Ser conscientes del camino
El
Proceso de la Presencia se dispone a desmantelar
deliberadamente las barreras
deliberadamente las barreras
que nuestro arrogante ego crea con sus interminables llamadas,
para que podamos
despertar una vez más nuestro oído interno
a la dulce y silenciosa voz de
nuestra presencia interior.
Y pretende esto porque establecer esta comunicación
interior es lograrlo todo.
Michael Brown, “El Proceso de la
Presencia”, Pág.162
Hace unos días,
publicaba la anterior entrada, titulada “En camino”, que podéis ver a continuación
de esta; pero me he sorprendido, porque parecía “que se me había ido la
inspiración” para seguir escribiendo. Esta mañana he caído en la cuenta de que
no hay tal, sino que el ego, ha emergido y además con fuerza. Y al ego, hay que
domarlo, haciéndole caso al Espíritu Santo, que se manifiesta con la voz procedente de nuestra intuición
interior. Es lo que pretende el libro, reseñado en la cita inicial.
“Siempre ascendiendo;
pero nunca ascendidos”, nos dijo en el sermón de la Ascensión de nuestro Señor
Jesucristo, Fructuoso Mangas, pues el
camino es duro, si te paras y crees que ya está. Malo: hay mucho vendaval,
mucha manipulación de los medios, mucho móvil, mucho washapp, demasiada “desinformación”.
No me voy a extender
demasiado y como una sincronicidad, esta mañana en el boletín semanal que manda
Enrique Martínez Lozano, he encontrado este artículo, que podéis ver AQUI
o descargar
PDF
Seguimos en camino
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