miércoles, 24 de febrero de 2016

Un tren llamado “la Bestia”
Texto de Fructuoso Mangas Ramos
23.2.16

Las Patronas son un grupo de mujeres voluntarias de la comunidad La Patrona, en Veracruz (México), que desde 1995 dan alimentos y asistencia a migrantes a su paso por esa población junto a Veracruz; principalmente al paso del tren La Bestia, lanzando con habilidad y riesgo agua y comida a los  pasajeros. Su trayectoria en la asistencia y defensa de derechos de los migrantes les ha merecido el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013 en México y fueron nominadas al Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2015.
El tren «la Bestia» (también conocido como “de la muerte», o de «los Desconocidos» o de “las moscas”) es una red de trenes de mercancías que utilizan los inmigrantes de Centroamérica hacia Estados Unidos para atravesar México. La realidad es tan brutal que ha dado lugar a películas, ensayos y novelas que describen esa aventura de riesgo y de muerte.
Este modo de viajar, subidos en todos los rincones de cada tren de mercancías, es por supuesto ilegal y además extremadamente peligroso. Se estima que anualmente 500.000 inmigrantes, la mayoría de origen centroamericano, continúan utilizando de pésima manera y en condiciones extremas estos trenes de mercancías para llegar a Estados Unidos.[]
El viaje en tren comienza en Chiapas, pasa por Oaxaca; se detiene en México capital, donde tienen que cambiar de tren para salir, también en mercancías y amontonados en los techos, hacia Ciudad Juárez o Matamoros en la frontera con EE.UU. Han recorrido 2.500 kms. a lo largo de semanas infernales.
Muchos han muerto o desaparecido por el camino, sobre todo mujeres, adolescentes y niños. La ruta de huida hacia el norte incluye robo y asalto, extorsión, intimidación y amenazas, corrupción, destrucción de documentos, detenciones sin asesoría legal y actos de agresión sexual, raptos y secuestros. Escribía  Joseph Sorrentino, "las estadísticas son terribles". El ochenta por ciento de los inmigrantes serán asaltados o robados y el sesenta por ciento de las mujeres inmigrantes serán violadas. Son individuos ilegales en un tren de carga, es decir, mercancía a la que robar o secuestrar para extorsionar a las familias o para la esclavitud encubierta o para la trata de niños y de mujeres. Nunca fue tan fácil. ¿Quién los va a reclamar si los matan o los tiran del tren en marcha o si los secuestran? La mayoría de ellos no lleva ni documentación para evitar ser deportados si los detienen. Son los nadies.
De ellos hablaba el Papa Francisco en Chiapas, donde suben al tren: Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes”. Y a ellos abarcaba en Ciudad Juárez al denunciar: Los migrantes son esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio de tráfico humano, de la trata de personas; no podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas por tren, por carretera o a pie…
En esa situación surgen grupos de ayuda como Las Patronas que ofrecen, no sin algunos riesgos, alimentos, refugio, ropa y medicinas. El Gobierno mira para otro lado y de vez en cuando detiene a grupos enteros por situación ilegal, de forma que cada año son deportados a sus países de origen unos 70.000, que volverán a intentarlo en cuanto les sea posible.
Este corredor de migrantes México - EE UU es el más importante del mundo según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Y es verdad que nos cae tan lejos que muchos de nosotros ni sabemos que existe tal fenómeno humano, dramático, diario, terrible y mortal para cientos de miles de personas que prefieren ese riesgo, tan cierto, antes que la existencia bajo el hambre y la nada que sufren en sus países de origen. Y está bien cerca de nosotros, más cerca que Acapulco y casi tanto como Cancún, y nos afecta lo sepamos o no, lo queramos o no. Lo que desconocemos también existe y no es menos mío porque yo lo desconozca, ¡faltaría más!
Y hablo de esto porque está ahí y es un dolor grande que no se puede ocultar. Y hablo hoy porque una de esas mujeres de Las Patronas está en España en pura campaña pidiendo esfuerzos, visibilidad y solidaridades y estará y hablará en Salamanca el próximo mes de marzo. Esté atento y ya hablaremos.


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