miércoles, 29 de junio de 2016

El científico insensato y el sensato


Elaborado por Emilio Iglesias[i]  27 de junio 2016

         En este caso se trata de dos grandes premiados en 2016 por “Excelencia  en Investigación” que concede La Fundación BBVA todos los años,  por sus investigaciones sobre el origen del universo en los comienzos, eso que ellos han llamado “semillas de las galaxias”.
         Stephen Hawking inglés, genio de la Física y súper héroe de supervivencia, el único ser humano que ha logrado los 74 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que  le diagnosticaron  cuando tenía 22 años y le dieron  dos de vida.
         Slava Mukahanov, ruso de los tiempos del comunismo en Rusia, la antigua Unión Soviética, tiene 59 años de una familia humilde sin estudios. Pero en su ciudad había una biblioteca con libros de Física y  Matemáticas. Admite que era el único que los leía, pero así nación su interés por la ciencia y no podía imaginar que más tarde se ganaría la vida con ello. Fue el matemático Andrei Kolmogorov quien lo descubrió reclutando chicos con talentos para los números por las provincias. Se dedica después de salir de la URSS  a estudiar no-homogeneidades que son las que se dan en esos inicios  después del big-bang.
         Ambos físicos han llegado a las mismas conclusiones por caminos distintos sin saberlo en tiempos del telón de acero.
         Pero no vamos a tratar de cuál es su descubrimiento ni su fundamento sino la diferencia de interpretación que tienen del universo y ustedes mismos ante las respuestas de ambos me van a descubrir quién es el sensato y quién el insensato.

Uno responde así:
         “El universo se creó de la nada. Es una creación espontánea que se explica por la propia existencia de la ley de la gravedad que él considera identificado a  la que llama superhéroe del universo.
         Si queremos sobrevivir como especie, debemos intentar alcanzar las estrella. Los avances tecnológicos de las dos últimas décadas harán que esto sea posible en el lapso  de tiempo de una persona.
         En algún lugar del cosmos quizá haya vida inteligente, que podía estar viendo estas luces nuestras, conscientes de lo que  ellas significan. Sea lo que sea. No  existe una pregunta más grande. Es tiempo de comprometerse a hallar la respuesta más allá de la tierra.
         El desarrollo de una completa inteligencia  artificial podría traducirse el  fin de la raza humana. Los humanos que son seres limitados, no podrían competir con las máquinas y serían superados.
         En casa todo lo debatíamos… siempre pensar a lo grande.
         Mantener a alguien vivo contra su deseo es la última indignidad. Consideraría el suicido asistido solo si sufriera un gran dolor o si no tuviese nada que aportar y fuese una carga para los demás que me rodean.
         Recuerda mirar hacia las  estrella y no a tus pies, trata de dar sentido a lo que ves y pregúntate qué hace que el universo  exista. Sé curioso aunque la vida te parezca  difícil. Siempre hay algo en lo que puedes tener éxito. Lo importante es no darse por vencido.”

Veamos lo que dice el otro:
         “Las máquinas solo serán más listas que nosotros si no empeñamos en ser más tontos que ellas y dejamos de pensar.
         En mi país solo podías sobrevivir si eras alcohólico o científico.
         Todo el mundo busca una explicación del todo sobre el origen del universo, Einstein la buscaba, yo también la busco, pero nadie la ha encontrado. Podemos soñar con una teoría final, pero eso no significa que ese sueño se vaya a materializar. La gente  debería ser un poco más modesta.
         De acuerdo con la ley física, puedes producir universos literalmente de nada. Esto requiere una explicación larga, pero es muy probable que la totalidad de nuestro universo se produjera  como consecuencia de una fluctuación cuántica a escala mucho más pequeñas que la del tamaño del núcleo del átomo. Cabe imaginar que el número de universos sea enorme; que como dice el Zohar, la Kabbalah judía, “Dios cree nuevos mundos constantemente”.  Ahora bien, todavía no hemos dado sentido matemático a esta afirmación. No está probado….así que estamos en el límite de la ciencia y la religión y por tanto no puede ser sujeto de mi actividad profesional.
         La imaginación debería ser razonable. No debe ir más allá de ciertos límites porque si lo hace, se convierte en enfermedad psiquiátrica. ¿Me explico?
         Huir de la tierra, en un futuro próximo, no es posible, serían tiempos tan enormes que no debería  ser nuestra prioridad pensar en ello. Ni Marte es tan agradable como la Tierra.
         Yo creo que sería mucho mejor en invertir dinero en hacer a las personas  un poco más listas y no tan estúpidas como algunas veces demuestran metiéndose en guerras solo por entretenimiento.
         Los viajes a través del tiempo, en agujeros  gusano, etc., son solo espectáculos de Hollywood, no tiene el más mínimo soporte científico.
         En cuanto a la inteligencia artificial, hay que tratar de  que las personas no sean más estúpidas que las máquinas. Porque esa es la tendencia: dejar de pensar para que piensen los ordenadores. Pero si la gente no se esfuerza, en volverse más estúpida que las máquinas, éstas no serán nunca más inteligentes que la gente.
         Las máquinas nos podrán ahorrar el 99% del trabajo de los humanos, pero las máquinas nunca tendrán imaginación y pensamiento original. Ni siquiera los ordenadores cuánticos.
         Hace treinta años, la mayoría leía libros, iba al teatro,… ahora los jóvenes están enganchados a los móviles sin tener la más mínima idea de cómo funcionan. Se dedican a enviar  un montón de mensajes sin ningún contenido.
         Yo me empecé a interesar por la ciencia por curiosidad, me atraía la belleza de las fórmulas que trataba de entender, aunque pensaba que me ganaría la vida limpiando calles.

         Aquí acaban las respuestas de uno y otro de dos versiones o interpretaciones de la ciencia actual, de la tecnología, sus aplicaciones  en la vida y repercusiones en la sociedad.
         Cada uno puede participar  de sus opiniones en cada uno de los  campos en que dan sus respuestas. De  esta manera, además de estar informado de la actualidad científica en vanguardia,  puedes ampliar tu  curiosidad y afición a la misma a la vez que compartir con otros.






[i] Emilio Iglesias es profesor jubilado de Física y Química y misionero

martes, 28 de junio de 2016

Sincronicidad

Había pensado escribir esto ayer; pero por alguna razón,
 que desconozco, escribí otra cosa.


         Y resulta que lo que escribí, tiene y mucho que ver con esto. Ya lo he notado varias veces, Alguien, con mayúscula, me guía, pues ayer, me dirigía a ejercer mi derecho al voto a las 12, 20 h. aproximadamente, pensando en ir a misa a las 12.30 h. en una iglesia próxima a mi casa; pero se me hizo tarde y llegaba tarde a misa, por lo que decidí ir a las 13h., pero ¿Dónde?, pues ha cambiado el panorama, de mi parroquia. Ya no hay “misa de una”, los domingos. Ahora como han agrupado a varias parroquias, suelen poner un anuncio con los horarios en la puerta. Ayer no estaba. Decidí acercarme a San Martín y me encuentro con D. Fructuoso, el anterior párroco de mi parroquia, que me dice: voy a celebrar misa en san Benito a la una. ¡Estupendo!, pensé, me apunto. Y faltaban diez minutos, por lo que entré en la Iglesia, recordando tiempos de estudiante, cuando San Benito, se llenaba de jóvenes universitarios, y había que quedarse de pie, incluso hasta canté en un coro que había allí en aquellos tiempos.
         La iglesia estaba vacía, solo yo, una señora y el sacristán, que me pidió un mechero para encender las velas. Yo no fumo, le dije; pero la señora lo facilitó “et lumen facta est”. Se me eligió, al llegar tan pronto,  para hacer la primera lectura, mientras tanto oía una voz maravillosa. Pensé: ¡qué música van a poner en la megafonía tan bonita!; pero era el coro que ensayaba en la sacristía, pues al poco rato salían con instrumentos, violines, guitarras… y comienza la celebración, el canto del gloria: ¡El mismo canto, que hace no sé cuántos años; pero con mejor coro! Leo la primera lectura, del libro 1º de los Reyes, “Elías encontró a Eliseo, arando con 12 yuntas en fila y él llevaba la última. Elías pasó a su lado y le echó encima su manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió hacia Elías… marchó tras Elías y se puso a su servicio” Palabra de Dios. Salmo
Resulta que era el Salmo 15, 1-2.5-11: “Tú Señor, eres el lote de mi heredad”. ¿Un Salmo cualquiera? No, es el salmo que más nos gusta a mí y a mi mujer. ¡Vaya reglazo!
         Bueno, luego la homilía de Fructuoso, que no tiene desperdicio, hilvanándola con la segunda lectura y el evangelio, Lc 9, 51-62: “El que echa mano en el arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios”. Es necesario dejar cosas, tenemos demasiadas, casi tantas como las ¡12 yuntas de Eliseo!, nos dijo Fructuoso, para seguir a Jesús (Esto es lo mismo que escribí esta mañana). Y me quedé con una frase que nos dijo: “El que sigue a Jesús y no es feliz, mejor que no lo siga”.
         La misa fue larga; pero a mí se me hizo corta. Prometí volver, la lástima es que Fructuoso estuvo de paso. Otro día tal vez coincidamos, en cualquier caso, no importa, pues volviendo a lo que escribí esta mañana, tal vez también sea un apego ir siempre a la misma misa, pues no vamos a misa (probablemente) a seguir a Jesús, sino a escuchar el coro que canta muy bien. Sea lo que sea, están actuando los “tenues hilos”, que mueven mi existencia y la de Vd., querido lector, querida lectora.

         Y ya está. Esto es lo que sucedió ayer, entre las 12 h. y las 14 h., el resto probablemente tenga poca importancia ¿O no? 

lunes, 27 de junio de 2016

Richard Buckminster Fuller

Anoche, intentando despreocuparme del resultado electoral, leo en la página 295, del libro “Otro modo de ver, otro modo de vivir”, de Enrique Martínez Lozano, (Ed. Desclée de Brouwer) el nombre de Richard B. F., en una nota que remite a otro libro de Jon Kabat-Zinn: Mindfulness en la vida cotidiana. Donde quiera que vayas, ahí estás (Ed. Paidós)


         En esa nota, leo que una noche, Richard, pensó en el suicidio al borde del lago Michigan, a causa de sus continuos fracasos empresariales, pero en lugar de hacerlo, pensó vivir, como si ya hubiera muerto. “Si estaba muerto, ya no tenía por qué preocuparse por cómo le saldrían las cosas a nivel personal y estaría libre para dedicarse a vivir como un representante del universo… En lugar de vivir para sí mismo, se dedicaría a preguntarse: Dentro de todo lo que yo sé hacer, ¿Qué hay en este planeta que deba hacerse y que probablemente no ocurrirá a menos que yo asuma la responsabilidad de hacerlo?
         Sería interesante ahondar más es esta historia, aunque me ha llamado la atención, que fue el inventor de la cúpula geodésica, la imagen  sacada de internet, acompaña a esta entrada; pero no es mi intención ni el lugar, ocuparme de esto, aunque si pongo aquí un enlace de Wikipedia, para el lector interesado:
         A pesar del título, voy en esta entrada a ocuparme de otra cosa: Recordaréis aquella canción de Rafael que decía más o menos: “¿Qué nos imparta, le gente que va (vamos) por el mundo y no ven (vemos) más que tierra?” También recordaréis aquello, que de tan manoseado, ha perdido fuerza, de santa Teresa: “Nada te turbe…” y es que he visto, que estamos polarizados, ante un evento como el de ayer, unas elecciones generales o un campeonato del futbol o lo que los encargados de los medios audiovisuales, nos quieran vender. “Mirad, despertad ya del sueño, mirad, y veréis al Señor. La muerte ha quedado vencida, porque resucitó”, esta es una canción que suelen cantar los “Carismáticos” y si no despertamos, nuestra vida será un calvario.
         ¿Y a qué viene todo esto?, pues muy sencillo, estoy terminando de leer el libro citado en primer lugar: “Otro modo de ver…” y E. M. Lozano en el capítulo 9 y último hace la reflexión, un poco basándose en algunos libros de neurocintíficos y en las tradiciones advaitas sobre la no-dualidad  (todos somos uno). Compara la vida como una representación teatral, en la cual, como en el teatro, en que parece que los actores son libres y sin embargo están siguiendo un guión. Podemos así caer en el el determinismo, con lo que el  libre albedrío queda excluido; pero en la pág. 270, E. M. Lozano escribe: “… todo esto parece ser tan sutil y delicado que solo puede entenderse desde la paradoja… no existe ningún yo libre, pero nuestro nombre más profundo es libertad

         Hace unos años, leí un magnífico libro, posiblemente, de los mejores que he leído, titulado “El equilibrio entre el cielo y la tierra” de Robert A. Johnson, en el que decía que sólo se es enteramente libre, si se cumple la voluntad de Dios. Pensamientos parecidos a este  le oí al P. Bernardo, en la Escuela de Teología, cuando nos daba ética. Y en el fondo esa frase, resume el sentido último del capítulo que intento  comentar. La idea la entiendo; pero no atino a expresarla bien. Puede ser así: Nuestro ego, nos engaña, quiere ser el protagonista, queremos cambiar el gobierno con nuestro voto, o con nuestras finanzas, mejorar nuestra economía, con nuestro esfuerzo, mejorar nuestro huerto y nuestro negocio. Eso está muy bien; pero… Acepta, vive, no mires a la tierra, no te turbes, sal de ti, como hizo aquella noche Richard Buckminster Fuller, piensa en Cristo Resucitado, que no es que volviera a la tierra, sino, que quedó en la Eucaristía y que como dijo también Él, “el Padre y yo somos uno”. Nada te turbe, si tienes a Dios, Señor del universo y que estás en Él o Él en ti, como quieras, no mires a la tierra, mira más allá, desengánchate de tu ego… despierta y sentirás al Señor…  

domingo, 19 de junio de 2016

La presencia del resucitado en la Eucaristía

Notas tomadas del libro “La Eucaristía del Nuevo Testamento”, de José Luis Espinel Marcos O. P.
 Ed. San Esteban


Es posible creer en la Eucaristía porque hay fe en la resurrección de Cristo, que es trascendente, “ascendida”. Ahora Jesús es Señor total del universo, es ubicuo. Jesús no tiene que entrar por las paredes,… cuando se presenta en las apariciones de Pascua “estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban los discípulos por temor a los judíos” (Jn 20, 19). Solamente tiene que hacerse visible. De otro modo, no hubiera marchado de este mundo… Jesús  [a diferencia de Lázaro] pasó a la otra dimensión…
“Debemos considerar que la comunidad se reúne, cada vez que celebra este sacramento, para encontrar al Señor no entre los muertos, ni entre los crucificados, sino para encontrarlo, según expresión de Lucas en el pasaje de las mujeres ante la tumba, como el Viviente (Lc 24, 5)[1]
… Los relatos de la Institución de la Eucaristía en los sinópticos y en San Pablo están construidos de forma que es Jesús quien habla, y en primera persona… en estos relatos, como en otros textos eucarísticos, donde habla Jesús siempre lo hace en primera persona… El contenido mismo de lo que dice lo está además, exigiendo: Se trata de Él mismo, de su específica misión, de acción escatológica… en tercera persona los hechos referidos a Jesús llegan hasta Mc 14,21; pero en Mc 14, 22 ya se habla en primera persona: “Tomad, esto es mi cuerpo”. Así en los cuatro relatos. Estas palabras son imperativas, declarativas, prometen, ofrecen: tomad, esta es mi sangre… os digo que no beberé… comed… bebed… haced esto en memoria mía.
Pablo sustituye el estilo narrativo histórico de Mc 14, 22-24… y no sólo nombra a Jesús, sino con el título máximo de Señor, y esto varias veces. Escomo si dijera: ¡Basta ya de modestia, de estilo secreto, de anonimato reverente cuando está en peligro la Eucaristía! Quien está entre nosotros es el Señor de la iglesia y es quien habla en ella desde ese título, desde ese puesto. Es Él quien dice las palabras eficaces, porque le atañen a Él, porque son su secreto mayor: la explicación de su vida y de su muerte, su íntima confianza en el futuro. Estas palabras se oyen, pues, en todos los relatos de labios de Jesús directamente… La densidad de pronombres y de terminología personal está descubriendo en el lenguaje profundo de estos relatos que las relaciones personales o, mejor, las interpersonales son máximas. Destaca sobre todo la presencia de Jesús, pero es para los demás: mi cuerpo por vosotros, mi sangre… por vosotros.
En el relato del encuentro de Jesús con los discípulos que iban a Emaús, sobre todo en los versos que hablan de la comida en términos eucarísticos,… [también ocurre esto]… Es muy interesante en este sentido el diálogo en el camino que también indica una especial presencia… En Hch 10, 41 Pedro cuenta una experiencia pascual con caracteres que pudieran ser intencionadamente eucarísticos: “nosotros quienes comimos-con y bebimos-con él, después que él resucitó”…
Tanto en los textos narrativos, en las epístolas, como en la liturgia, las palabras eucarísticas las dice Jesús…  Las palabras eucarísticas son palabras eficaces por eso sólo las dice Él. “El supremo don que nos es otorgado en la Eucaristía es la real y personal presencia del resucitado, del Señor glorificado”[2]… Quien preside la Eucaristía en la Iglesia pronuncia esas palabras, pero no son suyas, es sólo un instrumento de resonancia, un ministro del sacerdocio de Jesús.
El que todas las tradiciones se hayan comportado así con las palabras del testamento es un argumento a favor de la presencia de Jesús, que hace imposible que sea otro quien pronuncie sus palabras en nombre propio. Esto lo vio y lo experimentó la Iglesia apostólica, por eso nos trasmitió así los textos.
Es verdad también que toda palabra de Dios la dice siempre Él, aunque esté grabada en cinta magnetofónica… Nunca la deja, es suya y la palabra nos trae su presencia… desde el principio de la Iglesia la presencia de la palabra de Dios acompañó también a las reuniones eucarísticas. Pero las palabras “de la consagración” son sacramentales… La misa es suya, la Iglesia se une a Jesucristo…[3]




[1] M. DE BURGOS N´ÑEZ, O.P., “La presencia del resucitado en la Eucaristía”, Communio (Sevilla)(1984)
[2] C.E.B. CRANFIELD, The Bible and Christian Life (Edimburgo 1985)
[3] Estas notas han sido sacada del capítulo 4º del citado libro

martes, 14 de junio de 2016

Tentación y discernimiento

Es el título de un libro, que se lee en dos horas;
pero que se tarda meses, o tal vez años en asimilar.
Mensaje de WhatsApp enviado por mí, sobre este libro.


            No voy a hablar mucho de este libro, de Ediciones Narcea y cuyo autor es Segundo Galilea; pero antes de expresar lo que siento si quiero copiar un “parrafito” de la página 34: “…una actitud deficiente con respecto a Dios… trata de incorporar al Señor a nuestro trabajo, y no de incorporarnos nosotros al trabajo de Dios,… que es lo propio: Dios es el “piloto” y yo el “copiloto” ayudante”. Al comienzo de la página, a esta actitud deficiente, lo llama “Mesianismo”. Yo no quisiera usar esta palabra, para lo que quiero expresar; pero si citaré, según el libro la forma de actuar de las personas que caen (o caemos) en él: “Yo soy el “piloto” y el Señor es el “copiloto” ayudante. El que cae en esta tentación no deja de tener en cuenta a Dios, de rezarle y de recurrir a Él en los problemas, pero que le ayude [en lo que se trae entre manos] que él dirige y planifica…”
         Lo estoy viendo cada día en mí mismo y en los demás, quizá vea “pajas en el ojo ajeno” y no vela “vigas en el mío”; pero es así. No hace falta fijarse en los fariseos, tan cumplidores ellos, para dase cuenta de esta actitud. Basta observar un poco. Necesitamos humildad y reconocernos; pues como dice el salmo “Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles”; Pero no es fácil, sin un trabajo interior de discernimiento, de búsqueda y clarificación, con una actitud honesta, que trate de “doblegar al ego”, que muchas veces quiere sobresalir, exhibirse, buscar la vanagloria, el aplauso mundano, bajo falsas apariencias.
         Y no sólo eso. A veces pensamos que nuestras acciones o nuestros sermones, van a cambiar al otro, lo cual es falso. He leído en algún libro del profesor Cencillo, que el cambio sólo es posible por un trauma o por un profundo trabajo psicoterapéutico. Lo decía en el contexto de personas que se casan con otras que tienen este o aquel defecto, pensando en cambiarlas y la mayoría de las veces, lo que ocurre es que no hay cambio, y no pocas, el problema aumenta.
         Yo mismo, me confieso con ese defecto, aunque creo que me he dado cuenta a tiempo y posiblemente, el Señor, me lo advirtió en un sermón de Pentecostés, en el cual el sacerdote contó la historia del joven novicio que quería cambiar el mundo, cuando fue monje, lo hicieron prior y se conformaba con cambiar a la comunidad, llegó a viejo y le pidió al Señor que lo cambiara a él, que es por donde tenía que haber empezado.

         Pues eso, termino con la estrofa de una canción: “hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera” y ya está.

jueves, 2 de junio de 2016

Soto descubre la ley de la caída de los cuerpos 60 años antes que Galileo

La reseña que en, en la conferencia del Dr. José Ramón Jiménez Cuesta,
el 14 de mayo de 2016, me ha puesto en guardia:
La contribución de Soto a la ciencia,
no es muy conocida; pero fue un pionero de la ciencia actual


         Pues bien, como uno no está solo, gracias a Dios y la providencia, provee, como su propio nombre indica, otra vez Mª Carmen y otro amigo, Nacho, han contribuido a descubrir un mundo nuevo. En efecto, la primera me habló de este libro “San Esteban de Salamanca, Historia y Guía (Siglos XIII-XX), de José Luis Espinel, O.P. (Editorial San Esteban, Salamanca) y que en la página 102, estaba la reseña de Soto y la ciencia y el segundo, ayer, me habló del profesor Espinel, con un gran cariño y admiración, ya que había sido alumno suyo. También ayer, tuve la suerte de adquirir este magnífico libro en San Esteban.
Pero vayamos a lo que importa: De la página 102 copio literalmente:

SOTO DESCUBRE LA LEY DE LA CAÍDA DE LOS CUERPOS 60 AÑOS ANTES QUE GALILEO

         Invitado por las universidades de Salamanca y Alcalá y animado por el Cardenal Juan Álvarez de Toledo, Soto se decide a publicar largos estudios de filosofía, física y matemática, “Comentarios a los libros de física de Aristóteles” y Cuestiones a los mismos que aparece en Salamanca en 1545. La obra completa, dos volúmenes, aparece también en Salamanca en 1551.

         La importancia de esta obra, según W.A. Wallace (“The calculatores” in early Sixteenth-Century phsics, en The Brritish Journal for the History of Science 4 (1969) 230 y otras obras del mismo autor, en que se ocupa de Domingo de Soto) especialista que más la ha estudiado, estriba en que Soto “trata de ofrecer un mínimo de aparato matemático de lo que llegaría a ser la ciencia de la mecánica, y en un pasaje que ya fue notado por Duhem proporciona la formulación más antigua conocida de lo que después fue conocido como la ley de la caída de los cuerpos de Galileo”. Soto dice: “Donde un peso (molis) cae de los alto por un medio uniforme se mueve más velozmente en el final que en el principio. Pero la velocidad de los proyectiles en el final que en el comienzo y de tal manera que el primer movimiento se intensifica uniformitter diformis, mientras el segundo disminuye uniformitter diforme”

         La expresión latina de Soto: uniformiter difformis tiene como traducción exacta “uniformemente acelerado” para la caída, y a la inversa para la subida. Duhem, en su obra de principios de siglo, descubrió la originalidad de Soto. Actualmente se interesan por esta doctrina de Soto sobre todo los investigadores anglosajones. La ciencia reconoce hoy que Soto formuló la ley de la ley de la caída de los cuerpos unos 60 años antes que Galileo. Galileo conoció algunas obras de Soto y le cita, aunque no en este principio. Aunque la obra de Soto fue famosa, la parte de la misma donde formula esta ley y otras del movimiento no fue bien conocida, precisamente por su aparato matemático. Báñez colaboró con Soto en estos estudios. La física de Soto se publicó en Venecia en 1582 y se divulgó en el norte de Italia en seguida: galileo estudió en Pisa y Padua desde 1584. Por otra parte, la doctrina física de Soto fue divulgada en Italia por los jesuitas españoles discípulos de Soto, Francisco de Toledo y Benito Pereiro. En América divulgó la doctrina física de Soto su discípulo el agustino Alonso de Veracruz “padre de la filosofía mejicana”, que escribió Physica Speculatio editada en Méjico en 1557 y luego en Salamanca en 1562 pero no recoge la parte matemática y por lo mismo la ley aludida”.

         En la Guía a de Espinel, cuenta que Soto por aquellos años, estaba ocupado en traer trigo a Salamanca, desde Toledo, para remediar una gran hambruna, que afectaba a los estudiantes pobres de la Universidad y dedica más párrafos a este singular fraile; pero, en esta sencilla entrada prefiero centrarme sólo en este tema y no me resisto a mostrar mi indignación, porque no se propague la obra de estos singulares personajes en colegios e institutos y a defender y valorar nuestro patrimonio, que es mucho y muy importante.