viernes, 27 de mayo de 2016

Corpus 2016
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Cofradía del Santísimo de La Alberca (Salamanca)
Boletín nº 16 – 29 de Mayo de 2016
Sumario:
Presentación
Artículos de Ramón Domínguez Fraile, Antonio Sánchez Cereceda, Cosme Puerto Pascual, Isaura Díaz Figueiredo, Isidro Barcala del Castillo, Pedro Becerro Cereceda

  Presentación

Hemos tenido la suerte de que este año  Pentecostés, haya coincidido con la minerva de mayo, en la que pedimos la efusión de Espíritu, para que transforme nuestras vidas, de tal manera, que al igual que los discípulos de Emaús, al sentir la presencia de Jesús Sacramentado pasando por nuestras calles un año más, nuestro corazón arda en el Amor, que Él nos trasmite, para hacer de este mundo, un mundo de paz, de solidaridad, de misericordia y de esperanza. Elevaremos canciones de agradecimiento y júbilo, recordando a los que ya no están aquí; pero que han tenido la suerte de encontrarse con el mismo Cristo glorificado.

Felicitamos al  abad Eusebio Luis Griñón y a los mayordomos Antonio Sánchez Cereceda y Félix Becerro Hernández,  por haber podido cumplir tan honrosos cargos.

Agradecemos a los cofrades Ramón y Antonio, al dominico Cosme Puerto, a Isaura Díaz Figueiredo y a Isidro Barcala y a cuantos de una forma o de otra han hecho posible este boletín. Finalmente, animamos a los cofrades a que tomemos en serio la asamblea anual que celebraremos en la octava, el próximo 19 de junio, tercer domingo.

En conversación informal con D. Alfredo, me comentó que este año el Corpus, debe tener, si cabe una proyección especial, pues está dentro del año de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco.
Dios es Amor, y en la Eucaristía se hace presente; pero, ese Amor, esa Misericordia, hemos de ser nosotros los que lo pongamos en práctica. Hemos de hablar menos de la Misericordia y practicarla más. El Buen Samaritano, hizo lo que tenía que hacer; pero no fue publicando a los cuatro vientos, como hacerlo. Su ejemplo, ha sido la más hermosa lección sobre la Misericordia, que han visto los siglos.
A esto nos invita Cáritas, este año con su lema “Deja tu huella”, no hables, no cuentes, actúa, la huella quedará y no se borrará, como las huellas digitales, permanecerá para siempre
El Señor, “lento a la cólera y rico en piedad”, guiará nuestros pasos, vacilantes, si a Él acudimos en la Eucaristía y ¡Que mejor momento, que este para dar ese paso!
Pidámosle a Nuestra Señora, en cuyo mes todavía estamos, que “nos guíe hacia ese puerto”, como hemos cantado hace poco, en la festividad de María Auxiliadora. No olvidemos, “que jamás se ha oído decir, que los que han acudido a su protección hayan quedado defraudados”


Visita al Santísimo Sacramento
EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA
Lectura bíblica
Jesús dijo: "A donde yo voy, ya sabéis el camino. Tomás le dice: Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino? Jesús le responde: Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí." (Jn 14, 4-6).
Preparación
-        Jesús es el camino, la Verdad y la Vida. Por estas palabras Él nos llama a seguirlo.
-        Señor Jesús, tú eres el Camino; permítenos seguirte por el camino de la Verdad y de la Vida.
Meditación
¿Quién viene? Es Aquel que ha dicho de sí mismo que Él es el camino, la verdad y la vida en persona.
Sí, Jesús va al Padre. Lo ha dicho a menudo y lo repite nuevamente: "Voy a prepararos un lugar en la casa de mi Padre" (Jn 14,2). Y Jesús ES el camino al Padre. Él va primero.
Es importante, entonces, permanecer unidos a este Jesús. He aquí EL CAMINO seguro. Hay que crecer en su amor, hacer en todo su voluntad y aprender de Él, que es manso y humilde de corazón.
Jesús también es LA VERDAD, la Verdad por excelencia. Él nos la enseña. Él nos enseña la verdadera sabiduría. Él es la Palabra divina hecha carne: la Palabra que es como la LUZ que ilumina a Todo hombre (Jn 1,9).Y por eso la gente que lo seguía decía: “jamás un hombre ha hablado como Él” (Jn 7,46). Jesús nos comunica su Verdad, su sabiduría, su palabra luminosa, y nos revela todo lo que había aprendido de su Padre (Jn 15,15).
Jesús, igualmente, es LA VIDA, la Vida en persona. Y San Pablo lo dice expresamente: “Cristo ES mi vida” (Fil 1,21). En otra parte dice: “Ahora no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Gal 2,20).
También en nosotros vive Jesucristo, sobre todo mediante la Eucaristía; y de su Corazón sacaremos la gracia de la salvación.
Pausa de reflexión


ORACIÓN
Señor Jesús:
te adoramos en este Sacramento, y te damos gracias.
Aquí se concentran todos los misterios
de nuestra salvación.

En la Eucaristía nos enseñas el Camino,
nos comunicas la Verdad,
y nos llenas de Vida.
Y todo esto, porque te entregas a ti mismo
a nosotros,
tú que eres el Camino, la Verdad y la Vida
EN PERSONA.

Sin embargo, a veces (o muchas veces)
somos insensatos y testarudos,
cuando nos metemos por los caminos del error,
de la mentira,
o por caminos que conducen a la muerte espiritual.
Hoy renovamos la decisión de seguirte.

Queremos caminar en pos de ti,
hacer lo que tú nos enseñas a cada instante.
De ti aprendemos que sin amor
la vida no vale nada.
Sólo en el amor, en el servicio a ti
y en el servicio al prójimo
está el verdadero camino de la felicidad,
la Sabiduría máxima
y la Vida en su plenitud.

Haz, Señor, que permanezcamos unidos a ti,
todos los días de nuestra vida
y hasta la eternidad. Amén.

Ramón Domínguez Fraile, scj



Homilía de Cosme Puerto O.P. para la festividad de Corpus Christi
Lecturas: Génesis 14, 18-20; Salmo 109, 1-4; 1 Corintios 11, 23-26; LUCAS 9, 11b-17

1.- Queridos amigos: El problema actual de la Eucaristía está en que lo que empezó siendo una “comida compartida”, y se ha se transformado en un “ritual religioso”. Un ritual que como todos los rituales religiosos, con su cumplimiento a todos nos deja tranquilos, pero no modifica nuestras vidas, ni modifica nuestras costumbres. No pocas veces este ritual además se usa como un acto de ostentación y pompas solemnes.

2.- ¿Cómo quiso Jesús que se viviera la Eucaristía?
   ¿De qué nos sirve este relato evangélico si no vivimos lo que Jesús quería? Si pensamos cómo Jesús quiso que se viviera como una comida compartida, tenemos que recordar las comidas con los pecadores y publícanos, con los pobres que le seguían a Jesús, los banquetes en los que entraban mendigos y vagabundos, y en los que los últimos tenían que ser los primeros.
   Lo que vamos diciendo quiere decir que Jesús puso en el centro de la vida el proyecto de una sociedad enteramente distinta de la que tenemos. Porque sería un error tremendo interpretar todo esto como un simple llamamiento a la caridad. Vivir la caridad es no vivir con dignidad. Es importante llenar el estómago en una comida, pero es más importante vivir con la seguridad y la estabilidad del que se gana lo que se come. Jesús quería, pues, una seguridad igualitaria en derechos y dignidad para todos.
   El modelo de sociedad que ahora tenemos es creador de desigualdad. Porque está pensado y gestionado para producir abismos de desigualdades. Es un modelo que concentra la riqueza cada día más y más el capital mundial en menos países, en menos empresas y en menos personas. Y entre tantas desigualdades, las religiones utilizan sus rituales para tranquilizar conciencias y perpetuar los sistemas de violencia y de muerte. ¿De qué nos sirve creer en la Eucaristía? ¿Puede esta gente seguir creyendo en Jesús?

3.- Él les contestó: “darles vosotros de comer”.  
   Nos dice el evangelio: “Comieron todos”. No nos hemos de engañar. No podremos mirar a otro lado. En nuestro entorno más o menos cercano nos iremos encontrando con familias obligadas a vivir de la caridad, personas amenazadas de desahucio, vecinos golpeados por el paro, enfermos sin saber cómo resolver sus problemas de salud o medicación. Los cristianos repetimos con frecuencia que la eucaristía es el centro vital de la Iglesia y la experiencia nuclear de la vida cristiana. Y realmente es así. Lo recordó con fuerza especial el Concilio Vaticano II: “No se construye ninguna comunidad cristiana si no tiene como raíz y quicio la celebración de la eucaristía.”
   Pero la Eucaristía queda vacía también de su contenido esencial cuando se convierte en práctica rutinaria sin repercusión alguna en nuestras vidas y de los que no tiene para comer, los más pobres e inmigrantes... Esas misas no construyen comunidad ni alimentan la vida cristiana. Al contrario, como dice J. von Allmen: “La Cena hace enfermar a la Iglesia cuando no es el lugar de un amor confesado y compartido“. Celebrar el “sacramento del amor”, y no revisar nuestros egoísmos individuales y colectivos o nuestra apatía ante situaciones de injusticia; escuchar la Palabra de Dios y no oír los gritos de sus hijos más necesitados; darnos todos los domingos el abrazo de paz, y no trabajar por hacerla realidad entre nosotros, es no ser consecuentes con lo que creemos.


Cuatro artículos de Antonio Sánchez Cereceda:
1. AMISTAD CON DIOS
Así lo escribía un Padre de los Reparadores del Sagrado Corazón de Jesús. Tuve la dicha de celebrar la santa misa en la casa donde nació Santa Teresa De Jesús en Ávila que hoy forma parte del Santuario de Santa Teresa atendida por los Padres Carmelitas. También tuve la alegría de hacer oración en el Monasterio de la Encarnación, donde la Santa pasó parte de su vida religiosa. También el Santuario de San José donde fundó las reformas que llevo a cabo.
Cuando los tiempos son recios: son necesarios los amigos fuertes de Dios: para sostener a aquellos que son muy flojos. Rezar no es forma de huir, tampoco meterse en una burbuja, ni de aislarse, a ver si lo comprendemos los que somos de fe. Sino de avanzar en una amistad en Dios que crece más en cuanto más tratamos al Señor, amigo verdadero, amigo fiel de viaje, con Él, con quién todo se puede sufrir  él siempre nos ayuda nos da todo su esfuerzo y que nunca nos va a fallar.
Hay gente que enseñan a querer, porque saben querer, dejándose querer. Hay que defender siempre la dignidad humana, si no queremos cargar con las culpas de otros que tú has permitido consintiendo a ese mal al no defender la dignidad humana.
Cuantas veces nos perdemos queriendo buscar como refugio con algo bueno que nos llene la vida: tengamos en  cuenta el amor de Dios a través de la fe si hacemos el bien sólo Dios, es el que nos llena la vida. Las cosas hay que hacerlas bien, hacerlas con cariño, y sobre todo cuando amamos a Dios con el corazón. Si la fe esta fría se debilita, algo pasa en nuestro interior hay que buscar las causas, las consecuencias.
Señor, que en Jesús
Nos ha demostrado
El gran amor que nos tiene
Por nosotros tus hijos,
Haz que en su corazón brote
Esa fuente inagotable
de misericordia.
Podamos descubrir mejor
La alegría de la entrega
Por la bondad que Cristo
Nos da a favor propio
Y amando a los hermanos.
        
         Nunca le fallo el gran amor que tenía a Dios Santa Teresa de Jesús porque conquistó el corazón de Dios. El amor nos hace falta en los momentos difíciles, nos hace fuertes. Si somos de fe por qué ignoramos que amando a Dios no queremos saber nada de los otros siendo tu prójimo que es tu hermano. Jesús lo decía todos los días viviendo sobre la tierra no puedes amar a Dios si no amas al otro ya que todos somos hijos de Dios. Hagamos prójimo para llegar al prójimo.
        
         El amor a Dios, el amor al hombre, el amor a la naturaleza, ese es el misterio de la gran verdad de Dios. Ese principio que con todo su poder y grandeza nos creó en la naturaleza para que todos viviéramos bien dentro de ella. Todos nos alimentamos de todo lo que produce la tierra y del mar. Hasta en el vestir todo se produce del ganado doméstico como de las fieras del campo.
                   En cambio que paradoja ¿Verdad? Unos a construir y otros a destruir. Aquellos que quieran destruir la naturaleza nunca lo conseguirán ya que se estrellaran con la misma naturaleza. Podrán cortar todas las flores del campo pero nadie podrá detener la primavera, nadie podrá detener las aguas de los ríos, ni destruir las montañas ni detener el crecimiento de los árboles. Esta es la gran verdad de Dios porque Dios con todo su poder lo ha creado, y sólo Dios es el único que dispone lo que tiene que hacer con la naturaleza.

Del corazón de Jesús
Abierto en la Cruz
Nace el hombre de
Corazón nuevo.

         Toda nuestra vida está llena de Dios con su palabra, en su espíritu nos da la fe, en los sacramentos de la iglesia en las luchas y alegrías de la vida, en cada uno de nuestros hermanos, sobre todo en los más pobre y sufridos.

Hay que saber esperar a Dios
Hay que saber buscar a Dios
Hay que saber descubrir a Dios


        
         Y mira, hay muchos que se cansan de esperar, porque la vida se nos hace dura y los poderosos siempre aplastan al pueblo y muchos de ellos no saben buscar a Dios; no saben buscarlo ni en el día ni en la noche, ni en el trabajo, ni en casa, en la calle, en la lucha por el derecho de todos, en la oración, en la fiesta alegre de los hermanos unidos incluso más allá de la muerte. Qué triste no saber buscar a Dios. Cuando Dios siempre llega porque está llegando siempre y que siempre está a nuestro lado. El que nos ha creado y nos ama. En el hijo que ha llegado y nos abraza como hermano, porque somos personajes vivos, somos rostro de la realidad humana, tal vea o toda vez muy diferentes unos de otros. Lo manifestamos muy rápidamente con nuestros maniqueos, con nuestros gestos y muy especialmente cuando ponemos una sonrisa de ternura.
Hay que detenerse mucho pensando en los obstáculos que encontramos en el camino de la vida, no son el fin del mundo, aunque haya herida que curar pero se curan si vivimos la fe sin maniqueos, ya que salimos reforzados porque Dios camina a nuestro lado.

2. LA FUERZA DE LA SONRISA
Sonreír es un arte, es muy necesario ejercitarlo, aunque nos pueda parecer ridículo; no deja de ser un recurso muy potente, sobre todo para acercarse a aquellos que viven desazonados. La sonrisa siempre hace confianza, desarma el malhumor del otro, y en nosotros mejoramos nuestros sentimientos. Un gran sabio decía: es más fácil conseguir lo que deseas con una sonrisa, que con la punta de una espada. Ánimo, entonces, levántate llevándole el ánimo al otro que no lo tiene, ese es el gran amor de saber empatizar.
El amor nos hace fuertes en los momentos difíciles.  Hablar de la  Iglesia, hablar de la fe. Es una cuestión de necesidad que tenemos los católicos para defender lo que queremos. Tengamos la suficiente formación espiritual para defenderte tú y todo lo que conlleva tanto iglesia como prójimo. En estos tiempos en que vivimos hay que aprender rápido para caminar por el buen camino. Hay que creer para seguir creciendo más en la fe. Señor creo, creo de verdad pero, Señor, auméntame más mi fe. Ahí está el credo que todos los días rezamos, creo en Dios padre Todopoderoso creados del cielo y la tierra, creo en Jesucristo su único hijo que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo que nació de Santa María Virgen. Que diríamos del Padrenuestro que Cristo nos lo enseñó de cada palabra del Padrenuestro esta tan llena de sentido que se puede escribir un buen artículo de cada palabra. Esa es la coherencia de vivir la fe: es amar lo que se dice amar, amar es dar, es defender la Iglesia y la vida de los otros que es tu prójimo. Si hemos venido a la cofradía, todos estamos comprometidos para ser testigo defendiendo la fe. Si vivimos la eucaristía constantemente pidamos ven Espíritu divino a esta Cofradía.
Manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre;
Don en tus dones espléndidos,
Luz que penetra las almas,
Fuente de mayor consuelo.
Entra hasta el fondo de mi alma
Divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
Si tú le faltas por dentro
Cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía
Sana al corazón enfermo
Lavas las manchas, infunde
Calor de vida en el hielo,
Doma al espíritu indómito,
Y guía al que tuerce el sendero
Por tu bondad y tu gracia
Dale al esfuerzo su mérito.


Bendita la Eucaristía con su Espíritu Divino

3. LAS HUELLAS DE DIOS
En el silencio de la noche Dios se deja entrever con toda su luz, con ese aliento de aroma de su fragancia, con todo su espíritu de Dios que inunda de amor a toda la iglesia llenándonos con toda su luz a nuestro corazón a los que amamos a la iglesia a través de la fe.
Como también en el silencio de la noche en la casa que habitamos percibimos el aliento de su aroma de Dios que nos está velando cuando dormimos y cuando despertamos. Lo mismo sucede al levantarnos, con la claridad del día a través del aire que respiramos en medio del gran ruido que produce el mundo a esas horas de la mañana pero lo oímos con todos nuestros sentidos a Dios, al Hijo y al Espíritu Santo con toda su fuerza cuidando la vida del hombre vivo y a la vez a la mujer que con tanto mimo y ternura Dios ha creado como compañera. Afinemos bien el oído para escuchar la voz de Dios en el silencio y en lo secreto.
Así es la Misericordia de Dios que camina con silencio a nuestro lado cuidándonos a todos los que somos suyos.
Santa Teresa de Jesús decía: el amor perfecto tiene esta fuerza, que olvidándonos nuestro contento para contentar a quien amamos. Vivamos para acoger: servir primero al que más sufre. Busquemos es fuente de agua viva con ese gran chorro que mana del corazón de Dios, para apagar esta sed que tanto padecemos cuando nos alejamos de Dios; Dios siempre está con nosotros como el que sirve, procuremos también nosotros de hacer lo mismo es una gran lección que damos de vida.
La Iglesia está llena de vida, dinámica de sueños, del sueño de Dios que calienta nuestro corazón llenándolo con todo su amor. Señor, enséñanos a amarte; aunque te amamos necesitamos más amor para conocerte mejor.
El amor mueve a la humanidad esta es nuestra esperanza, esta es la gran verdad.
Si sirve para tu vivir jamás podrás valer para servir. El tiempo cuando no se emplea bien se pierde. La libertad del mundo no se puede defender si no la disfrutamos después de conocer ese mundo. Si conseguimos manejar la libertad encontramos la Paz. El Señor de la vida, el Señor de la historia nos lo dice muy claro, si somos honestos, sinceros y generosos viviremos la alegría de Dios con nosotros; De ahí nace la humildad,  el amor de empatizar de servir a los demás, siendo nosotros tan pequeños Dios nos hace grandes cuando amamos con ese amor de empatizar. Dios hace maravillas cuando de verdad amamos la verdad. Dios está pendiente de cada uno de nosotros, no hay que tener miedo, pero a la vez digo no nos creamos que la vida es una caricia, a veces te están golpeando sin tu quererlo, ya que están los otros dándonos más palos que abrazos.
No olvidemos lo bueno siempre se hace esperar el mal está a la vuelta de la esquina. Pero vivamos en positivo: El amor no pone condiciones, la verdad es la cara del alma, si vivimos la fe como es debido no deja de ser un lujo que tenemos, es el mejor regalo que Dios nos ha dado.
Si entramos lo que le agrada a Dios y  a la Virgen entre otras muchas cosas es el arte de la música y la poesía. La música es lo mejor, es lo que más contenta; todo lo cura, cura hasta el alma; los ángeles cantan todos los días en el cielo alabando a Dios y a la Virgen.  Que grandeza y que bonito cuando en la iglesia al celebrar la eucaristía en todas las eucaristías del mundo; siempre el coro del canto acompañado de muchos feligreses. Esa música es la palabra cantada que  Dios y a la Virgen tanto agrada. Esa música a veces embarga el alma y se nos saltan las lágrimas. Aunque el mundo canta muy bien que nos gusta tanto por sus buenos artistas ¿Cómo no nos va a gustar si a todos nos gusta? Pero es muy diferente la sensación que causa el canto de la iglesia, los que vivimos la fe se rebosa y se regusta el alma.
La poesía, todo lo que tocamos es poesía como se regocija Dios y la Virgen cuando le hablamos en poesía. Si les preguntamos a las mujeres albercanas que manera de hacer poesías a la Virgen de La Asunción,  a la Virgen de la Peña y a la noche víspera de boda, como también en los hogares familiares ante el nacimiento de un niño o su primera comunión, y esto ¿Por qué? Porque somos de fe. Santa Teresa de Jesús todo lo que hablaba, lo que rezaba en el silencio con Dios todo era en poesía. En la historia de la Santa encontramos más del 50% de sus páginas están en poesía.
Que podría decir yo, el que está suscribiendo este artículo, desde muy pequeñito era un gran enamorado del canto y de la poesía. He compuesto varios cantos, nunca los he sacado a la luz sólo canto yo por lo bajo. En cuanto a poesías he compuesto unas cuantas algunas las he recitado en el teatro, otras, ahí están. Algunos de la cofradía han leído Navidad, Navidad, al final del artículo aparecen grandes relatos de poesía como también en otros artículos aparecen poesías mías, también hay algunos versos que no son míos.
Aconsejo que vivamos alegres. Tengamos un poco de adicción amando el canto y la poesía. Todos tenemos sentidos, sentimientos, que la música y la poesía nos hace falta a todos, porque a todos nos hace felices.
Reflexión: Si toda la poesía del mundo desapareciera tendríamos menos idiomas y menos cultura.
Volvamos otra vez a Santa Teresa de Jesús,
 “Vuestra soy, para vos nací. ¿Qué mandáis hacer de mí? Delante de mis ojos estáis mi Dios y soy Teresa de Jesús. ¿Y tú, mi Dios? ¿Yo…? Jesús de Teresa”.


Esta es la confianza que hay que tener con Dios. Esta es la amistad que hay que tener con Dios. Hay que querer sabiendo querer. Así lo hizo esta santa[i] (Ver nota al final sobre información de este cuadro, titulado “comunión de santa Teresa”)

4. LO DIFÍCIL QUE A VECES NOS HACEMOS
Vive y deja vivir, suele decir la sabiduría popular. La única manera de alimentar la alegría que entre todos necesitamos. Si lo hiciéramos bien tal vez o toda vez al ser difícil no sería tanto: aunque sea el arrojo de un sentimiento desordenado que no está puesto a punto. Por lo tanto no deja de ser un sentimiento de emoción arrastrando una ansiedad que nos suele hacer daño. Qué mala compañera de viaje es la ansiedad arrastrando esa clase de emociones. Hay que despertar a tiempo y meditar de no caer en ese desánimo que nos suele paralizar un poco. Los sentimientos encontrados no es ningún bien; más bien es un mal para el ser humano. Para sentirse bien hay que ser honesto con los sentimientos. Todos buscamos la felicidad, para que llegue hay que trabajarla mucho; pero se puede conseguir si vivimos la fe con la ayuda de Dios.
Señor, Señor nos hiciste para ti y que nuestro corazón no descanse hasta llegar a ti. Sobre el amor ama y haz lo que quieras; si el amor lo tenemos para Dios y Para los demás estás amando y a la vez perdonando. Disfruta de todo lo bueno que tiene la vida dentro de la lógica ya que tiene sus límites. Señor Jesús, dame un corazón nuevo hecho a imagen del tuyo, infunde un espíritu nuevo en el fondo de mi ser, que me mantenga abierto a Dios nuestro Padre y disponible, a aquellos que comparten conmigo el camino de la vida.
Todos tenemos que llevar la Cruz; Las cosas que decía Jesús crucificado en La Cruz.
El amor de Dios se expresa de un modo radical en la Cruz. Es ahí: en el crucificado donde encontramos el amor más grande, aquel que se entrega para la salvación de toda la humanidad. El corazón ocupa el centro de la Cruz porque en ella el Señor se dio por completo. Esa entrega nos anima a nosotros a impulsar, a responder con generosidad naciendo a la vida del amor verdadero. Así lo expresaba el Padre Dehón fundador de los Padres Reparadores del Corazón de Jesús.
Vivimos malos tiempos para la convivencia. El ser humano necesitamos una luz fuerte que ilumine el camino. Esa luz nos la proporciona si salimos al encuentro buscando a Cristo: Con Él conseguiremos esa luz para vivir un mundo mejor.
¿Quién puede ocultar la luz por la mañana si vemos que es de día? Y que nuestra lucha valga para ser testigo ante el mundo a través del amor con ese espíritu de fe que Dios nos ha dado. Y que seamos capaces de darle vida a la Iglesia y a nosotros mismos con esa fuerza edificando un mundo mejor. Todos queremos la paz y tener un verdadero amor al prójimo para que funcione todo como es debido.
Dejemos las ocurrencias que no nos llevan a ninguna parte y que suele llevarnos a no comprender al otro. Cada uno es como es y hay que aceptarlo respetándolo. Hagamos volar la imaginación hacia delante para conseguir aquello bueno que esperamos y que Dios nunca falla. El ser humano muchas veces es impaciente por falta de no tener paciencia. ¡Ay! La paciencia como es cuando no se tiene, nada se arregla, todo se pierde. Puede ser el dolor de un sentimiento que lloramos muchas veces, que bueno es llorar cuando reconocemos que no lo hemos hecho bien. Sólo Dios nos da la esperanza, Nos da la vida para seguir viviendo. Cuando estamos motivados se calma la paciencia.
Pero en cambio si persiste el dolor al no darle el derecho al olvido: es que lo hemos hecho mal ya que no hemos perdonado. La vida nos lo enseña muy bien. Tienes que tener valor para que tú mismo no te hagas daño. Si eres incapaz de no perdonar, agárrate a Dios que no te va a soltar, si personifica la fe serás persona para amar y perdonar.
Los grandes hombre generalmente son sencillos, gente buena, siempre saben perdonar por su bondad, por su humanidad, nacieron con esa gentileza de saber amar a Dios y a todos, esa es la perseverancia, saber perseverar.
Un Dios que te quiere sin medida, un Dios que se entrega, un Dios que se desborda, se regala, quiere entrar en tu corazón, no le cierres la puerta, que todo este Dios es misericordia.               
  Antonio Sánchez Cereceda




¿TERMINA LA EUCARISTIA EN EL TEMPLO?
   En la comunidad parroquial de la Alberca existe en su espiritualidad un gesto muy gastado, maltrecho y rutinario como la misa. Todos los albercanos creemos que ya sabemos y conocemos bastante sobre ella desde que hicimos las catequesis de la primera comunión. Día que las familias y los niños están convirtiendo en una fiesta costosa y “semipagana” de iniciación social. Pasado el acto no vuelven aparecer por la Iglesia.
 
 ¿Qué significa la misa para la mayoría de las familias albercanas? ¿Qué cuidado ponen en prepararse los padres cristianos para educar a los hijos en un misterio tan grande?
¿Cuál es la preocupación principal el día que hacen la primera comunión sus hijos? El banquete y los gastos de buscar el mejor hotel para presumir, los regalos para el niño /a, el qué dirán los demás si no van a la moda ultima, el que el niño no se acompleje porque la hacen sus amigos y compañeros y él no puede ser menos, etc. El celebrar una comida familiar y fraterna como Jesús en el Cenáculo trasmitiendo los valores evangélicos de Jesús a sus hijos.

  ¿Qué puede decirle a muchos la misa y la comunión de sus hijos al no ir ningún domingo a ella? Es muy triste y doloroso para un albercano, que os ama ver cómo hemos reducido este gesto de Jesús, que fue el más comprometido y revolucionario de todo su mensaje, no entendido, no comprendido, olvidado y no vivido como Jesús Resucitado se merece. El mayor gesto de amor de Jesús lo hemos transformado en un rito vació y carente de significado.

¿A qué le compromete este acto que llevó a Jesús a la cúspide de la entrega por todos nosotros? Muchas son las preguntas que me surgen al escribir estas líneas a la cofradía del Santísimo Sacramento de la Alberca.
   Para un cofrade, para un albercano que pide la primera comunión para su hijo y él no comulga, ni pisa la comunidad parroquial, no basta con saber qué es la Eucaristía en la vida de una personas. No basta con cumplir con un precepto dominical. No basta con acércanos a comulgar, no basta compasear a Jesús sacramentado los terceros domingos por la Iglesia…  El objetivo de una cofradía del Santísimo sacramento no termina en el templo. Ahí comienza, y desde allí se prolonga en la jornada diaria en la que cada cofrade debe interpretar su papel como miembro de la comunidad parroquial sirviendo a los hermanos, los que no vienen porque han perdido o abandonado la fe, los enfermos en su soledad, los emigrantes en su búsqueda de trabajo, etc.

   Hoy uno de los objetivos prioritarios de los cofrades debe ser la formación de los miembros de la familia albercana, mediante todos los medios a su alcance, la predicación del evangelio de la misericordia de Jesús. Tratando que la Eucaristía vuelva a ser el centro de la comunidad cristiana, donde nos encontramos, charlamos, nos saludamos, nos amamos, nos conocemos, donde compartimos los problemas de nuestra comunidad y nuestro pueblo. No vamos a oír misa, ni a cumplir una ley, vamos a vivir lo que somos una comunidad de vida y amor.

Ya va siendo hora que los albercanos terminemos con la misa espectáculo, la misa obligación, la misa tradición de nuestros abuelos, la misa silenciosa y de caras tristes y largas. Misas sin saludos, sin comunicación, sin alegría, sin gestos espontáneos, sin participación sincera, sin los niños pequeños y los jóvenes, animando el gesto de amor más grande de Jesús.
   Jesús, en cambio quiere una parroquia comunidad, un grupo de cristianos albercanos enamorados de Jesús y sus gestos de amor por los demás, una parroquia que vive y trasmite vida sobre todo a niños y jóvenes. Una comunidad pascual fraterna, servicial, humilde, sin nada para sí misma, solícita por los demás, sólo preocupada por los otros, sin nada que suene a miedo, a imposiciones, a autoritarismos, a extrema derecha, centro o izquierda.
   Una comunidad que quiere ser servicio a todos y dentro de “todo” a los más necesitados, que no necesita del lujo, de la riqueza, de tratamientos preferenciales; que no distingue entre rico y el pobre, que no teme ensuciarse con el pueblo, que no calla ante las injusticias, que no se esconde cuando otros se la juegan. Una comunidad que comprende el gesto más grande de amor de Jesús, esforzándose de no caer en la rutina.
   Si no es así la respuesta de Jesús es tajante: “No tienes nada que ver conmigo”. Podremos fabricar apariencias de comunidad parroquial, cofradías numerosas y cumplidoras, apariencias de cristianos, sacerdotes o pastores; pero el camino está trazado con rumbo claro: “como yo hice con vosotros, así vosotros debéis hacer”.
   Jesús exige a los cofrades y a la comunidad pascual de la Alberca una reforma interior y urgente. Reformarse es adquirir de nuevo la forma que se tuvo al comienzo. Jesús le dio una forma interna a su comunidad, la forma servidora de la humanidad, despojada de falsos poderes y riquezas, de sus apariencias, de todo modo altanero de pensar y actuar; capaz de vivir en un trato sencillo, sereno, libre; más preocupada de que de sus cuestiones internas; de rodillas como nos enseña el Papa Francisco ante el necesitado, emigrante, marginado, solitario, pobre, enfermo, angustiado, indefenso, oprimido…
   Al despojarnos totalmente de nosotros mismos para transformarnos en sirvientes de la familia humana, de todo ser humano, adquirimos la libertad que da amar como Jesús: libertad para dar, para hacer crecer, para construir comunidades cristianas misericordiosas.  De todo lo dicho descubrimos que participar en la Eucaristía, comulgar no es el gesto de niños inocentes e ingenuos o de personas que se refugian en el templo para cubrir su soledad afectiva…; es el gesto de hombres y mujeres valientes, arriesgados, heroicos, que se la juegan día a día para levantar a la comunidad caída y que se abre a la fuerza del Espíritu que nos da Jesús.
   Qué razón tenía los judíos al calificar a Jesús de “duro” en su lenguaje cuando habló de comer su cuerpo: Hoy los que lo seguimos lo comprendemos mejor: se nos pide libremente arrodillarnos ante el hermano cualquiera, para compartir una necesidad que nos repugna, en un gesto que nada nos reporta, quizá ni siquiera la palabra “gracias”.                                                                                     
Cosme Puerto Pascual O. P.


Un breve  resumen de un  jueves   que  relumbra más que  el sol, escribe Isaura Díaz Fiqueiredo
Alguno de los que tenemos los cincuenta y más, ¿ha podido olvidar que? TRES JUEVES HAY EN EL AÑO QUE RELUMBRAN MÁS QUE EL SOL:
JUEVES SANTO,
CORPUS CHRISTI
Y  JUEVES DE LA ASCENSIÓN

Uno de esos jueves ” Ascensión”, -Ahora pasado a domingo- ha sido hace unos días el 8 de mayo ¡hermoso mes de María!, Jueves Santo lo vivimos con la solemnidad de asistir al Oficio y Cena del Señor y solo nos queda éste Jueves, aunque lo pasen a domingo en algunas Comunidades, miraremos al cielo y recordaremos lejanos tiempos de comuniones, luego la solemne procesión acompañando al Señor por las calles del pueblo  o ciudad, todos radiantes con los vestidos de nuestra Primera Comunión, llenos de gozo, de felicidad, casi tan emocionante como el recibir a Jesús por primera vez. Quedaron atrás esos tiempos, pero siguen vivos en nosotros, son nuestros recuerdos, por eso no mueren.
Hoy queridos albercanos os hago una breve historia del comienzo de “esta gran Festividad Cristiana”, ojalá os guste y disfrutéis rememorando otros años, quizá también la infancia, aquella puericia que se nos ha ido entre las manos.
A finales del siglo XIII surgió en Lieja (Bélgica) un Movimiento Eucarístico, centrado en la Abadía de Cornillón, corría el año 1124 y en Lieja, Diócesis regida por el Obispo Albero, del Movimiento -Muy activo-, nace la Exposición  y Bendición con el Santísimo, el uso de las campanillas en el momento de elevación del Cuerpo y Sangre del Señor en la Santa Misa y “la Fiesta del Corpus Christi”
Santa Juliana de Mont Cornillón priora de la Abadía, fue una enviada de Dios para  propiciar esta Fiesta, Juliana queda muy jovencita huérfana y es educada por las monjas agustinas, Crece, hace profesión  religiosa y más tarde es Superiora  de su Comunidad. Pasa a la Casa del Padre un 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses.
Sintió una gran veneración al Santísimo Sacramento y desde siempre anheló tuviera una fiesta especial. Este deseo se dice haber intensificado por una visión que tuvo bajo apariencia de luna llena con una mancha negra, qué interpretó como ausencia de solemnidad. Monseñor se impresionó favorablemente, aunque no vivió para ver como el sínodo de 1246 ordena la celebración, suceden varios papas como Urbano IV; El Santo Padre Clemente V tomó muy en serio el tema que había dejado sin terminar su antecesor, y en un Concilio general de Viena 1311, se ordena la recopilación de leyes por Juan XXII, y así se extiende por toda la Iglesia. No se habla de procesiones como aspecto de la celebración, pero surgen Indulgencias a todos los que participen en ellas con verdadera fe .Finalmente el Concilio de Trento, declara que muy piadosa y religiosamente, fue introducida en la Iglesia de Dios, la costumbre que todos los años se celebre este excelso y venerable sacramento, con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos, atestiguando así los cristianos gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, ya que otra vez se hace presente la victoria y triunfo  sobre la muerte de la resurrección de Nuestro Señor Jesús.
Pero no todo fueron alegrías, hubo mucho rencor, como el que vivimos en estos difíciles momentos en todo el mundo; en Bélgica se celebra por primera vez esta festividad y en un pueblecito de Italia, al romper la hostia el sacerdote, grita un desaforado “Una tortilla pequeña de harina que se utiliza en la iglesia para acompañar el vino y que no haga daño”, en ese momento la Sagrada Forma comenzó a sangrar
Esta festividad es una celebración católica, y su sentido, renovación de la fe, y recordar la Resurrección de Jesucristo.
En la Edad Media la devoción era tan fuerte que muchos católicos revelaban haber visto hacer movimientos extrañas al sol y recibir favores durante la Consagración del Pan y Vino
Renovemos otra vez nuestra fe,  todos los que acompañemos a nuestros queridos albercanos en esta fiesta, adornan los balcones con las mejores galas, manteles, sabanas, pañuelos, alfombran las calles de jara, tomillo, romero, ”el aroma junto al incienso se eleva a los cielos, la fe adormecida despierta ante el paso del Señor” acompañado por niños felices e inquietos, vestidos con sus recién estrenadas galas de Primera Comunión, la Cofradía, las mozas luciendo el más hermoso traje, que no voy a repetir, ya que lo expuse en año anterior, no obstante es digno de hablar de él hojas y años
Un Corpus muy feliz, alegre y profundo, para todos, a buen seguro que nos veos y volveré a disfrutar de vuestra amabilidad. Gracias siempre.
Isaura Díaz de Figueiredo
Año del Señor, mayo de 2016


Bodas de Oro sacerdotales de dos paisanos dominicos.
En el mes de Abril, se han cumplido las bodas de oro sacerdotales de Cosme Puerto y se hubieran cumplido, las de Pablo Puerto, si estuviera entre nosotros, ya que en diciembre de 2010, inició las Bodas Eternas. Hacemos un pequeño homenaje a ambos, con un resumen del sermón de Cosme, para tal evento y de la entrada en el blog de Pedro Becerro, para recordar a Pablo:

+ HOMILIA BODAS DE ORO DE COSME PUERTO (Resumen)
   Queridos hermanos, familiares y amigos: En este día me quiero centrar en cuatro palabras: gracias, perdón, recuerdo y fuerza o fortaleza. Estas cuatro palabras resumen estos 50 años de mi sacerdocio como dominico:
   a) Gracias por estar junto a mí en esta tarde de acción de gracias en el Altar, a los pies de la Virgen de Atocha, donde he pasado muchos años de mi sacerdocio. Celebrar las bodas de oro sacerdotales, en el marco del Año Jubilar de la Misericordia y en el Jubileo Dominicano de los 800 Años, es una gracia especial del Señor, es un gran regalo de Dios y de Nuestro Padre S. Domingo.
   b) Perdón es la segunda palabra que siempre tiene que estar en la boca de un sacerdote de bien y sobre todo en la boca de un cristiano. Los únicos que no tienen pecados son Jesucristo y la Virgen María. Todos los demás que estamos aquí, tenemos fallos, tenemos pecados.
      c) Recuerdo de los ya fallecidos. Hace 50 años me ordene y me acompañaban muchas personas que hoy no están aquí. Tantos que hoy no están aquí físicamente, pero sí que están. Nuestra fe nos dice que sí que están presentes entre nosotros. Por eso, recuerdo, a tantas personas que han estado y que ya no están físicamente.
   d) Fuerza o fortaleza con ella enlazo con la cuarta palabra. Fortaleza para vivir lo que me queda.
Por eso, lleno de confianza, hago mías las palabras de Pablo a Timoteo: «Estoy seguro de que Dios que comenzó en mí una obra tan buena, la llevará a feliz término para el día en que Cristo Jesús se manifieste»  (Fl 1, 6).



    En memoria de Pablo Puerto O.P.
Esos que visten de blanco,
¿dime Señor quienes  son y de donde han salido?
Esos son los que ha salido de la gran tribulación y
sus ropas se ha lavado en la sangre del Cordero.
Ap, 7, 13-14
El pasado  3 de Abril,  hubiera celebrado Pablo sus bodas de Oro sacerdotales, si estuviera físicamente entre nosotros. No lo está, pero si lo está, en otra dimensión y yo así lo siento. Por eso a ti, Pablo que estás entre los que han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero, santificada sea tu memoria y con tu ejemplo no nos dejes caer en mezquindades.
         En algún rincón perdido tendré las crónicas que me enviaban tus hermanas Araceli, Trini y Faustina, que está contigo también, desde la República Dominicana, en donde diste un ejemplo casi heroico en defensa de aquella gente ¡Cómo te habrán echado de menos, ahora, con lo que está pasando allí!
         Pero a pesar de que los recuerdos materiales los tengo extraviados, no así los recuerdos en mi memoria, que están tan vivos como el primer día. La cita inicial, la he sacado de aquella Biblia de Jerusalén, que me regalaste allá por los 70 y la tengo como biblia de cabecera. Mi vida, ha ido trascurriendo paralela a la tuya, aunque sosegada y no con los sobresaltos de la tuya y cuando estabas con nosotros siempre me alegraba estar un rato contigo en tus escapadas desde tu querida República Dominicana, adonde querías siempre volver, a darle esperanza a tus queridos seguidores del Seybo, desde la emisora, que era tu altavoz,.
         Ahora que celebramos los 800 años de la Orden, seguro que estás con Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino,  San Alberto Magno, santa Catalina de Siena, y como no, con Montesinos, de las Casas, Victoria y los de la Escuela de Salamanca, y con toda la orden Dominicana triunfante,  con los de San Esteban, en donde se te recuerda con cariño, igual que en tu querida Alberca, en donde no sólo te recordamos, sino que te añoramos, con tantos que nos han precedido.
         Ruega por nosotros Pablo, para que seamos dignos de alcanzar un sitio entre los 144000 elegidos, con la vestidura reluciente, blanqueada en la sangre del Cordero.
Pedro Becerro Cereceda


Perlas eucarísticas
Torrente de gracia, torrente de luz
En la Eucaristía, Cristo es la Salud

Torrente de gracia, torrente de vida
En la Eucaristía, Cristo es la comida

Torrente de gracia, torrente de alegría
En la Eucaristía, Cristo es la energía

Torrente de gracia, torrente de paz
En la Eucaristía, Cristo es el pan

Torrente de gracia, torrente de sosiego
En la Eucaristía, Cristo es el consuelo

Torrente de gracia, torrente de esperanza
En la Eucaristía, Cristo es la abundancia

Torrente de gracia, torrente de bondad
En la Eucaristía, Cristo  es CARIDAD

Pedro Becerro Cereceda

Fragmento del sermón de Corpus, tomado del libro “Los riesgos de la palabra” de Luis Cencillo:
El primer signo de la vida pública de Jesús,  versó acerca del VINO en Caná. El signo culminante versó acerca del PAN y el acto final de su vida antes de entregarse al tormento, también: unió VINO y PAN en un signo de amistad y de entrega real y dinámica al hombre. Fue un acto de locura divina llevada del amor.
Dadme alguien que ame con locura y lo comprenderá, comprenderá que si se puede (y Dios lo puede y Cristo en Dios) hará lo imposible por entrañarse en cada uno de los que ama y le aman.

Thomas Merton en “Tiempos de Celebración”, pág. 216:
La obra de Dios es formar un cuerpo místico vivo, que será su Hijo, el Cristo Único, Cabeza y miembros, en quien todos los miembros comparten un solo Espíritu, una sola Filiación, y son “un solo Cristo”. Para ello, cada miembro debe pasar por una transformación mediante el Espíritu Santo, en las honduras de su ser, renovación que ha de verse desde muchos puntos de vista: renuncia, perdón, conversión, entrega de si, acción de gracias, como “Eucaristía


Pinceladas para un día del Corpus
¡Qué obstinada y vigorosa / Es la fe de los serranos!
Sonada y esplendorosa
Orgullosa. De albercanos.
Han alfombrado sus calles / Con tomillos y romeros
Y adornan con mil detalles
Atractivos. Postineros.
¡Y cuánta! ¡Cuánta pasión! / Rezos y tamborileros.
Y en el ambiente, emoción.
Capas. De Vistas. Manteos,…
-¡Niño, asomarse, está feo!
¡Qué viene la procesión!-
Colgaduras en balcones. / Bocacalles. En ventanas.
Altarcitos en rincones.
Y dónde quieras…Solanas.
Primarán sus tradiciones.
Hoy La Alberca es un Museo / Al aire libre y cristiano
Y emociona lo que veo
De pueblo tan soberano.
El aire remueve un paño / Tan ricamente bordado.
Que hay quienes dicen: ¡De antaño!
Y de uno a otros, ha pasado.
Las campanas más voltean. / Y el tamboril más y más.
Bajo palio, el Señor: ¡Vean!
Y las piadosas detrás.
Y en el atrio de la iglesia. / Ofrenda ceremonial
Reverencias. Suben. Bajan.
La escalinata. ¡A compás!
Sin darle nunca la espalda
A Jesús sacramental.
Un cohete solemniza. / -Se nota que eres serrano-
Y otra bomba ¿Atemoriza?
Fuego y pólvora. El Solano.
Corpus Cristi. Tradición. / Y entre capas y estandartes.
Hay que lucir los collares.
Las colchas,…Y en los altares
Esos santos de ocasión
Que se guardan.  Todo un arte
De familiar devoción.
                        -Isidro Barcala del Castillo-

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[i] Comunión de Santa Teresa, Museo Lázaro Galdiano, Madrid. Obra de Juan Martín Cabezalero, Nacido en Almadén, estudió con Juan Carreño de Miranda, pintor de corte del rey Carlos II de España. Cabezalero vivió en casa de su maestro hasta 1666.
Pocos trabajos de Cabezalero han sobrevivido hasta nuestros días. Su temprana muerte le impidió cristalizar un talento que se prometía fecundo. Antonio Palomino lamenta su fallecimiento, así como su modestia y carácter estudioso. Parece que practicó con éxito la pintura al fresco, pero nada de esto ha sobrevivido.
Su estilo estuvo determinado por su característico modelado a base de planos de luz y la influencia de la pintura flamenca, sobre todo su admiración por Anton Van Dyck y sus colores intensos: azules vibrantes, amarillos rojizos y blancos nacarados. La luz y suntuosidad de sus obras nos remiten a la escuela veneciana.
Buenos ejemplos de su técnica son el San Bruno en gloria (col. particular), hermosa obra de gran luminosidad, que parece mostrar cierta influencia de los modelos y esquemas de Herrera el Mozo; o sus cuatro grandes lienzos para la capilla de la Orden Tercera, tal vez su obra más ambiciosa y compleja. Sus últimas obras, como la Comunión de Santa Teresa del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, revelan una capacidad de monumentalidad y una condición escultórica en las figuras que auguraban un talento pictórico de primer orden.
Continuará en la octava, con la minerva y la asamblea de la cofradía el próximo 19-Jun

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