sábado, 9 de septiembre de 2017

Microdrama teológico
En donde se recuerdan, tiempos, personajes e historias, “que pué que no guervan”

Toda la vida es sueño y los sueños sueños son (realidad)
D. Pedro Calderón de la Barca. Lo de “realidad” es un añadido





Dejando la sincronicidad, momentáneamente, el efecto “Rafael”, sigue dando buenos frutos. Isidro Barcala, me manda una poesía y yo le respondo con un drama teológico-eucarístico:

Poesía enviada Por Isidro Barcala por correo electrónico

Tú me llamas Isidrito / No Isidro ¡qué pillín!
¿Porque soy muy erudito?
No te equivoques Pedrín.
El  -ito fue de un hermano/ que le pusieron Luciano
y la gente Lucianito.
-Lo tuvieron de antemano-
Fue después el boticario/ que se empeñó ser padrino
Con un -íto muy precario
Sin Isidro, ¡qué destino!
Fue en el Fray Luis de León / donde mi nombre más cala
Y me enseñó este camino
Un tal Don Gabriel Espino:
¡Salga usted -decía-Barcala!
Bar..¿qué?-le decía yo
Si de La Alberca es Barcala
De la Barca es Calderón.
"Háblenos, ¡verá que cala! / ¿Que le  pasó a Segismundo?
Recite, empiece, ya,... ¡ala!
Y yo... "el sueño que estoy aquí..." /-corriendo como una bala-
-De estas prisiones cargado-"...
No corra, señor Barcala / Vaya usted más despacito
Qué si no, voy a  las malas
Le llamaré Isidrito.
¿Qué es la vida, don Gabriel? / un sueño, una ilusión,...
Pues siéndole a usted muy fiel
Ponga un nueve a esta lección.
Y más no seré Isidrito.

 Ni tampoco el Isidrón/ Que tiene la mente terca
Y recita a Calderón.
Con las mejillas repletas
¡Pues váyase... "p´a" la Alberca.!
"¡¡Y lea  allí "LAS TROMPETAS!
Que le ha gustado a esta sala.

¿Me dijo?..
                   ¡ Sí..¡.¿De la barca?...

¡Perdón! ISIDRO BARCALA

Post data:
Y aquí acabo y no me encierro
¡VA POR DON PEDRO BECERRO!

Va por Vd., D. Isidro, de la Barca-la:

La tentación del mal, vencida
Microdrama teológico



Personajes: Caminante cansado (CC), el Demonio con las patas rabituertas (DPR) y la Virgen María (VM)

Se lo manda D. Pedro Calderón, perdón, Becerro, que se encuentra con el mismo demonio, con las patas “rabituertas”; pero no lo parece, va bien vestido y se presenta muy correcto. La mismísima Virgen María sale en su defensa y al de las patas rabituertas, lo manda a donde no debía haber salido, es decir a los profundos infiernos.
CC, Despierta de un profundo sueño y dice: “esta cárcel, estos hierros/que aquí nos tienen destierros”
DPR.- (aparte) Vaya “patá” al diccionario, destierros por desterrados/jajaja…
CC: Desterrados de la vida que quisiéramos. Y vamos caminando, con los ojos vendados o vendidos, que más da, sin saber bien el camino.
DPR: ¿Do vais, home, al infierno, o es que ya estáis en él?
CC: No lo creo, pues bastante purgatorio es pasar esta jornada, sin pan, bocata, ni vino. Sin saber bien el camino; pero no voy al infierno, pues  después del purgatorio, la gloria nos espera, no el infierno.
DRM: No, tú ya estás en el infierno, ya lo dijo Francisco, el purgatorio, no existe. Ven conmigo, que yo te enseño el camino y no nos va a faltar, ni pan, ni carne y ni vino.
CC: (aparte) ¡Qué raro!, este me da pan y vino, para andar por el camino; pero ¿Qué camino? y me dice que ya estoy en el infierno. No me fío de este tío. ¿O quiere sacarme de aquí? No tiene muy mala pinta. ¿Quién podrá informarme? No hay nadie por aquí… o sí. (En ese momento, se mueve el aire y de entre las ramas de unos árboles, sale una brisa suave, que refrigera el caluroso ambiente. Y se oye una dulce voz.)


VM: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”, lo dijo Antonio Machado y dijo bien. No te fíes de ese que te ofrece pan, carne y vino. Otro te da pan y vino; pero sin carne, pues la carne está en el Pan y la sangre está en el Vino.
CC: Algo parecido se lo oí a D. Saturnino; pero hace ya muchos años.
VM: Si, ese ya está aquí conmigo y con mi hijo Jesucristo
CC: ¡Jesucristo!!!... (El caminante cae de rodillas y se da cuenta que está ante algo sobrenatural. Echa una mirada a su alrededor y no ve a nadie).  Y el que estaba conmigo, ¿A dónde ha ido?
VM: Ese que bien parecía, ya lo viste en tu pueblo, era el mismo demonio, con las patas rabituertas, echando fuego y maldiciéndome, quería quitar la fiesta de mi Asunción; pero mi Hijo, mandó un ángel, que lo envió a los profundos infiernos. Como aquello le salió mal, ahora sale a los caminos y al encontrarse con caminantes como tú le ofrece vino malo, pan duro y carne, para que se meta más en el mundo y así, entre él, el mundo y la carne, acaban llevando al caminante incauto a los profundos infiernos; pero no temas, cuando me ha sentido, ha desaparecido; pero volverá. Ten cuidado, si lo sientes, me invocas a mí, “que nunca se ha oído decir, que jamás os haya abandonado, si recurrís a mí", como dijo Bernardo, hace ya algunos siglos.
CC: ¡Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros tus hijos, ahora y en la hora de nuestra muerte y resurrección!!



TELÓN

Pedro Becerro Cereceda

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