Hay que suspender la procesión del Corpus
Ante la creciente lista
de contradicciones y desperfectos que el desfile padece,
Fructuoso Mangas, reclama más profundidad, más compromiso con los pobres, según una carta
remitida a SALAMANCArtv AL DÍA
Copio un fragmento de dicha carta:
"La
historia viene de los años 70. El recién nombrado Delegado de Cáritas Manuel
Almeida y este servidor que escribe, entonces encargado de Operación Vivienda y
voluntario de Manos unidas propusimos a Don Mauro, obispo entonces de
Salamanca, suspender la procesión del Corpus y colgar una gigantesca pancarta
desde el balcón de las campanas de la torre de la catedral explicando las
razones. No recuerdo literalmente el texto pero decía que se suspendía la
procesión hasta que hubiera pan, vivienda y justicia. Eran años de cierto
descubrimiento del hambre en el mundo (todavía sonaba raro el concepto), con un
enorme problema de vivienda para las familias pobres en la ciudad (sin
comparación posible con las carencias y desahucios de ahora) y en casi todas
las franjas sociales la injusticia se asentaba casi con normalidad. Y sobre
todo eran otros tiempos para la sensibilidad y la intervención social. ¡Oh
tiempos!"
Yo, recuerdo hace pocos años, en La Alberca (Salamanca),
como el párroco que estaba allí, D. Leo, puso unas sesiones de cine, en el que
se proponía algo de Cáritas y no creo que fueran más de una docena de personas.
La fiesta muy bonita, por la mañana… y recuerdo un texto de Dolores Alexandre
en el libro “Bautizado con fuego”, creo que el capítulo 4º, dedicado a la
Eucaristía, cuenta la impresión que tuvo en Jerusalén, al participar en la Escuela Bíblica el Jueves Santo en la procesión con el Santísimo, majestosa, con los latines y el incienso, haciéndose al
final la pregunta ¿Qué tiene todo esto que ver con el Galileo, cuya muerte y
resurrección celebramos? (no tengo a mano el libro, para copiar exactamente el
párrafo).
Y es que el mismo, que creemos que está en la custodia
recorriendo nuestras calles es el que dijo a los de su izquierda: “Apartaos de mí, porque
tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui
forastero y no me recibisteis, anduve sin ropa y no me vestisteis, caí enfermo
y estuve en la cárcel, y no me visitasteis.’ Entonces ellos preguntarán:
‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o falto de ropa, o
enfermo o en la cárcel, y no te ayudamos? Y les contestará:
‘Os aseguro que todo lo que no hicisteis por una de estas personas más
humildes, tampoco por mí lo hicisteis.’ (Mt 25, 41-45)
Conste que yo soy del “Pange lingua gloriosi”, del
latín y del incienso; pero estas palabras del Galileo, me espolean y no diría
yo que me quitan la paz, pero casi.
Pero la pregunta es ¿Suspendiendo la procesión de
Corpus, seríamos mejores? Yo creo que no, tal vez peores tampoco. Yo pienso que
lo ideal sería y no sólo ideal, sino utópico, que sólo participara en la
procesión aquel que lo mereciera, ¿Pero cómo se mide eso? ¿Cómo podemos decir
que “Vamos con Jesús, porque al prójimo lo hemos atendido como es debido?.
No se… Él , en el que creemos que está en la custodia,
tiene palabras de Vida Eterna y al ver pasarla por nuestras calles, más de un
corazón ablandará.
En cualquier caso, la pregunta sigue en el aire…
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