martes, 20 de febrero de 2018

¿Para qué tantas preguntas, si no tenemos respuesta?

Recuerda, algunas preguntas son para que vivamos con ellas sin respuesta… Lo que importa es tu experiencia, la sensación con la que te deja. Los detalles, las definiciones y las normas, son lo menos importantes.
Terry Lynn Taylor, en Mensajeros de amor, luz y gracia, 
Ed. Luciérnaga, Pág. 28.


No me gusta ver los telediarios, ni leer los periódicos; pero no podemos vivir como el avestruz, y veas o no veas el telediario, siempre te enteras de como en el mundo se despliégala vida con sus luces y sus sombras. Hay más luz que oscuridad y la oscuridad, muchas veces es la “sombra”, que proyectamos nosotros mismos, por no saber colocar bien la luz que nos alumbra. Es significativo el sueño de Jung, sobre una larga sombra, que le asustaba y que era su propia sombra, al interponerse él entre una pequeña luz que portaba. Así explicaría la magnífica teoría de la “sombra” que nos legó.
Pero no quería irme por “las Batuecas”. Quería, aunque sé que es una utopía, contestar a las preguntas que me surgen, cuando veo injusticias, crímenes, atentados… etc… La pregunta inmediata es ¿Dónde estás Dios? Afortunadamente, esta pregunta tiene respuesta y lo mejor es ir al cuento de las huellas. Posiblemente ya lo sabéis: iba un hombre por la playa de la mano de Dios y ese hombre tuvo problemas gordos, Se pararon a descansar y al mirar las huellas, el hombre le increpó a Dios ¿Por qué te fuiste?, ¡sólo veo mis huellas! Y Dios le contestó: “No hijo mío, esas no son tu huellas, son las mías que te llevaba en mis brazos.
Pero hay otras preguntas, que no tienen repuesta. Me lo dijo un día un sabio sacerdote, cuando le pregunté ¿Por qué existe el mal en el mundo? Y me dijo, Pedro, lo siento, no se contestarte.
Viene todo esto a cuento, porque se amontonan en mi cabeza, experiencias, lecturas, vivencias… Así por ejemplo, el otro día recibía por correo electrónico este escalofriante testimonio, de una persona, que había sufrido el atentado del 11M del 2004:     Testimonio:abrazada a la cruz

Esta mujer afirma, que gracias a sus sufrimiento, ha llegado a amar más a Cristo y que sus sufrimientos no son comparables a la pasión de Cristo. Esto me hace pensar en la “leyenda de Moisés y el Verde”, según la cual el personaje, “el Verde”, iba haciendo barrabasadas y Moisés, al final le impreca, pidiéndole explicaciones, y “El Verde” le responde, que lo había para evitar otras cosas peores o que se cumplieran cosas buenas. Teológicamente no estoy de acuerdo con esta interpretación; pero mi teología no da para tanto. Simplemente ahí lo dejo. Si queréis profundizar más, en Internet está la leyenda.
Como decía antes, no hay respuesta coherente, a pesar de los esfuerzos a lo largo de la historia, El libro de Job, El génesis, teorías psicológicas, antropológicas… No hay respuesta.

Yo cuando leo, suelo tomar nota de algunas frases, páginas, textos, historias, ideas y he tomado alguna del libro de la cita inicial y una idea que he leído en ese libro, bastante simple; pero muy potente es que “la Luz divina se irradia en todas direcciones”. Nosotros no pocas veces le hacemos sombra. También en la página 55, leo: “Las actitudes más importantes que debemos cultivar con el fin de atraer a los ángeles son el optimismo, el amor incondicional y la felicidad. Los ángeles rodean a la gente que es realmente feliz y cariñosa y, así estimulan más el amor y la felicidad” y uno se imagina a los ángeles revoloteando alrededor, incluso en tiempo de calor, provocando la brisa con sus alas… ¡toma ya! Así se expresaba el mismo sacerdote que mencioné antes, en el sermón del domingo pasado, cuando el evangelio decía “que los ángeles servían a Jesús en el desierto”. No amigos, esa no es la forma de imaginarlos; pero no quiero escribir sobre los ángeles, quiero seguir con la pregunta (sin respuesta) del principio. Tengo escrito a lápiz, un breve comentario a lo escrito anteriormente, de la página  55: “muy bonito, pero si no somos felices, si nuestra vida está llena de escollos, de problemas, de sinsabores, enfermedades,… ¿Cómo vamos a ser optimistas?” Y me ha venido a la cabeza otro pasaje, de otro libro: “El cansancio de los buenos”, de Roberto Almada, Ed. Ciudad Nueva, excelente libro, que pretende combatir el “burn out”, desde un punto de vista cristiano, basado en la logoterapia de Víctor Frank y en alguna de sus páginas, pone el ejemplo de Simone Weill, que dejó de dar clases en la universidad, para bajar al “ruedo” de la fábricas, y el campo, trabajando como obrera y campesina, sintiéndose  como todos ellos, una esclava del sistema, al igual que los esclavos romanos, que llevaban en la frente grabado a fuego, esa condición y sin embargo, ella, sentía un amor incondicional a Dios, eso la salvó de la desesperación. Yo pensaba, aunque somos unos privilegiados y no tenemos porqué quejarnos, en cierto modo, también “somos esclavos”, de nuestras circunstancias. Eso no tiene que impedir que perdamos ese amor incondicional, a que aludía antes y de esta forma, la Luz Divina, será fuerte e iluminará nuestras sombras. “Padre me pongo en tus manos, ilumíname Señor con tu Espíritu”, Enviaré pensamientos  positivos al Altísimo para que los amplifique y los distribuya a las persona que amo, a quienes estén cerca de mí, a quien lean estas líneas, a mis vecinos, a mis familiares, a quien se cruce conmigo en la calle… y la luz divina así amplificada pueda llegar incluso a los enemigos. “Prestes fidei suplementum, sensuunm defectui…” “Fe si, miedo no”, decía en otra página Terry Lynn Taylor. 

lunes, 12 de febrero de 2018

El Santo Grial, del P. Loring

Presentamos aquí, en este vídeo, la historia del Santo Grial 
y un magnífico sermón sobre la Eucaristía, del P. Loring.
 Podéis verlo y escucharlo en el vídeo de Youtuve,
 en el siguiente enlace:Vídeo del P. Loring

Grial de Valencia. Foto de Clara G. L.

 Texto que aparece para la explicación del vídeo
Vídeo INÉDITO del difunto Padre Jorge Loring. Este vídeo fue de los primeros que realizó el Padre Loring en el sistema VHS. Por lo tanto tiene mucho valor sentimental e histórico. Año de filmación: 1991. Sistema Beta. VHS. SANTO CÁLIZ. La tradición nos dice que es la misma Copa que utilizó el Señor en la última Cena para la institución de la Eucaristía, que luego fue llevado a Roma por San Pedro y que conservaron los Papas sucesores a éste hasta San Sixto II, en que por mediación de su diácono San Lorenzo, oriundo de España, fue enviado a su tierra natal de Huesca en el siglo III para librarlo de la persecución del emperador Valeriano. Recomienda esta permanencia del Santo Cáliz en Roma la frase del Canon Romano mencionada antes: “Tomo este Cáliz glorioso”, hoc praeclarum calicem; expresión admirativa que no encontramos en otras anáforas antiguas, y no podemos olvidar que la plegaria eucarística romana es la versión latina de otra en lengua griega, pues ésta fue la propia de la Iglesia de Roma hasta el Papa San Dámaso en el siglo V. Durante la invasión musulmana, a partir del año 713, fue ocultado en la región del Pirineo, pasando por Yebra, Siresa, Santa María de Sasabe (hoy San Adrían), Bailio y, finalmente, en el monasterio de san Juan de la Peña (Huesca), donde puede referirse a él un documento del año 1071 que menciona un precioso cáliz de piedra. La reliquia fue entregada en el año 1399 al Rey de Aragón, Martín el Humano que lo tuvo en el palacio real de La Aljafería de Zaragoza y luego, hasta su muerte, en el Real de Barcelona en 1410, mencionándose el Santo Cáliz en el inventario de sus bienes (Manuscrito 136 de Martín el Humano. Archivo de la Corona de Aragón. Barcelona, donde se describe la historia del sagrado vaso) Hacia 1424, el segundo sucesor de Don Martín, el Rey Alfonso V el Magnánimo llevó el relicario real al palacio de Valencia, y con motivo de la estancia de este Rey en Nápoles, fue entregado con las demás regias reliquias a la Catedral de Valencia en el año 1437 (Volumen 3.532, fol. 36 v. Del Archivo de la Catedral). Fue conservado y venerado durante siglos entre las reliquias de la Catedral, y hasta el siglo XVIII se utilizó para contener la forma consagrada en el “monumento” del Jueves Santo. Durante la guerra de la Independencia, entre 1809 y 1813, fue llevado por Alicante e Ibiza hasta Palma de Mallorca, huyendo de la rapacidad de los invasores napoleónicos. En el año 1916 fue finalmente instalado en la antigua Sala Capitular, habilitada como Capilla del Santo Cáliz. Precisamente esta exposición pública permanente de la sagrada reliquia hizo posible que se divulgara su conocimiento, muy reducido mientras permaneció reservado en el relicario de la catedral. Durante la guerra civil (1936-1939) permaneció oculto en el pueblo de Carlet. El Beato Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en el día de su fiesta anual, el Papa Juan Pablo II celebró la Eucaristía con el Santo Cáliz durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982 y lo mismo sucedió con Su Santidad Benedicto XVI que celebró la Eucaristía con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de Julio de 2006. ¿Es auténtico? Ya hemos dicho que la crítica negativa nos dice que ya en tiempos de Jesús era una valiosa antigüedad y hay una costumbre israelita que nos da un dato positivo importante; en efecto, todavía en la actualidad cada familia judía conserva con cariño la “copa de bendición” para las cenas pascual y sabáticas. Los evangelios nos dicen que Jesús celebró el rito pascual en una sala decorosa, amueblada con divanes (Mc 14, 15) ¿Extrañaría que la familia que lo acogió no pusiese ante el Señor la preciosa copa familiar para que pronunciase las bendiciones rituales, la última de las cuales se transformó en la primera consagración eucarística del vino en la Sangre del Redentor? Hemos visto demasiadas escenas “pobres” de la última Cena, con los discípulos sentados en el suelo y Jesús tomando en sus manos un humilde vaso de barro... pero no fue así. Así pues, los Apóstoles y los primeros cristianos pudieron identificar el vaso de la primera Eucaristía y conservarlo a pesar de su fragilidad ¿Cómo pudo conservarse intacto los primeros y azarosos mil años si no es porque lo protegía la memoria de un misterio sacratísimo? Fuente: http://www.catedraldevalencia.es/el-s...


martes, 6 de febrero de 2018

La “trampa” de las funciones discontinuas

Si una función, no está definida en un punto x = a, y sus límites laterales por la derecha y por la izquierda, son + ó  - infinito y – o + infinito, respectivamente, la función en ese punto presenta una discontinuidad de primera especie, (de salto infinito). La recta x = a es una asíntota vertical.


No es mi intención explicar la teoría de las funciones continuas en este sencillo blog, sólo quiero contar lo sucedido una mañana de primavera, en el instituto donde yo daba clases, “in illo tempore”, como un ejemplo de sincronicidad divertido, después del tema tratado en anteriores entradas. Si voy  hacer una descripción muy somera de la función, representada en la figura, cuya ecuación es

y = 1/(x-5)

Esta función tiene por dominio, el conjunto de los números reales, excepto el 5, su límite, cuando x tiende a + infinito es cero y cuando x tiende a – infinito también es cero. El eje de abscisas es una asíntota horizontal. Corta al eje de ordenadas en el punto (0, -1/5), no corta al eje de abscisas  y en x=5, no tiene límite; pero el límite lateral, cuando x tiende a 5 por la izquierda es – infinito y por la derecha + infinito. La recta x=5 es una asíntota vertical. La curva representada es una hipérbola equilátera.
Cualquiera que haya hecho el bachillerato o cualquier estudiante despierto, sabrá interpretar estos datos. No es el lugar de explayarse más en esto, pues quería contar lo siguiente:

Como decía era una hermosa mañana de primavera, desde el aula iluminada, primorosamente por el sol, que incidía en la ventana y un grupo de pocos alumnos y bastantes alumnas, yo me disponía a explicar la teoría de las funciones continuas y habiendo representado una curva, un poco más complicada, que la que aquí pongo, con tiza de yeso, sobre un encerado, bastante brillante, donde no se veían bien los trazos (¡Cuanto peleé yo, por los reflejos en los encerados!). No teníamos, ni cañones de luz, ni pantallas, ni proyectores y por supuesto, ni ”Powerpoint”, aunque ya andábamos, manejando los “segundos” ordenadores, los Olivetti M-19, con discos flexibles de 5,25 pulgadas (no tenían disco duro). Los “primeros” fueron los famosos “Spectrum”. Perdón, se me olvidaba lo de aquella mañana soleada…  Pues bien, una vez representada en la pizarra la función, recuerdo que dije: “vamos a recorrer esta curva desde –infinito a +infinito” y comienzo a recorrerla, explicando los intervalos de continuidad, puntos de cortes con los ejes, intervalos de crecimiento y decrecimiento máximos, mínimos, concavidad, convexidad, puntos de inflexión… y en esto que nos aproximamos por la izquierda hacia + infinito, a una asíntota vertical, con salto infinito y recuerdo mis palabras, como si fuera ahora mismo: “Vamos a caer en una trampa”, para indicar que pasaríamos a – infinito y en ese momento  ¡la pizarra se desprendió de sus anclajes y cayó verticalmente a plomo hacia el suelo!. Imagínense el revuelo. Y yo dando gracias que no me hubiera pillado los pies. Y es mejor terminar aquí, sin más comentarios.

domingo, 7 de enero de 2018

Polifemo, cuevas, portales y estrellas
… una partida de reconocimiento encabezada por Ulises, llega a la isla de los Cíclopes y se aventuran a entrar en una gran cueva. Y empujados por el hambre, empezaron a darse un banquete con la abundante y rica comida que allí había, sin saber que era la cueva donde vivía el Cíclope Polifemo, de cuerpo gigantesco y con un solo ojo…
Fructuoso Manga Ramos, en 10 comentarios sobre Odiseo


Me hubiera gustado titular esta entradilla, “Los siete pasos para llegar y partir”, que tan bien nos los explicaba Fructuosos Mangas, en el sermón de la Epifanía y que no me resisto a enumerarlos: 1. Ver la estrella, 2. Seguirla, 3. Informarse, 4. Llegar, 5.Reconocer, 6. Adorar y 7. Volver por otro camino; pero visto cómo andamos, posiblemente no tendría audiencia, como se dice ahora ¿O sí? Voy sin embargo en primer lugar a fijarme en la cueva de Polifemo, que me ha parecido verla en estos días en la ciudad de Salamanca. Me explico: ya no belén, ni siquiera árbol de navidad, con luces titilantes. Sólo hay un gigantesco, dos en realidad, paquetes de luces, que supuestamente son de regalos. La buena gente, le hace fotos y hasta se puede entrar dentro. El otro día me fijaba en los que entraban y sus caras, no reflejaban alegría. Me acordé de la cueva de Polifemo, el de un solo ojo y me vino a la cabeza un dibujo, que vi en la escuela de mi pueblo, en el que se representaba  a Ulises, quemándole el único ojo a Polifemo, con un tizón encendido.

No, no, es esta la cueva de Polifemo, por supuesto, con esas luces tan bonitas…; pero si, si nos fijamos la cueva de Polifemo es más amplia, abarca más, está en las calles, en las grandes superficies,  flota en el ambiente. Ahora Polifemo tiene otro nombre y se llama “Consumo desmedido” y  la  “cueva” de la plaza es su “oficina de información” y también tiene un solo ojo, que es el del beneficio a toda costa. El único tizón que tenemos para neutralizarlo, es reflexionar los siete pasos que pongo al principio y cuando lleguemos al séptimo, nos veremos liberados de la cueva. Fructuoso Mangas, nos da unas pautas, en el siguiente escrito. No es fácil, ya lo sé; pero merece la pena intentarlo  


Y la estrella sigue
Dicen que a los magos los alertó una estrella especial que apareció en los cielos de oriente. Pudo ser o pudo no ser, ahora da igual. Lo que no da igual es que hoy, y desde entonces, sí aparecen estrellas que avisan, hasta en pleno día que es señal de mayor urgencia. O a ver si el fenómeno – estrellas a mediodía - es por aquello que dijo aquél: ¿No hace más frío? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía?, cosa que sería aún más grave.
Me refiero a que hoy estamos llenos de avisos, con estrella o no, sobre lo que sucede y sobre lo que sobrevendrá si no se evita lo que parece inevitable.
Hay estrellas que hoy nos avisan, como cualquier imagen de un refugiado con su maltrecha maleta a cuestas o cualquier subsahariano que intenta saltar la valla por cuarta vez sin conseguirlo y se le están acabando las reservas para aguantar en las laderas del Gurugú con Melilla a la vista. El aviso se repite una y otra vez, desde Tesalónica hasta Calais y desde Hungría hasta Málaga. Y desde México hasta Sudán o Myanmar.Y por aquí tan distraídos entre el Niño y las loterías. En este plan los Magos son imposibles y su viaje hasta Belén también.
Recuerdo de vez en cuando un artículo de Félix Madero hace unos años, creo que en el ABC, en el que hablaba del chico de la maleta que huía malamente con ella a cuestas mientras nosotros lo contemplamos tranquilos y sentados en el banco del parque. ¡No pasa nada! Y añadía que un día alguien nos pedirá cuentas por esa indiferente tranquilidad.
Pues eso. Que hay estrella y avisa con dramática insistencia. Y crece alarmantemente la intensidad y la frecuencia de sus destellos.
De vez en cuando cunde la alarma porque nos afecta el fenómeno, como cuando mueren varias personas en Barcelona – recuerdo y respeto para ellas -, pero apenas si nos enteramos cuando mueren otras cien en Kabul o donde toque. Y yo soy también ciudadano de Kabul, por difícil que sea tomar conciencia de semejante certeza.
Y de allí y de otros lugares parecidos me llegan los destellos de advertencia, con una severa insistencia que debiera despertarme del sueño tranquilo de un europeo bien comido y bien asentado. También esto sería una “epifanía”, o sea, una revelación. Y falta me hace.
Y Feli. Nunca supe si era Felisa o Feliciana o Felicidad o hasta Felicísima llevando hasta el extremo la ironía de un nombre así para quien en vida nunca pudo practicarlo. Porque es una mujer con mucho dolor desde siempre y ahora lo tiene medio recogido en una existencia oscura y olvidada de una residencia para ancianos de tercera como ella. Ahora caigo en que se llama Ofelia. Vaya por Dios.
Y desde esa oscuridad toda ella emite destellos de aviso. Y nos avisa a todos, pero especialmente a los que metidos en nuestras prioridades tan de nuestra primera línea olvidamos a los últimos  y nunca o casi nunca nos encontramos con ellos. Nos avisa a nosotros, tan acomodados, para recordarnos la dureza de la vida que mucha gente, de cerca y lejos, de dentro y de fuera, sufre callando, sin ternura ni biografía ni casi nombre. Son nadies que andan por ahí y por ahí acaban aparcados en cualquier portal (¡qué ocurrente lo de portal!). Y su estrella, obra de Dios, no deja de emitir señales. Dichoso el que la siga.
Y el rayo que llega de las estrellas de aviso no cesa, como el del poeta, y sigue avisando. Ahí, a la vuelta, en un cajero que quizás él no sabe que lo van a cerrar esta semana, duerme Pascual y ya son las diez de la mañana y ahí sigue, aunque él tampoco sabe que hoy es fiesta y no lo van a echar porque no hay limpieza. Un turista portugués y madrugador le saca una foto y los demás pasan sin verlo porque es un bulto más en el mobiliario urbano.
Y sin embargo su estrella no deja de guiñar al que pasa advirtiéndole de la soledad de la persona envuelta en manta y cartón porque desde que salió de Topas con lo puesto ni sabe adónde ir ni en ningún sitio se le espera. Duerme a pesar de la rabia y cuando despierte tendrá que huir con su manta recogida y hacerse invisible, acosado por la misma sociedad que desde hace años le maltrató con injusticia hasta empujarlo a la deriva donde ahora anda. Él sabe que es inocente, pero parece que sólo él lo sabe, con lo cual es como si no lo fuera. Uno así no es ni presunto.
Sin embargo su estrella sigue encendida vaya por donde vaya. Avisando a quien quiera o pueda identificar la señal. Es tiempo de Magos.
O la estrella de Anita, que nunca tuvo suerte, ni con su marido, que se fue, ni con sus hijos, que se los quitaron, ni con el trabajo, que siempre se le escapa y no sabe por qué, aunque ahora ha entrado de barrendera. A ver cuánto le dura, ella sabe que poco. Y ella sabe también que buena parte de todo esto y de más es por culpa suya, pero no tiene recursos para cambiar su mala estrella.
Y hablando de estrella, aunque sea mala, también ésta, la de Anita, avisa, sobre todo a los que están o pasan más cerca de ella, porque el problema no es sólo suyo ni la solución tampoco. Su mala estrella nos sigue avisando de que ahí hay una emergencia a la que habría que acudir. Y Magos somos todos y Magos que acudan con el oro, el incienso y la mirra  tenemos que serlo todos. Para eso parpadea la estrella y a la vista de lo que hay y de lo que viene seguirá avisando por los siglos de los siglos.
Y así hay miles de estrellas en el firmamento humano que nos avisan, unas veces a unos otras a otros, de que hay alguien que necesita que nos lleguemos hasta Belén y reconozcamos allí al Salvador del mundo. Nada menos.
Pero pensándolo bien y fijándome en mi caso, ando entre regalos y comidas, llamadas y wasaps y no creo que ande haciendo caso de no sé qué destellos de no sé qué estrella que anda por no sé dónde. La vida sigue su curso, empieza un año nuevo y el calendario impone sus reglas. Hasta otra.
Fructuoso Mangas Ramos



martes, 2 de enero de 2018

¿Coincidencias o “diosidencias”?
(Recopilación de entradas sobre el tema, del libro “Sincronicidad, Un puente entre la mente y la materia, de F. David Peat, aparecidas en este blog)

Al rayar el alba, el rey se levantó y fue a toda prisa al foso de los leones. Al llegar junto a él, llamó Daniel con voz angustiada:
Daniel, siervo de Dios vivo, ¿ha podido tu Dios,
 a quien sirves con tanta fidelidad, librarte de los leones?
Daniel respondió al rey:
¡Que el rey viva para siempre! Mi Dios ha mandado a su ángel, que ha cerrado las fauces de los leones, y no me han hecho ningún daño, porque Dios sabe que soy inocente, y tampoco he hecho nada malo contra el rey.
Daniel 6, 20-23


Hace unos días recibí un correo electrónico, en el que un amigo, residente en otra ciudad, me pedía información sobre una profesora, que había impartido una charla sobre Santa Teresa en 2014, pues había perdido su teléfono. Según la información que me dio, pensé que había sido una profesora que había impartido docencia en el Instituto “Fray Luis de león”. Puesto en contacto con esta profesora, se aclaró, que no había sido ella la que había dado la conferencia; pero que de ese tema, me podría informar otra profesora, que había sido compañera mía, en los tiempos que yo estaba en activo. Yo pensé “No se por dónde anda esa profesora, ni  tengo su correo, ni nada”; pero no queda ahí la cosa: resulta que al domingo siguiente vamos a misa a la iglesia de los carmelitas y anuncian ¡Una conferencia sobre San Juan de la Cruz, impartida por esta profesora, antigua compañera mía! A todo esto, se aclaró que la profesora que dio la charla en 2014, no había estado en el Instituto Fray Luís de León, sino en un colegio de León y resulta que es ¡de mi pueblo! Me puse en contacto con ella  y le comenté que mi amigo, andaba buscando el esquema de dicha charla y efectivamente esta profesora localizó los papeles; pero hay más: La profesora que dio la charla sobre San Juan de Sahagún, muy buena, por cierto, de la que tengo una breve reseña en el boletín de la cofradía de mi pueblo, en la festividad del santo, resulta que está en un instituto, siendo amiga, de la mujer de un íntimo amigo. Decimos ¡El mundo es un pañuelo!; Pero la cosa va más allá, pues esta historia se la he contado a muchos de mis amigos y uno que conoce muy bien la Renovación Carismática, me dice, a estos sucesos, el P. Betancourt, no los llamaba coincidencias, sino “diosidencias”, pues los hace Dios, ¿Quién si no?
Podemos quedarnos aquí y no quebrarnos la cabeza;  pero somos como Santo Tomás: “Si no veo no lo creo” y seguimos, leyendo, investigando, cuando lo único que sacamos es “la cabeza caliente y los pies fríos”. Sigamos investigando ¡por qué no!, “porque  es de noche”;  pero como a San Juan de la Cruz “Sólo la fe nos alumbre”


La recopilación de todas  las entradas, sobre el  libro “Sincronicidad, un puente entre la mente y la materia”, de F. David Peat, aparecidas en este blog, el 25, 27, 29 y 31 de agosto,  el 1, 2, 3, 4 y 25 de septiembre, el  4, 12, 29 de octubre,  y  el 7 de Noviembre de 2017, Puedes descargarlo aquí en PDF

martes, 26 de diciembre de 2017

¡10 Comentarios 10!, sobre Odiseo
Fructuoso Mangas Ramos


En primer lugar: Mi agradecimiento a Fructuoso Mangas,
 por haberme permitido recopilar, estas interesantes reflexiones,
que le darán, sin duda un valor especial a este sencillo blog,
prometiéndome a mi mismo, volver a leer esta obra,
que leí, allá en los años de mi niñez, en la escuela de mi pueblo


Es el título, en griego y en español, de una obra muy conocida, poco leída y apenas interpretada. Es una guía, un modelo de conducta, un camino (o sea, una “odisea”), casi un catecismo (“conjunto de ecos y resonancias” para ser vivido como norma de vida) para todos los caminantes que en el mundo han sido.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Cofradía del Santísimo de
La Alberca (Salamanca)
Boletín nº 21.Navidad 2017


Saludo y felicitación
Queridos cofrades, albercano/as y cualquiera que lea este sencillo boletín: En primer lugar os deseo ¡Feliz Navidad! Y quiero proclamar, que este no es “un boletín más”, sino que es un boletín, nuevo, que sin embargo proclama lo mismo que han proclamado otros: La buena noticia de Jesús, que viene, está viniendo continuamente, en el aquí y ahora de la Eucaristía, Su cuerpo y su Sangre, es el “fermento” que nos mueve a seguirlo y que tendría que ser también “cemento”, que nos uniera en su amor.
Ser cofrade implica eso, pertenecer al “Cuerpo místico de Cristo”, ofrecerle nuestras manos, y nuestras obras, para que sea Él quien actúe por medio de nosotros. Está muy bien, nuestros ritos, nuestras tradiciones, nuestra minerva, que hemos de cuidar con mimo; pero no podemos quedarnos ahí, hemos de ser luz, que alumbre a los demás, sean o no cofrades. No sea, que nos quedemos sólo en los ritos y vivamos “de otra manera” y no sólo no celebraremos su venida, sino, que incluso podemos hacer mucho daño, pues algunos podrán pensar o incluso decir: “mira ese, mira esa, mucha capa y luego fíjate en lo que hace” y es el peor daño que podemos hacer a la Iglesia.
Aprovechemos su venida en estas navidades, aunque venga y además se queda en la Eucaristía, en todo momento, para seguirle y transformar nuestras vidas, uniéndonos a María, su Madre y a San José. Formemos la “Sagrada familia” de la Iglesia, seamos los pastores, que lo adoran, los Magos, que le ofrecen sus regalos; pero evitemos ser Herodes, pues en los tiempos que corremos, sin darnos cuenta, actuamos como tal.