Demos gracias a Dios, a la vida o
a quien os parezca
a quien os parezca
Gracias,
Señor, por la aurora;
gracias,
por el nuevo día;
gracias,
por la eucaristía;
gracias,
por nuestra Señora.
Y
gracias por cada hora
de
nuestro andar peregrino.
Gracias,
por el don divino
de tu
paz y de tu amor,
la
alegría y el dolor,
al
compartir tu camino.
Gloria
al Padre, gloria al Hijo,
gloria
al Espíritu Santo,
por
los siglos de los siglos. Amén.
Himno de la liturgia de las horas
Después
de rezar los laudes al comenzar el día,
en que me he encontrado con este himno,
poco puedo añadir. Normalmente no nos fijamos más que en “lo malo”, cómo está
la sociedad, cómo está la política, cómo está la economía…como estoy yo, con la
tensión alta, con el colesterol por las nubes, la glucemia, las varices… y no
nos fijamos en lo que tenemos a mano, por ejemplo esta hermosa canción, que
estoy escuchando ahora, tener acceso a internet, poder asomarme a mi ventana y
ver el nuevo día, tener amigos con los que me comunico con whatsApp… lista interminable;
pero no es esto lo principal. Si nos quedáramos sólo en esto, sería un
ejercicio estéril, de autocomplacencia y egoísmo. Tenemos que ir más allá:
Fijarnos en la maravilla de la vida, en la mejor bomba aspirante-impelente que
es el corazón, el ciclo de la vida…, sería bueno rezar el salmo 148 todas las
mañanas, o el cántico de Daniel y aun así nos quedamos cortos…
Estaría
escribiendo toda la mañana, toda la tarde y no pararía nunca de intentar, sólo
intentar de publicar las maravillas de la creación. Sólo quiero hacer este
sencillo señalamiento desde este sencillo blog
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