lunes, 14 de agosto de 2023

 REFLEXIONES MATINALES 3

Mirando hacia atrás para avanzar

No antroporfices las grandes figuras de los mitos. Recuerda Apolo no es un hombre; es el espíritu del aprendizaje, la cultura la sanación y la música. Thomas Moore en la "Terapia del alma". Pág. 61


Seguimos la estela de lo escrito en mayo del año pasado:

28 de mayo de 2022: Ganó el Real Madrid la 14ª Copa de Europa

29 de Mayo de 2022, domingo de la Ascensión. Comencé el día con una oración, que había escuchado en los laudes de ese día del P. José Marín: "Ven Espíritu de Dios para que sepa distinguir la luz de la oscuridad". Escribía también: La vida continúa; pero se nota el cambio de la vida con el paso del tiempo, que corroboro ahora en este mes de agosto, cuando ha habido "saltos cuánticos" en instantes que cambian la vida de personas y de familias, experimentados por yo mismo. Dejemos el tema y sigamos con los apuntes de ese día de mayo, tomados de las páginas 24 a 27 del libro, ya mencionado en días anteriores, Un Dios que es siempre  más, de Janet P. Williams. que corresponden al capítulo que habla de Moisés:

  • Los nombres son construcciones humanas; pero Dios no tiene márgenes o características contingentes. Por ello no podemos nombrarlo, aunque si dirigirnos a Él. Al acercarse a la zarza ardiente, Moisés se descalza. Debe tocar la tierra, que es sagrada con su propia piel, no con la piel de otro animal, con la que estarían hechas sus sandalias. De la misma manera, cuando nos dirigimos a Dios, lo hacemos con oraciones compuestas por otros o sacadas de libros, etc... Nuestra tendencia es cubrirnos con capas e ideas ajenas, a Dios, sacadas de libros, sermones o conversaciones... necesitamos despojarnos de todo, cuando nos acercamos a la zarza ardiente.
  • En la zarza ardiente, inicia Moisés su camino espiritual,  con el fuego, se encuentra con Dios. Más tarde se encontraría con Él en la nube, densa, espesa, oscura de donde sale la revelación de los 10 mandamientos. Ahora bien el fuego produce humo y la luz deslumbramiento, como le ocurrió a San Pablo.
Y mientras tanto, el Señor durante el tiempo en que los israelitas pasaron vagando por el desierto, los protegió (Ex. 13,21) y eran guiados por el fuego y por la nube. Con esta reflexión termina este capítulo, en la página 27.
Ese día, escribí también: "termino de leer las noticias y necesitamos buscar un rayo de esperanza, en medio de tanta oscuridad". Podría escribir lo mismo hoy. ¿De dónde nos vendrá el auxilio? Como dice el salmo: "El auxilio nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra", del Dios desconocido, al que no podemos acceder por ninguna teología; pero, sin embargo más sencillo que todo lo que la mente humana pueda imaginar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario