miércoles, 3 de junio de 2015

El Grial


El santo cáliz de la catedral de Valencia es un vaso de ágata cornalina de estilo oriental, del siglo I. Las asas y la base son un adorno posterior

Leemos en Wiquipedia: El Santo Grial es el plato o copa usado por Jesucristo en la Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre y el agua emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo y que, más tarde, en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Artúrico o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.
En la página  de internet:  http://es.wikipedia.org/wiki/Grial  de donde he sacado estas  se citan por lo menos 16 Griales “auténticos” y referente al  de Valencia, al que corresponde esta foto dice:
El Cáliz de la Catedral de Valencia: en la antigua sala capitular, hoy Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, se conserva un cáliz que la tradición aragonesa identifica con el Santo Grial. Está compuesto por una copa de calcedonia (piedra semipreciosa) de 7 cm de altura y 9,5 de diámetro y un pie con asas añadido posteriormente. El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la copa superior en torno al siglo I (cambio de era)
Los dos Papas que han visitado la ciudad de Valencia (Juan Pablo II y Benedicto XVI), han usado este cáliz en las Eucaristías multitudinarias de sus visitas. Algunos consideran por ello que la Iglesia es favorable a la autenticidad de esta reliquia, aunque jamás ha sido formulado un comentario oficial.
El santo cáliz que se encuentra actualmente en la catedral de Valencia, inicialmente se encontraba en el monasterio de San Juan de la Peña, en donde actualmente se encuentra una copia (ver foto).
La  necesidad  de  atraer  a  los  peregrinos  que  iban  a  Santiago, aconsejó que la reliquia se encontrara en este monasterio. En  1399  el  rey  Martín  I  se  llevó  el  vaso  sagrado  al  Palacio  de  la  Aljafería  de  Zaragoza,  donde  estuvo  más  de  20  años. En  la  actualidad  se  encuentra  en  la  Catedral  de  Valencia. 
Yo personalmente pienso que ninguno de los “griales” corresponde al que utilizó nuestro Señor Jesucristo. Tal vez pudiera ser un tosco cuenco de madera, fabricado por él mismo, o si, podría ser una lujosa copa para la ocasión. ¿Quién puede afirmar ni negar nada, respecto a éste asunto?
Ahora bien yo sí creo en el Grial, la verdadera copa donde Cristo repite cada día el sacrificio de la Cruz: “Este es el Sacramento de nuestra fe”. Por ello el Grial, está en mi pueblo, en la catedral de Valencia o en Jerusalén, o en cualquier humilde poblado de Sudamérica o de cualquier parte del mundo donde se celebre la Eucaristía.

El significado del Grial como mito, tiene mucho que decirnos. Las numerosas leyendas y la multitud de libros que sobre este tema se han escrito, apuntan a una liberación de la persona, a una Pascua, a lo que C.G. Jung llamaba individuación. Uno de estos libros, “El Retorno de la diosa” de Edward C. Whitmont, Ed. Paidós (colección Junguiana), Tiene el capítulo 11, con más de 50 páginas,  dedicadas a este tema. Si vamos desgranado la lectura poco a poco, meditando y reflexionando en lo que leemos, veremos que es más o menos lo que significa la Pascua, lo que San Pablo afirma en Romanos 13:12: “La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz”. ¿No es esto la Pascua?

Dentro de poco celebraremos la festividad de Corpus Christi, en donde Jesús sacramentado irradiará luz desde la Custodia por nuestras calles y plazas. Allí está el Grial, y desde allí nos impulsará a la Pascua, irreversible, que ilumine definitivamente nuestras sombras,… aunque sea de noche.años.

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