martes, 8 de octubre de 2019


Ser conscientes del camino

El Proceso de la Presencia se dispone a desmantelar
 deliberadamente las barreras
 que nuestro arrogante ego crea con sus interminables llamadas, 
para que podamos despertar una vez más nuestro oído interno 
a la dulce y silenciosa voz de nuestra presencia interior.
 Y pretende esto porque establecer esta comunicación interior es lograrlo todo.
Michael Brown, “El Proceso de la Presencia”, Pág.162


Hace unos días, publicaba la anterior entrada, titulada “En camino”, que podéis ver a continuación de esta; pero me he sorprendido, porque parecía “que se me había ido la inspiración” para seguir escribiendo. Esta mañana he caído en la cuenta de que no hay tal, sino que el ego, ha emergido y además con fuerza. Y al ego, hay que domarlo, haciéndole caso al Espíritu Santo, que se manifiesta con  la voz procedente de nuestra intuición interior. Es lo que pretende el libro, reseñado en la cita inicial.

“Siempre ascendiendo; pero nunca ascendidos”, nos dijo en el sermón de la Ascensión de nuestro Señor Jesucristo, Fructuoso Mangas,  pues el camino es duro, si te paras y crees que ya está. Malo: hay mucho vendaval, mucha manipulación de los medios, mucho móvil, mucho washapp, demasiada “desinformación”.
No me voy a extender demasiado y como una sincronicidad, esta mañana en el boletín semanal que manda Enrique Martínez Lozano, he encontrado este artículo, que podéis ver AQUI o descargar PDF
Seguimos en camino

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