Serenidad mental
Interferencias
Si
no prestas atención, desconectas de tu intuición y no agarras bien el timón que
mantiene tu rumbo, las interferencias te influyen y cambias de dirección, por
lo que no actúas de acuerdo con lo que has decidido.
Mirian Subirana en Serenidad mental,
pág. 27
Me imagino a Ulises navegando en su
regreso a Ítaca, escuchando los cantos de sirena y volviéndose loco, entre el
oleaje y seguir con la tarea de la navegación. Por fin decide que se pongan tapones
de cera en los oídos, para seguir con lo único que importa: centrarse en la
navegación, para llegar al destino programado.
Nuestra vida, en palabras de Jorge
Manrique, es un transitar por este camino de la vida. “este mundo es el camino
para el otro que es morada. Más vale tener buen tino para andar esta jornada
sin errar”. Camino, lleno de obstáculos, interferencias, estímulos… que nos
alejan de nuestro verdadero objetivo.
En esta breve reflexión, voy a céntrame,
en las interferencias mentales, que planean, como moscas desagradables en
nuestras decisiones. Como Ulises, tendríamos que bloquearlas drásticamente;
ahora bien ¿Cómo? Es muy fácil lo de los tapones de cera para no oír los cantos
de sirena; ¿Pero, que defensas ponemos a la mente, para bloquear estas
interferencias? Un sencillo ejemplo podría ser ilustrativo. Ayer encontré una
agenda, de hace muchos años, que estaba dando vueltas por la casa, más años de
lo debido. Siempre que la veía, le echaba un vistazo y volvía a guardarla. La interferencia
era el sentimiento de los años en que la usaba. Ayer cuando la volví a
encontrar eché un vistazo a su interior y me di cuenta, que muchos de mis
amigos, que allí estaban reflejados, habían muerto o ya no vivían en esa
dirección. ¿Qué sentido tiene guardar esa agenda? Así es que me puse el “tapón
de cera”, para no sentir la nostalgia y sin pensármelo dos veces, rompí en mil
pedazos esa agenda.
Y así debo hacer con muchas cosas: A
cualquier sitio que miro, pienso, que “eso” ya no debería estar allí; pero hay
cantidad de interferencias, que me impiden eliminar “eso”.
Para que nuestro camino sea efectivo, lo
primero que tenemos que tener claro es que nuestra meta, es “el Mundo que es morada” y es mejor “tener buen tino”, es decir, caminar
ligeros de equipaje, aunque para ello ¡Cuantos “tapones de cera” necesitamos!
Un amigo me comentaba que tenía
preparado una caja con apuntes de la carrera, para tirar; pero que a la hora de
la verdad, fue incapaz de tirarla.¿Qué interferencia, le impidió llevar a cabo
tal acción? Me vi retratado en cierto modo.
Por
hoy dejo aquí la reflexión; pero esto da para mucho, por lo que volveré sobre
este tema, al hilo del libro reseñado al principio, posiblemente.