jueves, 9 de julio de 2015

Reflexión sobre el salmo 25


Hay una vieja ranchera cuya letra dice “Cuatro caminos tiene mi vida, ¿Cuál de los cuatro será el mejor?  En la canción dice que hay cuatro; pero en la vida hay 4x10n, cuando “n” tiende a infinito, pues cada acto y cada decisión inicia un camino. En este salmo pedimos al Señor, no solamente que nos muestre el camino correcto, sino que nos ayude a transitarlo

Comienzo a reflexionar sobre el salmo

25:1 De David. A ti, Señor, elevo mi alma, En la Biblia de Jerusalén leo: A ti Señor, dirijo mi anhelo. ¿Cuál es mi anhelo?, ¿Qué me preocupa? Si lo detecto, al dirigirme al Señor: 25:2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
Omito los siguientes  versículos, hasta el 25:4 Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos.
25:5 Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día.
25:6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos.  En estos versículos me abandono a la misericordia divina, y en la confianza que deposito en ella, mis preocupaciones se disipan.

25:7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mí según tu fidelidad.  Con estos versículos, dejo de pensar en lo que hice o dejé de hacer, para centrarme en lo que hago ahora.

Y con la confianza que confirman los siguientes versículos:
25:8 El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados;
25:9 Él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
25:10 Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza.
Omito el 25:11 por ser reiterativo
Mi oración personal de momento termina aquí. El salmo continua:

Reflexión sobre el temor de Dios

25:12 ¿Hay alguien que teme al Señor? Él le indicará el camino que debe elegir:
25:13 su alma descansará feliz y su descendencia poseerá la tierra.
25:14 El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza.

Y aquí vuelvo a la confianza a partir de lo que ocurra a partir de este momento:

25:15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor, porque él sacará mis pies de la trampa.

Volviendo al presente, si la tribulación no se ha disipado

25:16 Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido:
25:17 alivia las angustias de mi corazón, y sácame de mis tribulaciones.
25:18 Mira mi aflicción y mis fatigas, y perdona todos mis pecados.

Omito el versículo 25:19,  y con un canto de esperanza concluyo
25:20 Defiende mi vida y líbrame: que no me avergüence de haber confiado en ti;
25:21 la integridad y la rectitud me protegen, porque yo espero en ti, Señor.
25:22 Salva, Dios mío, a Israel  (a este siervo tuyo) de todas sus angustias.


Señor muéstrame tus caminos e instrúyeme en tus sendas

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