El título
La rosa del Azafrán, Ved en wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/
Así pues, teniéndolo en cuenta, seleccionemos bien la semilla, escribiendo con corrección y no solo eso, eligiendo bien el tema, teniendo en cuenta que la cosecha también dependerá del terreno donde caiga la semilla y aquí recordamos la parábola evangélica del sembrador.
Me viene a la memoria el pasaje del Quijote, en el que D. Quijote se esmeró en grado sumo en escribirle la carta a "La sin par Dulcinea del Toboso" y esta, que era molinera, al recibir la carta, la dejó "olvidada" encima de un saco de harina.
Elegir el terreno, es decir a quien dirijo el escrito. No vamos a pretender, que los lectores y lectoras de la prensa del corazón, vayan a leer sesudos tratados de física cuántica, ni de elaborados textos de teología...
En fin todo esto es obvio, por lo que no merece la pena perder el tiempo, en ello. Sirva como breve reflexión y nada más
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