viernes, 4 de agosto de 2023

 Reflexiones matutinas II

Os aseguro si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de loa cielos. Mateo 18,3

En esta mañana de agosto, disfrutando de un clima especial, rememorando lo que vi ayer en la plaza mayor, que aquí lo podéis ver, parcialmente, y no sólo eso, porque las calles de esta ciudad está llena de grupos de jóvenes, que van hacia Lisboa, con  la alegría de la juventud, en busca de algo más que que las divisiones del "Carpe diem".

Hoy, siguiendo el hilo de la entrada anterior, transcribo lo escrito el 26 de mayo de 2022 a las 8:26 h. fiesta San Felipe Neri:

Un poco de oración no viene mal, ante los interrogantes que plantea el futuro. La mañana está tranquila y el día se presenta luminoso y esperanzador. Escucho las Laudes del P. José Marín en YouTube y se ha producido una curiosa sincronicidad, al poner este comentario en el vídeo: "Así como el sol saliente penetra en las habitaciones, abramos las ventanas del alma para que penetre la luz del Espíritu Santo" y a continuación sigo viendo el vídeo y el P. Marín hace una invocación larga al Espíritu Santo. ¡Gloria al Señor! Con esta confianza, comienzo el nuevo día, escribiendo a continuación:

Del libro "Un Dios que siempre es más", Pág. 14: Job 38,4-7 ¿Dónde estabas cuando afirmé la tierra?... Is 55, 8-9 Porque mis planes no son vuestros planes, ni vuestros caminos los míos... con esto el "principio de no contradicción" se viene abajo cuando estamos en el terreno de lo infinito.

Las palabras son como las máquinas de cortar embutidos, que dividen la realidad en lonchas digeribles. Pág. 15, y del mismo modo que los israelitas cruzaron el desierto, así es nuestra vida hacia la verdad divina, con la "fe que busca comprender", según San Anselmo. Final de la página 15.

Hablar sphasis, no hablar afasia

En la página 16 nos explica cómo se produce la "apóphasis"= lejos del habla:

  • Por la negación
  • expresión por medios alternativos
  • Utilizar la paradoja, la parábola, la poesía
  • Añadir  prefijos, como "a" (afasia), "in" (inmortal), "des" (desconocido). Así por ejemplo, describimos a Dios como inmortal, invisible, inaccesible y desconocido. Estas palabras funcionan con un primer significado familiar ("mortal", "visible", etc.) que luego señala lejos de ellas, en la dirección opuesta.

Cuando hablamos de Dios, no intentamos excluir una serie de cosas para señalar el resto, sino que pretendemos (pág. 17) hablar de aquello que está más allá de las cosas. En realidad no se señala a nada, sino a la fuente de todo. "Los teólogos apofáticos hablan a menudo de la "negación de la negación" o de la "negación radical". Quieren decir que tanto las palabras positivas como negativas traicionan a Dios al hablar de Dios, o sea, que tanto "Dios es" como "Dios no es" ponen el listón demasiado bajo. Tanto unas como otras se quedan atascadas en la máquina de lonchear. En consecuencia, la lógica de la apofática pone de manifiesto la necesidad de alejarse de los discursos positivo-afirmativo y negativo sobre Dios". Lo opuesto a la apófasis es la catafásis. Gran parte de la vida catafática.

Y con la enumeración de las cinco partes de que consta el libro termine, aquella mañana la meditación. Las enumero aquí y termino por hoy:

·         Raíces bíblicas

·         Temas clásicos

·         Pioneros de la vía apofática

·         Aliados en el camino

·         Prácticas apofáticas

 

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