miércoles, 24 de noviembre de 2021

 

Reflexión y oración

Reflexión: En la aceptación de “lo que es”, realizada en el presente, notamos que poco a poco se va disipando la idea de que hay “Alguien” que pueda aceptar o rechazar cuanto
sucede…

Oración

Aquí y ahora estoy

Sólo en el silencio,

Sólo en mi desorden,

Sólo en mi tormento.

 

Aquí y ahora estoy,

con Dios en mi aposento,

con Dios buscando el orden,

con Dios y mi contento.

 

Aquí y ahora estoy

feliz en mí aposento,

pues no estoy sólo, no.

Estoy con Dios y siento

que la vida fluye,

mejor en el silencio

martes, 23 de noviembre de 2021

Una ojeada al libro “Sincrodestino”, de Deepak Chopra

Concretamente al capítulo 6

 Derrama Señor tu gracia a nuestro atribulado corazón, para los que hemos conocido la encarnación de Jesucristo, nuestro Señor, seamos librados de las tristezas de ahora y confortados con la esperanza de que Tú vas con nosotros, pase lo que pase. AMEN

Me voy a limitar a transcribir, lo escrito en unas hojas, que he encontrado en dicho libro, con la oración, que encabeza estos apuntes,  escritas, como la que me inspiró la anterior entrada al final del confinamiento, concretamente el 12 de junio de 2020, día de San Juan de Sahagún. La desolación, del encierro, que decretó el gobierno y la pandemia, comenzaba a diluirse; pero persistía. Concretamente ese día, era la fiesta del patrón de Salamanca, desde donde escribo y no había nada, ni procesión, no misa solemne en la catedral…sólo “esperanza” de que las cosas mejoraran y que al año siguiente, volviéramos a la normalidad. En este contexto escribía las notas que a continuación expongo.

El título del capítulo es:

Quinto principio: Aprovecha las turbulencias emocionales.

Comienza el capítulo así: “Cuando entendemos que la realidad externa no puede separarse de la realidad interna, que el Universo es en realidad nuestro propio cuerpo extenso, resulta evidente que la energía negativa que está en nuestro interior es destructiva. La turbulencia emocional es uno de los principales obstáculos para el cumplimiento espontáneo de los deseos; sin embargo, es posible transformar la energía negativa en un nivel más elevado de conciencia

Da por hecho que hemos eliminado las turbulencias del resentimiento, aflicción, hostilidad y culpa, al repetir el Sutra: Mosksba” (soy emocionalmente libre), cosa que particularmente niego  en mi experiencia particular, pues ni he repetido el Sutra, ni he hecho meditación, sino todo lo contrario y ahora quiero poner una nota al respecto: Está muy bien todo eso; pero estos libros, no cambian la vida, a no ser que te lo tomes tan en serio, que no hagas otra cosa que estar haciendo meditaciones y repitiendo los sutras las 24 horas del día. Sin embargo, si se ha conseguido llenar aunque sea por una hora, el vacío existencial, como me llenó a mi aquella mañana del 12 de junio del año pasado, bienvenidos sean. Y seguimos:

Copio literalmente de la hoja: ¿Estoy libre de esos resentimientos, aflicción, hostilidad y culpa? La respuesta es no; por eso lo primero que tendría que hacer es liberarme de esas taras. Es necesario; pero tal vez no suficiente liberarnos de todo eso, además del engreimiento, del egoísmo y del auto conmiseración; pero ¿cómo? No vale pensar “me libro” y ya está. Otros lo han conseguido en peores circunstancias. Debe haber algún resorte, alguna casilla inicial, que inicie el proceso, como en el sudoku. Si no conseguimos esto, es inútil seguir leyendo. A pesar de ello, sigo, en la página 186, pues puede que encuentre ese “resorte”

Hay dos emociones básicas: el amor (fuente del placer, según el ego) y el miedo (fuente del dolor, según el ego) Si hay equilibrio entre ambos, estamos bien; pero si se rompe ese equilibrio o aparece la turbulencia, esto es peligroso, porque nos desconecta de la sincronicidad.

El dolor es inevitable, no hay que ignorarlo; por lo que es necesario controlarlo, a lo que el libro dedica un apartado en la página 188, en donde recomienda diez minutos de meditación guiada  y también hay otro ejercicio dedicado a la “Comunicación no violenta”, en la página 191 basado en el excelente libro, que se puede encontrar en internet en PDF, de Marshall Rosenberg, titulado “Comunicación no violenta” Puedo contaros, que antes de la pandemia, asistí a un curso, sobre este tema organizado por el teléfono de la esperanza, basado precisamente en este libro y fue sumamente interesante.

Y no quiero cansaros más. Gracias por haber leído esto, pues tal vez sea el “resorte”, para alguien; pero siendo más humildes, con que sea llenar unos minutos del vacío, no está nada mal. En cualquier caso. La oración inicial, interiorizada  con confianza, es la mejor arma para nuestras turbulencias

 


viernes, 12 de noviembre de 2021

¿Cómo título yo esto?

En el Señor puse toda mi esperanza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor

Del salmo 40



Hace ya bastante tiempo, antes de la pandemia, compré un libro titulado “Ama tu caos” No recuero el autor y tanto me entusiasmó, que he llegado a amar “mi caos”; pero, me he dado cuenta, que no hay que amar más que a Dios y al prójimo, en donde se encierran los 8 mandamientos restantes. Así pues no creo que amar el caos, sea bueno; pero ¡ojo! Tampoco es malo, igual que el orden, que no es lo contrario al caos, como pueda parecer.

Pues bien todo esto lo escribo, porque de tanto “amar el caos”, no sé dónde está el dichoso libro, pues me vendría bien para las reflexiones que me vienen a la mente y me explico:

Anda uno, como ”mariposa de flor en flor”, es decir sumido en el caos y a veces te ves un poco asfixiado, deseando alcanzar un poco de orden; pero comprendes que para eliminar entropía, necesitas emplea mucha energía y sigues en el caos, lo cual como apuntaba antes, no es bueno ni malo, sino todo lo contrario, y te encuentras entre unos viejos papeles unas reflexiones, escritas, al ir terminando el confinamiento, es decir el 3 de junio de 2020, que al parecer fue la fiesta de la Virgen Blanca y de la Virgen del Camino, y viendo los desastres, que había entonces, debido a la pandemia y que no hacían más que empezar, pues siguen y seguirán, poco corregidos; pero si aumentados, escribía yo en esa hoja, dicho día a las 8.45 h. de la mañana:

Yo no voy a arreglar España, ni el mundo, aunque ponga mi granito de arena en ello” y luego prosigo con una breve meditación basada en el salmo 40:

En el Señor puse toda mi esperanza. Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor”. A continuación expresé “mi clamor”, que escrito está en la hoja; pero que no veo pertinente ponerlo aquí. Y continúo:

Otro salmo dice: “En mi angustia clamé al Señor, Él me libró”. Mi vida entonces (y ahora) se movía (y se mueve) entre la angustia y la esperanza; pero la esperanza ¿En qué? Sería interesante contestar sinceramente a la pregunta: ¿Volver a la vida de antes de la pandemia? Por ahora es imposible. ¿Vivir conviviendo con “todo lo nuevo que vendrá y la tribulación por venir”?. Esa es la verdadera esperanza y a la que tengo que aspirar, pues vendrán más tribulaciones y más engaños y como comencé a escribir en esta hoja: “Yo no voy a arreglar España, ni el mundo, aunque ponga mi granito de arena en ello”, por tanto vuelvo a mi clamor e instalarme en la súplica a la “Fuente de Creación Eterna” y a la Esperanza en un futuro, conforma a la voluntad de Dios”·. Y termina la hoja con la referencia a otro libro, concretamente al capítulo 6 del libro “Sincrodestino”; pero eso lo dejo para otro día, por no hacer tediosa esta entrada. Finalmente, a las 9.30 h. con el apunte: vida ordinaria.

Para terminar, cuando me decidí a publicar algo en el blog, tenía pensado escribir sobre un curioso teorema de matemáticas, en el que mi mente se ha entretenido y pensaba titularlo: ¿Sudokus o teoremas?, pues según dicen los entendidos es importante ejercitar la mente, para que no caigamos en ociosidad, que según nos decían en otros tiempos, “es la madre de todos los vicios”, y también para fomentar la neuroplasticidad del cerebro. Así pues, si mi caos no me lo impide, seguiremos, llenando el vacío de la existencia, con estas “cosillas”