domingo, 22 de septiembre de 2019


Buscando el rostro del Señor (1)

Ten confianza en el Señor y obra el bien,
Vive en la tierra y crece en paz,
Ten tus delicias en el Señor
Y te dará lo que pida tu corazón
Salmo 37 3-4



Ando yo estos día, dedicando una o dos horas a un trabajo de “entrenamiento” sobre el modo de vivir, acorde con la Sabiduría y me valgo de rezar, los laudes por la mañana en numerosos vídeos que hay en YouTube  y las completas por la noche. También escucho conferencias de gente sabia, como el Dr. Mario Alonso Puig, que os lo recomiendo; pero sobre todo estoy “trabajando”, que no leyendo, tres libros a cual más interesante. El primero es el “Proceso de la Presencia “, de Michael Brown, el segundo “Atención plena (el título en realidad es Mindfulness; pero esa palabra me resulta horrorosa y la evito)  en la vida cotidiana”, de Jon Kabat-Zinn y el tercero es “Tomate un respiro, Atención plena (lo mismo que antes, el título empieza con la horrorosa palabra) El arte de mantener la calma en medio de la tempestad “ de Mario Alonso Puig...
La tesis del libro de Michael Brown, es atacar a las causas de nuestro comportamiento y no a los efectos. La mayoría de nosotros, somos conscientes, de nuestros fallos, aunque por desgracia no pocas veces, nos fijamos más en la paja del ojo ajeno, ignorando la viga que tenemos en el nuestro. No hay más que mirar a la sociedad, a la política y a nuestro entorno de amigos y familiares. Nos gusta ir por autopista y si puede ser “cuesta abajo y sin frenos”; pero a nadie nos gusta subir por la “empinada senda” y pasar por la “puerta estrecha”. Buscamos soluciones fáciles y rápidas, leyendo todos los libros de “autoayuda” y de autores que están de moda. A veces cuando estamos charlando con alguien comentamos a un autor o autora, experto en estos temas y enseguida tomamos nota, para comprar sus libros o escuchar alguna conferencia en YouTube; pero creo que esto no es efectivo. Es preferible, centrarse en uno de estos autores y “trabajar”, que no leer sus libros. A esto el autor del libro el  Proceso de la Presencia”, lo lama “drama” y tomo nota de la página 76 del citado libro: “Esta manera de actuar, de ir de aquí para allá y no llegar a ninguna parte, es la clase de movimiento que el mundo exterior respalda con insistencia como medio de resolver  cualquier insatisfacción que tengamos… en nuestra experiencia vital. En el Proceso de la presencia contemplamos este tipo de movimiento externo improductivo como una agitación, si bien un término más adecuado para la agitación puede ser el de drama… actividad inútil e improductiva; pero el drama no se refiere exclusivamente a una moción física externa improductiva, sino que también hace referencia a las actividades mentales y emocionales improductivas de nuestra experiencia vital.
Uno de los objetivos del Proceso de la Presencia es… activando el movimiento interno mediante la liberación suave y consciente de las emociones que tenemos bloqueadas” Como apuntaba antes, este proceso, no actúa sobre los efectos, cosa que hacen muchas formas de crecimiento interior, sino sobre las causas.
Es un proceso lento, complejo, que requiere disciplina; pero que yo creo que  dará resultados. Hace unos 5 ó 6 años, comencé a leer este libro; pero no a trabajarlo y lógicamente abandoné, hace poco lo he vuelto a retomar. Voy por la página 130; pero falta mucho, no sólo hasta la página final, más de 400, sino del proceso, que hay que hacer, más allá de la lectura.
En próximas entradas os cuento más

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