sábado, 28 de noviembre de 2020

 

A vueltas con la POD (Paradoja Orden-Desorden)

El mundo sensible no es tanto lo que llega a ser, es decir, es algo que se encuentra en perpetuo devenir. Además, para llegar a ser necesita de la acción de alguna causa. Consiguientemente: el mundo es algo que se encuentra en devenir, no es causa de sí mismo y necesita de una causa que nos explique su origen. Timeo, 28c

imagen tomada de internet

Volvemos otra vez al apartado  “La POD en los mitos de la creación”, pág. 79,  del libro “La paradoja orden-desorden”, ya citado en entradas anteriores. En esta página y la siguiente hace una referencia al Timeo de Platón. Y abro paréntesis: yo que no soy especialista en estos temas clásicos; pero si tengo la inquietud de aprender algo de estos textos inmortales, al encontrarme con el Timeo, he abierto una caja de Pandora. Mi mente “tranquila”, se ha alborotado y el “caos” generado en ella ha sido grande. Espero recoger las piezas sueltas y colocarlas lo mejor que pueda en el “cofrecillo” de mi mente inquieta. Dicho esto regreso otra vez a la página del apartado citado del libro en cuestión.

Dedica dos páginas, muy densas, y desde mi punto de vista muy resumido e interesante al Timeo, el autor de la Paradoja orden-desorden, Nathan Schwardtz-Salant. Intentaré apuntar lo más significativo: “Para comenzar consideremos un antiguo ejemplo de la POD tal como aparece en la idea platónica de la Necesidad” y a continuación cita a John Warrington en la siguiente nota: en el Timeo de Platón “… la palabra “Necesidad”   … no suele entenderse como que denota lo que es fijo, permanente e inalterable. En el Timeo de Platón significa todo lo contrario. La necesidad es, en realidad, un elemento irracional en el alma del mundo; siempre hay algo de caos en el mundo”. Y hago una salvedad. En el texto, "no suele entenderse como que... "tengo la impresión, que ese “no”, sobra, yo lo considero como un error de imprenta. Si alguien, que lea esto, me lo aclara, se lo agradecería. Y continúo, pasada la cita, en la misma página “La fenomenología de los efectos de la Necesidad, que también se conoce como la Causa Errante, es lo que llamamos conducta entrópica. Esto tiene lugar en el Receptáculo (o Recipiente), al comienzo, “todas las cosas estaban en un estado de desorden” (69b). Este caos inicial se encuentra “en una condición tal que esperaríamos algo cuando la deidad está ausente de él” (53b)…

Este mundo entrópico, en su equilibrio de degradación del valor energético y su creciente desorden, después se actualiza en valor. [La] ordenación del universo… se lleva a cabo, [cuando] el dios empieza a dar [a los elementos]… una configuración distinta mediante formas y números. (53b)

Para Platón, la Razón y el Bien son del máximo valor; la entropía y el mundo del Cambio es una Necesidad que debe ser ordenada… La razón se impuso sobre la Necesidad al convencerla para guiar a la mayoría de esas cosas que se convierten en lo mejor ( 48a). [El] dios tomó todo lo visible – no en reposo, sino en movimiento discordante y caótico- y convirtió el desorden en orden, considerando que lo último era lo mejor en todos los sentidos (29 d)….

A pesar de su devaluación de la Necesidad, Platón es consciente de que nunca puede eliminarse. Por tanto hay una notable cualidad en la Necesidad platónica, al ser más consecuente con el dicho de que crear orden requiere la creación de desorden…

Y hasta aquí, el “resumen del resumen”, que hace Nathan Schwartz-Salant, del Timeo. Merece la pena, adentrarse en el bosque de estos inmortales textos clásicos; pero nuestra vida es muy limitada, el desorden se apodera de nosotros, la entropía aumenta año tras año. Es mucha la energía que tenemos que aplicar para mitigarlo, aunque con la esperanza, que “El Padre encarnado en el Hijo, nos ilumine y nos de esa energía con el Espíritu Divino” y en eso estamos, caminando hacia las Moradas Eternas, donde aparecerá el Orden, sin traza alguna de desorden.

Para terminar, como he dicho en alguna entrada anterior, sobre este tema, echo de menos en este apartado, alguna referencia al Génesis. Yo veo un gran paralelismo entre el relato de la creación del mismo y estos textos de Platón. No estoy de acuerdo, sin embargo en el séptimo día, en que se nos dice que Dios descansó. Yo creo que Dios nunca descansa. ¿O sí?

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