miércoles, 2 de agosto de 2023

 Reflexiones matutinas: Permanece como un niño

Todo sorprende a los niños; ven el mundo como una aventura totalmente nueva cada día. Al no tener nuestro contexto limitado de las cosas, ellos no están cegados por nada de lo que ven. Sin el aprendizaje del miedo, no están limitados por los "debería" y "no debería", los rituales obligatorios o la seriedad: Todo forma parte del maravilloso universo que ha venido a habitar.                                                                    Dr. Eric Pearl en "La Reconexión" (Ed. Obelisco)



Con ojos de niño, veo mi caos, libros sin leer, libros leidos, libros en fase de lectura, cuadernos de notas, hojas sueltas con apuntes y cojo una. Esta, en la que escribí:

26 de mayo de 2022

Comienzo hoy el día con un arículo del cardenal Viganó sobre la OMS, poco esperanzador; pero creo que la solución a estas zozobras hay que buscarlas en el Sentido de la vida", según Victor Frank. Libro que por cierto que ya tenía que haber leido.- cuando escribí esto, hace más de un año, no lo escribía como un niño, porque comienza a aparecer un "debería". Cierro paréntesis. 

Ahora .- hace más de un año.- delante de esta hoja en blanco me estoy dando cuenta de la rutina engañabobos en la que estamos sumergidos: dar los buenos días por wasp, enviando fotos, saludos, buscando en Youtuve charlas, oraciones, etc...

* Buscar en el interior, desde una perspectiva superficial y bastante egoista, comienzo a leer el libro Un Dios que siempre es más. Iniciación a la espiritualaidad apofática cristiana, cuya autora es Janet P. Williams. Equivalente teológico a un manual de natación, en aguas abiertas (el cristianismo apofático). Lo leo en el prefacio, en la primera página. La autora advierte: "Hay que saber nadar antes de lanzarse a las aguas abiertas, así por las buenas. Esa imprudencia hace que mucha gente se ahogue". y esa mañana, continué escribiendo:

De la introducción, Pág 13: "Dios que se dirige a nosotros con amor y compasión a través de la vida de Jesucristo y de la inspiración del Espíritu Santo, que sale a nuestro encuentro en la celebración litúrgica y en los sacramentos, en la oración, en los momentos de gracia en el mundo y en las relaciones humanas,  está al mismo tiempo muy lejos de nuestro alcance. Las palabras que usamos para describir a Dios se parecen más  al dedo que señala... Dios no sólo está más allá de nuestro lenguaje, sino tambien de nuestra mente..."

Hasta aquí lo escrito en esa mañana de mayo del año pasado

No hay comentarios:

Publicar un comentario