miércoles, 23 de mayo de 2018


ía
Santa María
Las razones de un amor

El día 21 de mayo ha sido dedicado a la festividad de
 María, Madre de la Iglesia


Para festejar esta efeméride, nos ha parecido bien, poner a vuestra disposición este breve comentario sobre la Virgen, siendo uno de los primeros escritos de Luis Cencillo (junto con J.M. Romaña), que luego sería un gran profesor de psicología y psicoterapeuta.
¿Quién es ella?
 María, Virgen y Madre, es uno de los núcleos afectivos característicos de la actitud cristiana ante la vida.

Seguir leyendo

martes, 22 de mayo de 2018

Un aeropuerto en La Alberca

Para entender esta historia, lean las entradas del 19 y 21 de Mayo de 2018, respectivamente en el blog de Isidro Barcala 



Que por Mayo era por mayo,
Lo cuenta Isidro Barcala.
Hacia los años sesenta, se ha trasladado en el tiempo.
¿Quién osara en esos tiempos hablar de tal paridad?
Las mujeres en la casa y a rezar.
Los hombres en la taberna y a jugar.
Mas el relato está bien. Es bueno así imaginar.
Y ya que estamos en ello vamos prestos a añorar,
un aeropuerto, señores, en la Alberca,
un campo de aviación ¿Y por qué no?;
pero no en la Mataricho, mejor en el Praomellina,
como decía Moisés, el hijo del tío Patricio.
Resguardado de los vientos que vienen desde el Portillo.
De esta manera señores,  y señoras, por supuesto,
Isidrito se pondría en poco tiempo en La Alberca.
Pero, no hace falta, no. Hoy las ciencias adelantan.
Y en poco tiempo habrá “drones”, que nos lleven a La Alberca,
A Mogarraz, o a Trujillo y hasta Jerez, y  más allá… de la Frontera.

lunes, 14 de mayo de 2018


Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Son los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del capítulo sexto del Apocalipsis. El capítulo habla de un pergamino en la mano derecha de Dios que está sellado con siete sellos, en ese escenario Jesús abre los primeros cuatro sellos de lossiete, liberando a estos jinetes que montan en sendos caballos blancorojonegro y bayo. Según la exégesis representan y son alegorías de la conquista o la victoria, la guerra, el hambre y la muerte, respectivamente.
Wikipedia


Lo Cuatro j... de Viktor Vasnestsov (tomada de internet)


Este también es el título de una famosa novela de Vicente Blasco Ibáñez. No la he leído; pero debe ser muy buena, pues se hizo una magnífica película sobre ella, titulada también Los cuatro jinetes del Apocalipsis Recuerdo que la vi en Zamora y me impresionó. Magnífica película.

Pero ahora, me refiero, a otros jinetes: la crítica, el menosprecio, el contraataque y la retirada total. Pueden verlo entre las páginas 201 y 205 del libro “Curación emocional” de David Servan-Schreiber (en edición de bolsillo vale 7 euros) Está también disponible en PDF. Es un libro muy bueno. Se lo recomiendo.


Realmente en estos diálogos, se generan unas “micro guerras”, que no parece que sean muy graves; pero como en el caso del Cálculo infinitesimal, la suma de infinitas cantidades infinitamente pequeñas, es decir realizando la integral, da lugar a cantidades finitas y… hasta infinitas. Puede ser y de hecho así ocurre, que las guerras, surgen de la suma de estos conflictos, aparentemente banales. Y poco tengo yo que decir. Les invito a entrar en:

lunes, 7 de mayo de 2018



Necesitamos ser Pacientes

Quisiéramos alcanzar nuestra autorrealización sin la realidad de nuestra situación vital o de nuestro entorno. Pero eso sólo se consigue embarcándose en la realidad que se nos ha fijado. Se trata de la transformación de nuestra realidad para que se llene más y más del espíritu de Dios.
Anselm Grün


Hace poco, estuve ayudando a sembrar patatas, en una pequeña huerta familiar. Iniciando así un proceso que va a desarrollarse a un ritmo lento, con vistas a unos meses para obtener la cosecha. La naturaleza no tiene prisa, es paciente. Recogeremos el fruto, después de haber pasado este proceso, a veces, con contratiempos, plagas, malas hierbas, tormentas… incluso puede ocurrir que la cosecha se pierda; pero lo que no podemos es perder la paciencia; sin embargo es lo que menos tenemos en la sociedad actual. Si queremos patatas no tenemos más que ir al supermercado y comprar por pocos euros unos kilos. Igual que con las patatas, ocurre con otros productos.
Y esta falta de paciencia, la observamos no solamente en las compras, sino en otras muchas facetas de la vida. Nadie quiere entrar por “la puerta estrecha”. Si es posible queremos ir por autopistas, por encima de la velocidad permitida. De esta manera, vivimos en una sociedad, inestable, líquida, en la que alcanzamos “todo”, al instante; pero perdemos lo más importante.
Si como dice un afamado poema, atribuido a Santa Teresa “La paciencia todo lo alcanza”, ¿Cómo es posible obtener “todo”, con la impaciencia? Aquí algo está fallando. Los libros de autoayuda, que hoy están tan de moda, nos ofrecen la felicidad a “golpe de clic”. Muchas veces los leemos, o mejor los devoramos, sin reflexionar, sin trabajar lo que dicen que hay que hacer. Tal vez “vendan humo”. Y nosotros lo compramos. Algún flautista, como el de Hamelin, nos está guiando hacia el abismo. ¿Pesimismo? Tal vez; pero realismo es pensar en la siembra y en la cosecha. Hace poco he escuchado esta conferencia en YouTube y la conclusión que saco es que esta corriente, se está llevando muchas cosas, demasiadas. La corriente es muy fuerte y si no nos agarramos a algo nos puede llevar también a quienes parecía que estábamos a salvo.
En estos días  de comienzo de Mayo, tradicionalmente, se celebraba la Exaltación de la Santa Cruz, que no es un signo de derrota, sino de triunfo y de victoria. Dice Jesús: “El que quiera seguirme cargue con su cruz”. Por eso, si notamos que esta corriente nos arrastra, agarrémonos a la Cruz, y de esta forma estaremos a salvo.
         Anoche andaba yo leyendo el libro “Cómo podríamos vivir. Actitudes que cambian el mundo” de Anselm Grün (Sal Terrae) y en la pág. 123, me encontré con la cita del principio, dentro del capítulo 24, titulado “Paciencia”, y el día anterior, escuchaba por YouTube la conferencia. Estos dos acontecimientos, me han hecho abrir los ojos y me he dado cuenta que no hay atajos, ante los problemas que nos plantea la vida. Hay que afrontarlos de frente. Hay que sembrar y esperar, preparar el terreno, abonar, podar, quitar malas hierbas, regar, combatir plagas y confiar en la Divina Providencia. No olvidemos: “Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles”.
La cosecha puede ser buena o mala, eso sí me permitís es secundario. Lo importante es que si hemos confiado, sea cual sea el resultado de nuestra labor, hemos cumplido la voluntad de Dios, como San Felipe Neri, que rezaba por las noches “Gracias Señor, porque las cosas no han salido como yo esperaba. Eso quiere decir que se ha cumplido tú voluntad”. Eso necesita mucha fe, por supuesto, que la mayoría no tenemos; pero si sabemos de quien nos fiamos, podemos estar seguros: nos exige solamente, que nuestra fe sea como un “granito de mostaza”. Con esta fe, afrontemos los retos de la vida, con paciencia y tendremos la esperanza de que el Señor nos llevará por el camino recto, camino de caridad. Y ya está.

lunes, 23 de abril de 2018


De estampas y de libros

Patrón nuestro que estás en los cielos: Imitado sea tu ejemplo,
venga a nosotros tu intercesión, hágase feliz el viaje así a nosotros como a los demás. La prudencia de cada día dánosla hoy y perdona nuestras descortesías así como nosotros disculpamos la de los demás conductores, recuérdanos nuestros seres queridos, y no nos dejes caer en la tentación de la velocidad y las infracciones. Más líbranos de los accidentes. Amen
Oración  a San Cristóbal en el reverso de la estampa.


Cristóbal, significa, portador de Cristo (Cristóforo), por tanto mejor patrono de los automovilistas, no podría encontrase; pero no voy a entretenerme en ello ahora. Sólo diré que la estampa de San Cristóbal ha sido el marca página del libro que he terminado de leer esta mañana, titulado “Cuando los hijos se van” de la psicóloga junguiana Verena Kast, Ed. Herder. Es un buen libro, que hay que releerlo y viene bien y reflexionar sobre lo que dice. Puede ayudar en los procesos de cambio, jubilaciones,  pérdidas, cuando los hijos se van… He notado, sin embargo, que la traducción no es buena, encontrando incluso alguna falta de ortografía. No voy a meterme en su contenido. Es complicado y no tengo preparación para ello.

Hoy, 23 de Abril, como sabéis es el día del libro y he salido a dar un paseo, sin intención de comprar ninguno (tengo muchos sin leer); pero en un puesto, vi uno pequeñito de color amarillo, que alguien lo había dejado en un sitio equivocado. Lo ojeé y me gustó, por 8 euricos, edición de bolsillo, y además,  conociendo al dueño de la caseta, lo compré. Vine a casa y ojeando los créditos del autor, Albert Espinosa, vi que tiene un libro titulado “Ama tu caos”, que anda “perdido” entre al caos, que hay que amar, según el título del libro mencionado; pero ya es hora que diga el título del libro que compré: “El mundo amarillo. Si crees en los sueños, ellos se crearán”. Lógicamente, no puedo decir gran cosa de este libro, pues sólo lo he ojeado; pero me da la impresión, que ha sido una sincronicidad encontrarme con él. Puedes mirar aquí algo sobre la Sincronicidad; pero dudo, que lo entiendas. Es un "resumen", que hice del libro “Sincronicidad. Puente entre mente y materia" del físico F. David Peat, y no creas que entendí gran cosa. Prefiero pensar en la Providencia Divina.

Otro libro, que tengo pendiente, esperando en mi librería es "Dios en ti. Eckart, Tauler y Susón a través de sus textos" de Silvia Bara Bancel y Julián de Cos, O.P. Ed. San Esteban. Es un libro que promete. Es muy interesante. Podéis ver la conferencia de la presentación del libro en la Universidad de Comillas

Y echando un vistazo al caos, que se refleja en la mesa, veo un libro sin leer, titulado "Biocentrismo", de Roberto Lanza y Bob Berman, Ed. Syrio. ¿Por qué está este libro en la mesa? Pues porque el otro día descubrí este vídeo y dije: ¡Anda este libro lo tengo yo! Y efectivamente, lo encontré enseguida. Luego mi caos no es tan grande, digo yo. Seguramente lo compré otro 23 de Abril….

¿Más libros?, si muchos hay; pero citaré sólo uno que ando leyendo ahora y que me parece muy bueno “Curación emocional” de David Servan-Schreiber, Ed Kairós, de bolsillo. Cuando lo termine de leer espero hacer algún comentario. Puede encontrarse en PDF en la red, aunque la edición de bolsillo es muy barata.

Y hay otros muchos libros que he leído y veo en el estante, de los que sólo citaré  "¿Hay alguien aquí?. Fantasmas, poltergeist y casas encantadas de España y del mundo", de Sol Blanco-Soler, con prólogo del padre Pilón. Ed. booket. Una parte de su contenido puede verse en el vídeo. De otros libros, también leídos, prefiero dedicarle una entrada a cada uno de ellos…, otro día.

martes, 17 de abril de 2018


Un libro, una estampa, un lápiz y un papel

Las palabras nos abren puertas a otras situaciones, reales o ficticias.
Lo digo yo, aunque lo habrá dicho alguien antes.


La letra de una canción que cantábamos en mi infancia, decía ”D. Juan de la pipa rota, ¿Con que se la curaremos?, con un palo que le demos ¿Dónde está el palo?, la lumbre lo ha quemado. ¿Dónde está la lumbre?, el agua la ha apagado.  ¿Dónde está el agua?, el buey la ha bebido. ¿Dónde está el buey?, a sembrar trigo se ha ido. ¿Dónde está el trigo?, las gallinas lo han comido.  ¿Dónde están las gallinas?, poniendo huevos. ¿Dónde están los huevos?,  los frailes los comieron. ¿Dónde están los frailes?,  diciendo misa. ¿Dónde está la misa?, debajo la camisa. ¿Dónde está el sermón?, debajo el camisón, ron,  ron
Cada palabra, en negrita nos abre una situación nueva, pasada o presente, todo mezclado. Nada se refiere al futuro, sin embargo, salvo el ron, ron final, que indicaba que el tiempo del “zambulerio” (columpio) había terminado y era necesario bajarse, para que otros lo ocuparan.
Algo parecido acurre con el título, de esta entradilla: Un libro: ¿Qué libro?,  Mensajeros de amor, luz y gracia”, de Terry Linn Taylor, Ed. Luciérnaga. ¿De qué trata este libro? De los ángeles. ¿Dónde están los ángeles?, en el cielo. ¿Dónde está el cielo? Perdón, me he ido a la canción infantil y no me he dado cuenta, que ya no soy un niño ¿O sí?
Efectivamente el libro trata de los ángeles; pero no da definiciones, al estilo de Santo Tomás, ni nos dice dónde están, ni nada por el estilo, simplemente en la medida que va desarrollándose la lectura, va haciéndonos notar su presencia misteriosa y reconfortante en nuestras vidas.  Así por ejemplo, en la página 102, después de la cita de Hebreos 13:2No olvides la hospitalidad, pues por ella, algunos sin saberlo hospedaron a ángeles” y continúa: “Cuando de forma consciente, nos proponemos cultivar cualidades divinas, de vez en cuando los ángeles proporcionan pruebas, que permiten saber cómo lo estamos haciendo”. Puede ser, opino yo, que de alguna manera, reconocer, que estamos en el buen camino de nuestras vidas, respondiendo a la petición que hacemos al Señor, del salmo 25: “Muéstranos Señor tus caminos e instrúyenos en tus sendas”. Por alguna “sincronicidad” o “diosidencia”, se nos muestra que seguimos avanzando en nuestro desarrollo espiritual.
Entonces ¿cómo encasillar este libro? Yo diría que no merece la pena, encasillar este libro, ni muchas cosas en la vida. No es un libro de auto ayuda, ni de meditación, ni de consejos… es de todo y de nada de eso. Es un libro “resonante”, concepto, según el cual  un compuesto químico, puede tener varias estructuras moleculares a la vez, participando de todas ellas, con distintos porcentajes. No hay tiempo ni espacio aquí, para comentar exhaustivamente el libro, por eso paso  a la estampa.



La estampa es un calendario de 2018, con la imagen de San Martín de Porres, que utilizo como marca páginas en ese libro. Bien mirado, San Martín, podría ser otro ángel que nos acompaña en nuestras vidas, cargadas de ego, en los complicados tiempos que nos toca vivir. Podríamos decir, parafraseando a las escrituras que “se despojó de su rango y cogió la escoba”. Practicó la humildad y se dispuso a barrer. ¡Cuánta humildad necesitamos, en nuestras vidas! y ¡Cuantas cosas tenemos que barrer!
El lápiz ¿Qué pinta aquí un lápiz? Me explico: Cuando leo, suelo tener a mano un lápiz, normalmente de mina de grafito, no sé por qué pienso que contamina menos que la tinta de un bolígrafo o pluma y voy anotando cosas que me llaman la atención del libro. Luego, como  persona desordenada, que soy, normalmente las pierdo o las rompo  y ahora, el que tengo delante es una hoja de papel, que arranqué el otro día de un cuaderno, por considerarla irrelevante y que me lleva otra vez a pensar en el caos de la vida, que tan bien refleja la canción infantil del principio. En efecto, se refiere esta nota al libro que tanto éxito ha tenido: “La magia del orden” de Marie Kondo, edición de bolsillo, y leo en dicha hoja, estoy decidido a encontrar el orden, y una nota del libro de la pág. 28 “Tan pronto como empieces reajustarás tu vida”. Hay otras cosas que dicen cómo hacerlo; pero afortunadamente, no he hecho caso. La nota tiene fecha, el 26 de junio de 2017. El orden ha mejorado; pero por otras causas, no por seguir los consejos del libro. Y curiosamente, hace poco ha aparecido otro libro relativo al orden, titulado “El poder del desorden”, de Tim Harford. Lo tengo pendiente de leer, y apuntar con el lápiz notas en una hoja de papel. Ya veremos, aunque lo más probable, que “las recetas”, con los buenos propósitos, no las cumpla. Afortunadamente.
Y ya está. Podría seguir; pero estoy cansado de escribir. Espero que los ángeles, a los que alude Terry Linn, me envíen algún mensaje. Pues eso son: mensajeros

martes, 3 de abril de 2018



Loa a San Martín de Porres

“Peñascos y torrenteras. Azules, bellas pizarras,
que admiráis de Galilea, cuanto su contorno baña”
Loa albecana a la Virgen de la Asunción.




Canchales. Peñas. Escobas,…
 ….Inmensidad del paisaje.
Hay que seguir el camino…
 Desde El Paso de los Lobos
-Entre jaras y fragancia,
y el verdear de los pinos-
Hacia la Peña de Francia.

Allí  encontró Don Pedro,
caminante y peregrino.
Esta imagen, que requiere
compartirla. Sois testigos:
“Quién en la piedra haya puesto
a Fray Martín le bendigo.
Porque fue leal y honesto”.
Nos defiende con su escoba.
                  
Y sigues. Caminas. Subes.
 Vas a  la Peña de Francia.
Muy cerquita de las nubes.
 De noble y muy santa estancia.

Cuando retornas o bajas ,
bien se agradece si esperas
Al tiempo que te relajas
orándole a San Martín.
Que a  tres pasos tienes Leras.

¿Te extraña que San Martín
esté en el Paso Los lobos?
¡Ojo! Chaguarzos. Escobos,..
Y algún que otro pillín.

Acuérdate de la Loa,
que La Alberca representa:
“De lobos hay un  sin fin,
 Por estas nuestras Batuecas”.
Y los cuenta en el Solano,
 Uno, dos, tres,… ¡mil!
“¡A escobazos con la escoba
La escoba de San Martín!”

Y como está consentido
-con sentido, sería otra cosa.
Quiero decir protegido
Una escoba es deliciosa.
-Y no es por daros más coba
Al lobo le hace ti-lín…-

¡Y si fuera  San Francisco!
- Desde lo alto comentan-
Demasiado bonachón-
Les dejaría hacer cisco
cortar leña, más carbón,…

El mejor es San Martín,
Porque por no darte coba
Protege siempre sin fin.
No hace daño y tiene escoba.

LETRILLA PARA SER CANTADA

San Martín de Porres tiene una escoba.
Y no sólo barre también da coba…
Y al lobo lobito, que asusta y joroba
le da un consejito, Por si acaso  joroba:
No paso a los lobos, que entre las escobas,
 Se hacen los bobos  y asustan a lobas.
Tampoco a las lobas , que  entre los escobos, asustan a lobos.

CONCLUSIÓN

Si esta historia se perdiera,  como puede suceder
El copiador  Peromingus, por si la quieres tener.
La foto la hizo Don Pedro, que además de peregrino
La supo muy bien hacer.-En La Alberca, Calentino-

                Y al fin ya, de todos modos
                 Nos agrada su destino
                 Que se pueda conocer
                 Ese Paso de Los Lobos.
                 Y ¡gracias por el leer!
                 Y brindar con un buen vino:
                 Se trata de complacer.


Isidro Barcala del Castillo

Este poema, está tomado del blog La Alberca y sus tradiciones, de Isidro Barcala del Castillo