Cofradía del
Santísimo de
La Alberca (Salamanca)
Boletín
nº 13 – 17 de octubre de 2015
Sumario:
Presentación
Aprended
de mí
Santa
Teresa, maestra de oración
Thomas
Merton, primer centenario
Mes
del rosario
Revista
Vida nueva
Ripios
de I.Barcala
En primer lugar,
desde estas sencillas páginas quiero felicitar, en nombre de la cofradía a José
Mari (podéis verlo en contraportada) por su reciente boda con la sin par Laura.
Que el Señor les colme de bendiciones y que les de larga vida. Al mismo tiempo
quiero también unirme en el dolor a la familia de Rafa, cuñado de nuestro
hermano cofrade Ángel Machado, fallecido en accidente de circulación. Que el
Señor lo tenga junto a él.
No pensaba yo hacer
el boletín hasta Navidad; pero nuestro paisano, el carmelita Francisco Puerto, me
ha animado, enviándome una revista para tener información sobre el gran místico
del siglo XX, Thomas Merton, cuyo primer centenario de su nacimiento celebramos
este año. Agradezco personalmente ese gesto y pensamos, como dice el refrán,
que “por mucho trigo, nunca es mal año”.
También despedimos el V centenario de Santa
Teresa, aunque con un poco de nostalgia; pero poco importa, pues es una santa
de “casa”, como también es de casa nuestro hermano cofrade Ramón Domínguez scj,
que nos deleita con dos artículos, uno para orar ante el Santísimo y otro para
aprender a orar de Santa Teresa. “Isidrito” también nos obsequia con unos
ripios muy sabrosos.
Curiosamente la
revista enviada por el P. Francisco, el
número de setiembre de 2015, poco dice de Thomas Merton; pero si de la crisis
de refugiados en Europa y de las mujeres en la Iglesia, en un suplemento
especial. Haré una breve reseña en este sencillo boletín.
Y poco más, (y poco
menos) cabe decir: El curso, que hemos comenzado después de la Virgen de la
Asunción, nos ha de servir para vivir la fe en su dimensión más profunda y
teniendo la suerte de estar en contacto con la Eucaristía, más todavía. Si comprendiéramos
lo que ese misterio significa, todo lo que sigue sobraría. La vida cobraría un
sentido nuevo, renovado, y completo
Esto nos hace
reflexionar sobre lo que está pasando en Europa, con los refugiados procedentes
de Siria. El Señor nos dice: “Lo que hagáis a uno de ellos, me lo hacéis a mí”.
Aprended
de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 29)
Invitatorio
“Venid
a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón” (Mt 11,28-29).
Acojamos
la invitación de Cristo, que nos quiere mansos y humildes de corazón. Su camino
es nuestro camino. Con todos nuestros hermanos cristianos, nos sentimos
conducidos a seguir las huellas de Cristo, para llegar a la santidad.
Invocación
Te
damos gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los
inteligentes y las has revelado a los pequeños.
Sí,
Padre, así te ha parecido mejor. Junto a tu Hijo, pobre y disponible nos
abandonamos a tu beneplácito para que nos inscribas en el número de tus pobres
y en la felicidad de tu Reino.
Abbá-Padre,
danos labios de niño para invocar con verdad tu nombre. Haz manso y humilde
nuestro corazón para que todo aquello que pueda ser para nosotros una ganancia,
lo consideremos una pérdida frente al sublime conocimiento de Cristo, nuestro
Señor, por quien queremos dejar perder todas estas cosas, considerándolas como
basura a fin de encontrarnos con Él.
Concédenos
conocer a Cristo, la fuerza de su resurrección, la participación en sus
sufrimientos, con la esperanza de alcanzar la resurrección.
Mantennos
en el seguimiento de Cristo, firmes en Él, tal como hemos aprendido.
Con
un servicio humilde a nuestros hermanos, queremos llevar el dulce yugo de la
Palabra, para que todos te bendigan, Padre y Señor del cielo y de la tierra, y
a tu Hijo, único Salvador. Amén.
Textos para la reflexión y la oración durante el
silencio de la adoración
Mt 11, 25-30: “Aprended de mí”.
1 Cor 1, 17-31: “Dios ha escogido lo débil”.
Sal 131 (130): “Como niño en brazos de su madre”.
Peticiones
El
momento privilegiado de nuestra vocación es la celebración del memorial de la
muerte y resurrección del Señor Jesús. Pedimos hacernos semejantes a Jesús en
su oblación al Padre. Decimos:
Reaviva nuestra fe, Señor Jesús.
—
Señor Jesús, en la Eucaristía nos llamas a saborear el don de tu Cuerpo. Haz
que nos unamos a la oblación perfecta que presentas al Padre. Oremos.
—
Nos llamas a participar en este sacrificio de la nueva Alianza. Haznos vivir en
comunión y envíanos al mundo al servicio del Evangelio. Oremos.
—
En tu amor al Padre y a los hombres te has entregado a la muerte por nosotros.
Acoge el sacrificio espiritual de nuestra vida como humilde respuesta de amor.
Oremos.
—
Nos llamas a ser “uno” en la Iglesia, para que el mundo crea. Haznos
testimonios y promotores de la comunión entre los hombres, intérpretes de la
caridad para con los hermanos. Oremos.
Oración
Señor
Jesús, manso y humilde de corazón, une el ardor de tu generosa caridad con
nuestra oblación de amor, para que la voluntad del Padre se cumpla en la tierra
como en el cielo, y la humanidad sea un día recapitulada en ti. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén.
TERESA, MAESTRA DE ORACIÓN
“Comenzóme su Majestad a hacer tantas mercedes
en estos principios, que al fin de este
tiempo que estuve aquí (…), comenzó el Señor a regalarme tanto por este camino,
que me hacía merced de darme oración de quietud, y alguna vez llegaba a unión,
aunque yo no entendía qué era lo uno ni lo otro, y lo mucho que era de preciar,
que creo me fuera gran bien entenderlo” (V 4,7).
“Este
modo de rezar, aunque sea vocalmente, con mucha más brevedad se recoge el
entendimiento, y es oración que trae consigo muchos bienes” (CV 28,4).
Teresa
de Jesús es en la Iglesia maestra de oración. Esto se debe a su originalidad y
su aportación a la teología espiritual, más en concreto, a la oración y su
práctica. A partir de sus escritos nos da una visión diferente de la oración. Las
ideas que Teresa lanzó sobre la oración se han hecho patrimonio de toda la
Iglesia.
Sus
escritos son un tesoro inagotable de experiencia de Dios, de sabiduría.
Aquellas personas que quieran hacer una experiencia fuerte de oración tendrán
que acudir a ella, como maestra de oración que es; y a sus escritos, donde se
encuentra su doctrina y vivencia personal.
Teresa
se nos presenta como maestra en la experiencia de encuentro con Dios, ya que en
ella tenemos un modelo para nuestra vida de oración. Ella, tras una penosa
rutina en la oración, descubre en Dios fuerza y aliento para ella. Pero sobre
todo, a lo largo de su vida lucha para tener una experiencia fuerte de Dios a
través de la oración. Por su búsqueda inquieta, Dios la hace merecer de grandes
dones. Teresa descubre en la oración un camino por el que relacionarse y
conocer a Dios. Ella en la oración ama y se deja amar, descubre y se deja
descubrir por Dios, conoce y se deja conocer. En Teresa tenemos una gran
maestra en la oración.
Ella
es modelo y maestra de oración, porque nos transmite una experiencia (vivida
fuertemente) de oración. Esto es lo que nos transmite en sus escritos. Pero
ella no es una maestra teórica o reflexiva, sino que escribe lo que siente, lo
que vive en su oración y todo para que sirva de ayuda a otras personas que se
adentran en el camino de la oración.
Nuestra
tarea, además de invitación, es descubrir a Teresa como maestra de oración. Por
medio de sus escritos nos adentraremos en un tema tan apasionante como
misterioso, que es la oración. A través de su mano iremos descubriendo qué es
la oración, sus diferentes grados y tipos, cuál es la dinámica del amor que nos
propone, cómo conocer a Dios en la oración y cómo relacionarnos y participar de
Él. Todo ello, para llegar a una unión más profunda con Dios (a la que todos
estamos llamados).
Teresa
nos ofrece su experiencia. Nos la regala para que nos sirva de camino, de guía.
Ella nos acompañará y nos guiará. Pero somos nosotros los protagonistas en
iniciar este camino en la oración. Nadie recorrerá la senda por nosotros.
Debemos ser nosotros los que tomemos la iniciativa. Dios, seguro, que no nos
dejará solos, sino que se hará más presente en nuestra vida.
Los
escritos de Teresa son de una riqueza profunda y nos servirán de ayuda en el camino
de la oración. Que a través de ellos descubramos el rostro de Dios, de un Dios
cercano y misericordioso.
“Y no piense que cuando tuviera mucho tiempo
tuviera más oración… En un momento da Dios más, hartas veces, que con mucho
tiempo; que no se miden sus obras por los tiempos”
(Cta nº 167, 16. 02.01.1577).
“No es el largo
tiempo el que aprovecha el alma en la oración” (F 5,17). “…Tratad con Él como padre y como hermano y como con Señor y como Esposo; a
veces de una manera, a veces de otra, que Él os enseñará lo que habéis de hacer
para contentarle” (CV 28,3).
P. Ramón Domínguez, scj.
Primer centenario de
Thomas Merton
1.
Thomas Merton y la
Eucaristía
En estas
pocas líneas poco se puede decir, sobre la relación de Merton con el Santísimo
sacramento. Voy simplemente a copiar un párrafo de su libro “Tiempos de
celebración” (ED. Sal Terrae): “Los que
ofrecemos el Santo Sacrificio y recibimos en nuestros corazones el Cuerpo y la
Sangre del Salvador construimos el reino de los cielos en la tierra y en la historia.
Sigue siendo un cielo poseído sólo en la tiniebla de fe y esperanza, pero el
amor con que Jesús nos une a sí mismo nos da una profunda y dulce certidumbre
experiencial de la unión de nuestras vidas con la suya y de unos con otros con
Él. (pág. 134)
2.
Merton es citado por
Francisco I en su reciente viaje a Estados Unidos, en el discurso ante el
Congreso
En Laudato si’, aliento el esfuerzo valiente y responsable para «reorientar
el rumbo» (N. 61) y para evitar las más grandes consecuencias que surgen del
degrado ambiental provocado por la actividad humana. Estoy convencido de que
podemos marcar la diferencia y no tengo alguna duda de que los Estados Unidos
–y este Congreso– están llamados a tener un papel importante. Ahora es el
tiempo de acciones valientes y de estrategias para implementar una «cultura del
cuidado» (ibíd., 231) y una «aproximación integral para combatir la pobreza,
para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la
naturaleza» (ibíd., 139). La libertad humana es capaz de limitar la técnica
(cf. ibíd., 112); de interpelar «nuestra inteligencia para reconocer cómo
deberíamos orientar, cultivar y limitar nuestro poder» (ibíd., 78); de poner la
técnica al «servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social,
más integral» (ibíd., 112). Sé y confío que sus excelentes instituciones
académicas y de investigación pueden hacer una contribución vital en los
próximos años.
Un siglo atrás, al inicio de la Gran Guerra, «masacre inútil», en palabras
del Papa Benedicto XV, nace otro gran norteamericano, el monje cisterciense Thomas Merton. Él sigue siendo fuente
de inspiración espiritual y guía para muchos. En su autobiografía escribió: «Aunque
libre por naturaleza y a imagen de Dios, con todo, y a imagen del mundo al cual
había venido, también fui prisionero de mi propia violencia y egoísmo. El mundo
era trasunto del infierno, abarrotado de hombres como yo, que le amaban y también
le aborrecían. Habían nacido para amarle y, sin embargo, vivían con temor y
ansias desesperadas y enfrentadas». Merton fue sobre todo un hombre de oración, un pensador que desafió
las certezas de su tiempo y abrió horizontes nuevos para las almas y para la
Iglesia; fue también un hombre de diálogo, un promotor de la paz entre pueblos
y religiones.
En tal perspectiva de diálogo, deseo reconocer los esfuerzos que se han
realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las históricas
diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado. Es mi deber construir
puentes y ayudar lo más posible a que todos los hombres y mujeres puedan
hacerlo. Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del
diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren
nuevos horizontes para todos. Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo
cual no significa falta de responsabilidad. Un buen político es aquel que,
teniendo en mente los intereses de todos, toma el momento con un espíritu abierto
y pragmático. Un buen político opta siempre por generar procesos más que por
ocupar espacios (cf. Evangelii gaudium, 222-223).
Igualmente, ser un agente de diálogo y de paz significa estar
verdaderamente determinado a atenuar y, en último término, a acabar con los
muchos conflictos armados que afligen nuestro mundo. Y sobre esto hemos de
ponernos un interrogante: ¿por qué las armas letales son vendidas a aquellos
que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la
sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por
dinero; un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente.
Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema
y acabar con el tráfico de armas.
Tres hijos y una hija de esta tierra, cuatro personas, cuatro sueños:
Abraham Lincoln, la libertad; Martin Luther King, una libertad que se vive en
la pluralidad y la no exclusión; Dorothy Day, la justicia social y los derechos
de las personas; y Thomas Merton, la
capacidad de diálogo y la apertura a Dios.
Cuatro representantes del pueblo norteamericano.
Terminaré mi visita a su País en Filadelfia, donde participaré en el
Encuentro Mundial de las Familias. He querido que en todo este Viaje Apostólico
la familia fuese un tema recurrente. Cuán fundamental ha sido la familia en la
construcción de este País. Y cuán digna sigue siendo de nuestro apoyo y
aliento. No puedo esconder mi preocupación por la familia, que está amenazada,
quizás como nunca, desde el interior y desde el exterior. Las relaciones
fundamentales son puestas en duda, como el mismo fundamento del matrimonio y de
la familia. No puedo más que confirmar no sólo la importancia, sino por sobre
todo, la riqueza y la belleza de vivir en familia.
De modo particular quisiera llamar su atención sobre aquellos componentes
de la familia que parecen ser los más vulnerables, es decir, los jóvenes.
Muchos tienen delante un futuro lleno de innumerables posibilidades, muchos
otros parecen desorientados y sin sentido, prisioneros en un laberinto de
violencia, de abuso y desesperación. Sus problemas son nuestros problemas. No
nos es posible eludirlos. Hay que afrontarlos juntos, hablar y buscar
soluciones más allá del simple tratamiento nominal de las cuestiones. Aun a riesgo
de simplificar, podríamos decir que existe una cultura tal que empuja a muchos
jóvenes a no poder formar una familia porque están privados de oportunidades de
futuro. Sin embargo, esa misma cultura concede a muchos otros, por el
contrario, tantas oportunidades, que también ellos se ven disuadidos de formar
una familia.
Una Nación es considerada grande cuando defiende la libertad, como hizo
Abraham Lincoln; cuando genera una cultura que permita a sus hombres «soñar»
con plenitud de derechos para sus hermanos y hermanas, como intentó hacer
Martin Luther King; cuando lucha por la justicia y la causa de los oprimidos,
como hizo Dorothy Day en su incesante trabajo; siendo fruto de una fe que se
hace diálogo y siembra paz, al estilo contemplativo de Merton.
Me he animado a esbozar algunas de las riquezas de su patrimonio cultural,
del alma de su pueblo. Me gustaría que esta alma siga tomando forma y crezca,
para que los jóvenes puedan heredar y vivir en una tierra que ha permitido a
muchos soñar. Que Dios bendiga a América.
3.
Algunas oraciones de
Thomas Merton
“Dios
llama a los seres humanos a su unión con Él y entre ellos en Cristo, en la
iglesia que es su cuerpo místico…
El
hombre ha de concluir a esa llamada para vivir en paz con todos sus hermanos en
Cristo”
Palabras
de Thomas Merton, con ocasión de la inauguración de lo que acabaría siendo el
Centro de estudios Thomas Merton, él
mismo afirmaba que todo lo que había escrito podía reducirse a esas palabras.
Esa cita y las siguientes
oraciones las he tomado del libro “La contemplación en acción”, de Fernando
Beltrán Llavador, profesor de la Universidad de Salamanca (Ed. San Pablo 1996).
Es un libro muy recomendable, así como la mayoría de los de Thomas Merton. Yo
personalmente le debo a este gran místico, que en unos momentos de
incertidumbre, cayó en mis manos “La montaña de los siete círculos” y me ayudó
a encontrar la luz.
El otro día compré otro
libro sobre Merton:” El palacio del vacío de Thomas Merton” de James Finley
(Ed. Sal Terrae) traducido también por Fernando Beltrán.
Sin embargo, no olvidemos,
lo que decía nuestra Santa de Ávila, que “Dios anda entre los pucheros” y añado
yo: en medio del tráfico, entre los coches y camiones, en las minas, en las
escuelas e institutos, en los quirófanos, U.C.I.s de los hospitales, “In omnia
locus Deus est” y ahí está la verdadera contemplación y acción. Si evitamos el
narcisismo de lo que hacemos o pensamos, como nos recordaba E. M. Lozano y nos
fijamos en la cita inicial de esta entrada de T. Merton, que por cierto fue un
hombre de mucha acción y eso que era monje contemplativo, en la abadía
cisterciense de Getsemaní de Estados
Unidos.
Otra cita, que oí hace
mucho; pero que no se de quien es, dice así más o menos:” Vivamos y actuemos en
el mundo; pero sin ser del mundo” y para ello nos ayuda la oración, terminando
con las oraciones que cita Fernando Beltrán en el último apartado del citado
libro: “Para orar con Merton”:
La
devoción a María la mujer vestida de sol
“En
María está perfectamente realizado todo el plan creador y redentor de Dios… Nos
queda a nosotros, pues celebrar su belleza inmaculada, abrir nuestros corazones
a la misma luz de verdad quela santificó, la misma gracia que la hizo grata al
Altísimo, que es su creador, que es su creador igual que lo es nuestro, y que
desea ver realizado en nosotros el mismo misterio inefable de luz” (Tiempos de celebración)
Abrámonos
a la presencia luminosa de María bien mediante alguna oración conocida, o algún
pensamiento devoto… o sencillamente repitiendo con ella en silencio “Hágase en
mi según tu palabra”
Oración
por la paz (fragmentos)
Leída por Merton en el Congreso norteamericano
el 12 de abril de 1962
Dios todopoderoso y
misericordioso,
Padre de todos los
hombres,
Creador y señor del
universo,
Señor de la historia,
tus designios son
inescrutables,
tu gloria es sin mancha,
tu compasión por los
errores humanos no se agota,
¡Nuestra paz descansa en
tu voluntad!
Concédenos prudencia en
proporción a nuestro poder,
sabiduría pareja a nuestra
ciencia,
humanidad en la medida
de nuestra riqueza y
nuestra fuerza.
Y bendice nuestra voluntad
sincera
de ayudar a todas las
razas y gentes
a viajar de forma amistosa
con nosotros
Por el camino de la
justicia,
la libertad y la paz
duraderas.
¡Oh Dios santo y
misericordioso con los hombres:
Concédenos buscar la paz
allí donde de verdad se encuentra!
¡En tu voluntad, Oh Dios,
reside nuestra paz!
AMEN
“Señor Dios mío, no
tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo
seguridad de donde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense
que cumplo tu voluntad no significa que realmente lo haga… No temeré, pues tú
estás siempre y no me dejarás que haga frente sólo a mis enemigos (Pensamientos de la soledad)
Cristo
vive en nosotros
“Si
dejamos que Cristo resucitado viva en nosotros, entonces podremos seguir
confiados, muy seguros de estar caminando en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amen” (Las fuentes
de la contemplación)
Travesía
del desierto
“No
olvidemos nunca que el camino ordinario de la contemplación atraviesa un
desierto sin árboles, sin belleza ni agua… Puede parecer imposible creer que
conduzca a parte alguna (Nuevas semillas
de contemplación)
Pero, “No hay vida nueva sin adentrarse en la
oscuridad ni día gloriosos sin noche tenebrosa”
Llamada
universal a la santidad
“Hemos
sido llamados a la santidad no por nuestra propia fuerza, pues no tenemos
ninguna, sino por la fuerza de la gracia de Cristo… (1 Cor
1, 17)
Se nos
ha llamado no sólo a temer a Dios y a honrarlo sino a amarlo con toda nuestra
fuerza, hasta el punto de olvidarnos completamente de nosotros mismos e
identificarnos plenamente con Él” (San
Bernardo, el último de los padres)
Plegaria
desde el centro del alma
Carta a Abdul Aziz, pakistaní estudioso del sufismo
2 de enero de 1966
”Estrictamente
hablando, tengo un modo muy simple de oración. Está centrada enteramente en
atención a la presencia de Dios y a su voluntad ya su amor. Esto es, está
centrada en la fe, únicamente por medio de la cual podemos conocer la presencia
de Dios. SE podría decir que eso confiere a mi meditación el carácter que el
profeta describe como un “estarse ante Dios como si lo vieras”. Pero eso no
significa imaginar algo o concebir alguna imagen precisa de Dios, ya que a mi
parecer eso sería caer en alguna forma de idolatría. Por el contrario es
cuestión de adorarlo en forma invisible y por encima de nuestra comprensión…
Hay en mi corazón esa gran sed de reconocer totalmente la nada de cuanto no es
Dios. Mi oración es una especie de alabanza que brota desde el centro de la
nada y del silencio” (primer volumen de
las cartas de Thomas Merton)
La
victoria del amor
“Oh Dios, somos uno
contigo… Tú nos has enseñado que si nos abrimos al otro, tú moras en
nosotros. Ayúdanos a preservar esa apertura y a luchar por ella con todo
nuestro corazón. Ayúdanos a darnos cuenta de que no puede haber entendimiento
allí donde hay rechazo mutuo… al aceptar al otro te aceptamos a Ti y te damos
gracias, y te adoramos , y te amamos, con todo nuestro ser, porque nuestro ser
está en tu ser, y nuestro espíritu está arraigado en tu Espíritu. Llénanos pues
de Amor, y que el amor nos una cuando emprendamos nuestros diversos caminos,
unidos en ese único espíritu que te hace presente en el mundo y que permite testimoniar la realidad última
que es el Amor… Amen” (Oración de
clausura en una conferencia espiritual en Calcuta, 1968)
.
Imagen de la Virgen del
rosario, de la Archicofradía del Rosario, con sede en san Esteban de los
dominicos en Salamanca
Mes de
Octubre, mes del rosario
Hacemos aquí unas breves
alusiones al rezo del rosario, con estos sencillos comentarios de: San Luis María Grignon de Montfort
EL PADRENUESTRO
Cuando rezamos esta divina oración,
realizamos tantos actos de las más sublimes virtudes cristianas como palabras
pronunciamos. Al decir: Padre nuestro que estás en los cielos, hacemos actos de
fe, adoración y humildad. Al desear que su nombre sea santificado y
glorificado, manifestamos celo ardiente por su gloria.
Al pedir posesión de su Reino, hacemos un acto de esperanza. Al desear que se
cumpla su voluntad en la tierra como en el cielo, mostramos espíritu de
perfecta obediencia. Pidiéndole que nos dé el pan nuestro de cada día,
practicamos la pobreza según el espíritu y el desapego de los bienes de la
tierra. Al rogarle que perdone nuestros pecados, hacemos un acto de contrición.
Al perdonar a quienes nos han ofendido, ejercitamos la misericordia en la más
alta perfección. Al implorar ayuda en la tentación, hacemos actos de humildad,
prudencia y fortaleza. Al esperar que nos libre del mal, practicamos la
paciencia. Finalmente, al pedir todo esto no sólo para nosotros, sino también
para el prójimo y para todos los miembros de la Iglesia, nos comprometemos como
verdaderos hijos de Dios, lo imitamos en la caridad, que abraza a todos los
hombres, y cumplimos el mandamiento de amar al prójimo
EL AVEMARÍA: SUS EXCELENCIAS
La Santísima Virgen recibió esta divina salutación en orden a llevar a
feliz término el asunto más sublime e importante del mundo, a saber: la
encarnación del Verbo eterno, la reconciliación entre Dios y los hombres y la
redención del género humano. Embajador de esta buena noticia fue el arcángel
Gabriel, uno de los primeros príncipes de la corte celestial.
La salutación angélica contiene la fe y esperanza de los patriarcas, de los
profetas y de los apóstoles. Es la constancia y la fortaleza de los mártires,
la ciencia de los doctores, la perseverancia de los confesores y la vida de los
religiosos (beato Alano). Es el cántico nuevo de la ley de la gracia, la
alegría de los ángeles y de los hombres y el terror y confusión de los
demonios.
Alabamos a Dios Padre por haber amado tanto al mundo que le dio su
Unigénito para salvarlo. Bendecimos a Dios Hijo por haber descendido del cielo
a la tierra, por haberse hecho hombre y habernos salvado. Glorificamos al
Espíritu Santo por haber formado en el seno de la Virgen María su cuerpo
purísimo, que fue víctima de nuestros pecados. Con estos sentimientos de
gratitud debemos rezar la salutación angélica, acompañándola de actos de fe,
esperanza, caridad y acción de gracias por el beneficio de nuestra
salvación.
La Europa fortaleza, frena la acogida de refugiados
Extraemos
algunas ideas del artículo de Vida Nueva, escrito por Miguel Ángel Malavia
La cerrada posición de Polonia, República Checa y
Eslovaquia frustró un acuerdo en el que Alemania exigía que cada país aceptara
unas cuotas impuesta por la comisión Europea. Ángela Merkel en su alocución a
los medios apeló a recuperar el “espíritu europeo” convocando otra reunión
extraordinaria. Reclamó que se estudie la posibilidad de sancionar a los estados que se nieguen a
cumplir los acuerdos alcanzados.
Por
una solución común
A las pocas horas, Cáritas Europa emitió un comunicado
en el que mostró su decepción y se dijo “Profundamente frustrado por la
incapacidad de los responsables europeos para llegar a una solución común”.
Esta incapacidad demuestra claramente que Europa está perdiendo definitivamente
su brújula, como alertó el papa Francisco a la UE durante el discurso ante el
parlamento en noviembre del año pasado. Este fracaso “no solo prolonga de
manera innecesaria el sufrimiento miles de emigrantes, sino que también pone en
peligro la esencia misma de Europa como un proyecto común basado en la
solidaridad, democracia y libertad.
“Caritas Europa, está convencida que hay muchas
soluciones al alcance de la mano; pero tiene que existir voluntad política para
ello. Apunta a cuatro grandes acciones a seguir:
1.
Establecer vías eficientes, legales y seguras para
entrar en Europa, para lo cual es necesario el reconocimiento del estatus del
refugiado y la concesión de visados humanitarios
2. Fomentar
la integración social sostenible a través de la laboral y la educación
3. Más allá de las fronteras de la unión:
Contribuir que en los campos de refugiados de Turquía, Jordania o Líbano sigan un mayor desarrollo humano, fomentando
la educación y el empleo del tiempo libre
4.
Invertir en medidas diplomáticas y políticas para
poner fin a la guerra y conseguir la paz sostenible.
Se
han desarrollado numerosas vigilias por las víctimas de la guerra, convocadas
por Cáritas, Justicia y Paz, comisión Episcopal de Migraciones, sector social
de la Compañía de Jesús,…Se celebraron en el mes pasado. En la de Madrid,
celebrada en el Seminario Diocesano, el arzobispo Carlos Osoro fue contundente en su alocución: “No podemos vivir estas llamadas
angustiosas como un ataque a nuestras cutas de bienestar, ni podemos alimentar
el discurso del miedo al diferente. Europa debe responder de forma humanitaria,
coordinada, conjunta y generosa a este gran desafío”. En la parroquia
de los jesuitas de Bilbao. Mario Iceta,
denunció que que “este no es tiempo de demagogias, improvisaciones, oportunismos o
emotivismos que no mueven a obrar”, reclamando “audacia y valentía” para encontrar soluciones reales.
De Vida Nueva, Núm. 2956, 19-25 septiembre 2015
¿Qué
podemos hacer nosotros como cofrades del Santísimo?
Mucho, simplemente no alineándonos con posturas intransigentes
y pensando en que Jesús, recibiría a cristianos, musulmanes, agnósticos, ateos…
Recordad la fuerza de Mt 25 “Lo que le hacéis a los
refugiados, me lo hacéis a mí”. La Eucaristía es eso, y ya está
COFRADES DE SITIO
-Un saber estar con gracia-
¿Hay o no cofrades de sitio?
O es que yo me lo he inventado
Por haceros este ripio
Un poquito más salado.
Son de costumbres muy fijas.
Quieren tener su lugar.
Y que todo así se rija
Para su espacio guardar.
El mismo sitio del padre
y eso va por tradición.
La misma capa, que cuadre.
O junto al Palio es su don.
Por delante ¿tiene tres?
Pero, ¡fíjate! Es curioso
Que sean del mismo mes
Y el primero el más dichoso.
No les importa que tengan
¡Cuántos más!, mejor detrás.
Pues les encanta que vengan
Que abran paso a los demás.
Cofrades de sitio. ¿Has oído
esto acaso alguna vez?
Y si crees que voy perdido
O que sea una ordinariez…
Pregunta. ¿Quién va el primero?
Si lo sabe todo el mundo
O dudan, habrá un segundo.
¿Podrías ser tú el tercero?
“Yo este año llevo treinta
Tú, de después”, lo confirmo.
Que aquí nadie nada inventa
Y menos que siempre hay un firmo.
Y es que ser el más antiguo
muestra su categoría.
¿Y el más nuevo? El más exiguo.
También. Pues sigue esa vía.
El ser cofrade de sitio
es algo característico
Si no lo has pensado insisto
Todo, todo, tiene un sitio:
Que es del hombre esa costumbre
¡Y si no! Que Dios le alumbre.
Aunque importa más ¡Verdad!
el estar en hermandad.
-Isidro Barcala del Castillo-
Aunque
importa más
¡Verdad!
el
estar en hermandad.