los físicos cuánticos, quienes al admitir que la mente humana tiene que ver con los fenómenos del llamado mundo objetivo, han abierto una auténtica caja de Pandora. Una nueva bestia se ha colado por la puerta de la Física Clásica y habrán de pasar aún muchos años antes de que podamos ver todo el efecto que ello va a producir en el mundo de lo tangible. Una cosa es cierta: si la mente humana produce un efecto incluso sobre algo como una simple partícula, la ecología entera del universo material queda afectada por ella”, y en la página21: “Se demostrará que la nueva física ha descubierto que en el nivel atómico no existe nada que pueda parecerse a la casualidad. Ello implica que la apariencia de casualidad en la vida cotidiana es un puro engaño estadístico. La nueva física sugiere que la conciencia misma se mete en los entresijos del mundo físico, afectándolos
¿A dónde quiero ir con estas citas? Muy sencillo, a señalar que nuestra oración es eficaz. Hay mucha gente que reza; pero está en el mundo de la física clásica. Nada que ver la oración con lo que ocurre; pero lo realmente importante es que la oración del papa el otro día en Roma, ha tenido y tendrá consecuencias positivas. Muchos sacerdotes, se encaraman a los tejados de las iglesias y torres de los pueblos y bendicen con el Santísimo. Esta mañana, el sacerdote de mi pueblo, hizo tocar las campanas, mientras impartía una bendición “populo et orbis” particular, retransmitida por wasap. Fuimos muchos los que tuvimos una emoción indescriptible, que renuevo al acordarme. ¿Cómo es posible que un trozo de pan, dentro del cristal de la custodia, produzca tanta emoción? No  hay respuesta, si no hay fe.
Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar.
Si tenéis intención de ojear ese libro, es de la editorial Kayros. No lo he encontrado en PDF; pero si se puede leer en pantalla. He sacado algunas páginas de la introducción que os puedo facilitar, si me las pedís.
Que el Pan bajado del cielo, Jesús Sacramentado nos bendiga.

sábado, 28 de marzo de 2020


Día 14 de la primera cuarentena
El Señor es mi Pastor
nada me falta
Del Salmo 23


 Durante casi toda esta cuarentena, he seguido una rutina, que me ha ido bien. Lo primero que he hecho, cada mañana ha sido leer un poco la biblia, intentando buscar "una señal", para vislumbrar cuándo terminará y como, toda esta pesadilla.
Recuerdo que en el servicio militar, que sabíamos cuando nos licenciarían, después del toque de oración, decíamos ¡Un día menos!, algo así se palpa ahora; pero con la incertidumbre, que no sabemos, el día de "la licencia". Hoy terminamos una cuarentena; pero mañana comenzamos otra.
La rutina diaria, además de echarle un vistazo a la biblia, buscaba "un mantra" para hacer 15 minutos de meditación. Tengo anotados algunos: Día 25 de marzo, día de la Anunciación, inspirándome en el libro de Job 17,15 "¿Dónde está pues mi esperanza y mi felicidad?, ¿Quién la divisa?”, versículo que muestra el sentimiento pesimista que tenemos en este momento; pero tengo que tener confianza en Dios de la vida y la resurrección por lo que no sigo buscando consuelo en “la palabra de Dios”, sino que asumo el mantra de ayer: Señor Dios del Universo, dame un signo de esperanza para mitigar la incertidumbre de estos días”
El día 26, doceavo de la cuarentena, estuve hojeando el segundo libro de las Crónicas; pero no me decía nada, por lo que, tomé para la meditación el mantra anterior.
Ayer, 27 de marzo, de la epístola de Santiago 1,22: “Poned por obra la palabra y no os contestéis con oírla”; pero ¿Qué palabra? Después de leer la 1ª epístola de San Juan, decidí que el mantra de ayer era: “Señor confío en ti. Hágase tu voluntad”
Y hoy ha ocurrido una sincronicidad. La palabra que escogí, ha sido Oseas 6, 1-2. Y esto fue después de recibir un wasap, de un amigo biólogo, en el que decía que mediados de abril, esto comenzará a remitir. Si no queréis esperar a mañana,  Dios mediante, en que intentaré explicar esto más exhaustivamente, haced un pequeño esfuerzo y buscad la palabra en la Biblia.
Y hoy he comenzado a leer un libro, que estaba esperando su lectura entre otros de mi biblioteca, el libro se titula “Misticismo y física moderna”, de Michael Talbot, en el que comienza afirmando que la mente modifica la realidad, así como suena. Por eso, es importante la oración, Ayer cuando el papa, bendecía al mundo con Jesús Sacramentado lo percibía.
Mañana intentaré también, si Dios quiere, extenderme más en este tema.
Y hoy es la fecha de nacimiento de Santa Teresa de Jesús, por ello os invito a ver este vídeo: ¿Que es la mítica?
Y por hoy, no os canso más. Oremos, por los fallecidos, de este virus, por los enfermos, personal sanitario, todos los están implicados en esto y por nosotros y nuestras familias, por España y por el mundo entero. Hoy también ha muerto un amigo íntimo, no por el coronavirus; pero que si no se hubiera desatado esta tragedia, posiblemente estaría todavía atenido en el hospital. Oremos también por él. Podéis hacerlo ahora, con este Toque de oración. 

jueves, 12 de marzo de 2020


Coronavirus

El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras, llega a no saber lo que hay de verdad en él ni en ninguna otra persona, o sea, pierde el respeto a sí mismo y a los demás. Al no respetar a nadie, deja de querer, y para distraer el tedio que produce la falta de cariño y ocuparse en algo, se entrega a las pasiones y a los placeres más bajos. Llega a la bestialidad en sus vicios. Y todo ello procede de mentirse continuamente a sí mismo y a los demás
Fíodor Dostoyevski, Los hermanos Karamazov



La cita, está sacada de otro libro, que ando leyendo ahora, concretamente es del capítulo 8, titulado Trastorno narcisista de la personalidad (TNP) y el libro es “El síndrome del imán humano”, cuyo autor es Ross Rosenberg.
No voy a escribir sobre el coronavirus. Ni soy médico, ni soy responsable del cuidado de población, ni colectivo alguno, sólo de mí  y de los de mi casa, aunque bien mirado, esto así dicho podría clasificarse como “narcisismo”, del que este capítulo habla. Sí, por supuesto, soy responsable de la comunidad, de la humanidad y del cosmos, como debemos ser los que supuestamente pertenecemos al Cuerpo Místico de Cristo.
Me ha llamado la atención, cuando me disponía a leer este capítulo, cómo la cita de Dostoyevski, analiza una de las “posibles causas” de la propagación de esta plaga que se cierne sobre la humanidad. Alguien ha apuntado que el narcisismo es la enfermedad del presente siglo.
Esta mañana he recibido vía WhatsApp, un vídeo en el que un sacerdote pasea en una desértica ciudad de Italia, al Santísimo Sacramento. Impresionante. Podéis verlo aquí
 Tenemos que volver a la confianza en que nada somos, sin Aquel que ES y que dirige nuestra auténtica vida, que la tenemos secuestrada por “otras causas”.
También por WhatsApp, he recibido este texto de un psicólogo italiano, que reproduzco aquí y yo ya me callo.
Bellísima reflexión del psicólogo F. Morelli, que circula entre nuestros queridos vecinos italianos:

Creo que el universo tiene su manera de devolver el equilibro a las cosas según sus propias leyes, cuando estas se ven alteradas. Los tiempos que estamos viviendo, llenos de paradojas, dan que pensar...

En una era en la que el cambio climático está llegando a niveles preocupantes por los desastres naturales que se están sucediendo, a China en primer lugar y a otros tantos países a continuación, se les obliga al bloqueo; la economía se colapsa, pero la contaminación baja de manera considerable. La calidad del aire que respiramos mejora, usamos mascarillas, pero no obstante seguimos respirando...

En un momento histórico en el que ciertas políticas e ideologías discriminatorias, con  fuertes reclamos a un pasado vergonzoso, están resurgiendo en todo el mundo, aparece un virus que nos hace experimentar que, en un cerrar de ojos, podemos convertirnos en los discriminados, aquéllos a los que no se les permite cruzar la frontera, aquéllos que transmiten enfermedades. Aun no teniendo ninguna culpa, aun siendo de raza blanca, occidentales y con todo tipo de lujos económicos a nuestro alcance.

En una sociedad que se basa en la productividad y el consumo, en la que todos corremos 14 horas al día persiguiendo no se sabe muy bien qué, sin  descanso, sin pausa, de repente se nos impone un parón forzado. Quietecitos, en casa, día tras día. A contar las horas de un tiempo al que le hemos perdido el valor, si acaso éste no se mide en retribución de algún tipo o en dinero. ¿Acaso sabemos todavía cómo usar nuestro tiempo sin un fin específico?

En una época en la que la crianza de los hijos, por razones mayores, se delega a menudo a otras figuras e instituciones, el Coronavirus obliga a cerrar escuelas y nos fuerza a buscar soluciones alternativas, a volver a poner a papá y mamá junto a los propios hijos. Nos obliga a volver a ser familia.

En una dimensión en la que las relaciones interpersonales, la comunicación, la socialización, se realiza en el (no) espacio virtual, de las redes sociales, dándonos la falsa ilusión de cercanía, este virus nos quita la verdadera cercanía, la real: que nadie se toque, se bese, se abrace, todo se debe de hacer a distancia, en la frialdad de la ausencia de contacto. ¿Cuánto hemos dado por descontado estos gestos y su significado?


En una fase social en la que pensar en uno mismo se ha vuelto la norma, este virus nos manda un mensaje claro: la única manera de salir de esta es hacer piña, hacer resurgir en nosotros el sentimiento de ayuda al prójimo, de pertenencia a un colectivo, de ser parte de algo mayor sobre lo que ser responsables y que ello a su vez se responsabilice para con nosotros. La corresponsabilidad: sentir que de tus acciones depende la suerte de los que te rodean, y que tú dependes de ellos.

Dejemos de buscar culpables o de preguntarnos porqué ha pasado esto, y empecemos a pensar en qué podemos aprender de todos ello. Todos tenemos mucho sobre lo que reflexionar y esforzarnos. Con el universo y sus leyes parece que la humanidad ya esté bastante en deuda y que nos lo esté viniendo a explicar esta epidemia, a caro precio”.

(Cit. F. MORELLI, traducido al español)