Reflexión sobre
el salmo 25
Hay una vieja ranchera
cuya letra dice “Cuatro caminos tiene mi vida, ¿Cuál de los cuatro será el
mejor? En la canción dice que hay
cuatro; pero en la vida hay 4x10n, cuando “n” tiende a infinito,
pues cada acto y cada decisión inicia un camino. En este salmo pedimos al
Señor, no solamente que nos muestre el camino correcto, sino que nos ayude a
transitarlo
Comienzo
a reflexionar sobre el salmo
25:1 De David. A ti, Señor, elevo mi alma,
En la Biblia de Jerusalén leo: A ti Señor, dirijo mi anhelo. ¿Cuál
es mi anhelo?, ¿Qué me preocupa? Si lo detecto, al dirigirme al Señor: 25:2 Dios
mío, yo pongo en ti mi confianza;
Omito
los siguientes versículos, hasta el 25:4
Muéstrame,
Señor, tus caminos, enséñame tus senderos.
25:5
Guíame
por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día.
25:6
Acuérdate,
Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. En estos versículos me abandono a la
misericordia divina, y en la confianza que deposito en ella, mis preocupaciones
se disipan.
25:7
No
recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor,
acuérdate de mí según tu fidelidad. Con estos versículos, dejo de pensar en lo que
hice o dejé de hacer, para centrarme en lo que hago ahora.
Y
con la confianza que confirman los siguientes versículos:
25:8
El
Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados;
25:9
Él
guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
25:10
Todos
los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los
preceptos de su alianza.
Omito
el 25:11 por ser reiterativo
Mi oración personal de momento termina aquí. El salmo
continua:
Reflexión sobre el temor
de Dios
25:12
¿Hay
alguien que teme al Señor? Él le indicará el camino que debe elegir:
25:13
su
alma descansará feliz y su descendencia poseerá la tierra.
25:14
El
Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza.
Y aquí vuelvo a la confianza a partir de lo que ocurra
a partir de este momento:
25:15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.
Volviendo al presente, si
la tribulación no se ha disipado
25:16
Mírame,
Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido:
25:17
alivia
las angustias de mi corazón, y sácame de mis tribulaciones.
25:18
Mira
mi aflicción y mis fatigas, y perdona todos mis pecados.
Omito el versículo 25:19, y con un canto de esperanza concluyo
25:20
Defiende
mi vida y líbrame: que no me avergüence de haber confiado en ti;
25:21
la
integridad y la rectitud me protegen, porque yo espero en ti, Señor.
25:22
Salva,
Dios mío, a Israel (a este
siervo tuyo) de todas sus angustias.
Señor muéstrame tus caminos e instrúyeme en
tus sendas
No hay comentarios:
Publicar un comentario