martes, 21 de abril de 2020


Sexta palabra:

TODO ESTÁ CUMPLIDO
Fr. Antonio Vázquez Fernández, O. de M. In memoriam

1.     Este año me ha tocado en suerte la penúltima y Sexta palabra, que me viene como anillo al dedo, por mi edad: “todo está cumplido” –consumatum est-. Permíteme que comience esta mi meditación en voz alta, diciéndoles que doy gracias al Señor y a quienes me han invitado, un año más a poder hacerlo, que lo más seguro es que también sea esta aquí, mi última palabra, en lugar de la penúltima.
Así comienza su comentario a la 6ª Palabra de Cristo en la Cruz, en el acto organizado por la Cofradía del Cristo del amor y de la Paz, celebrado en la Iglesia de San Juan de Sahagún, en Salamanca, en la Semana Santa de 2018

Imagen tomada del escrito que le dedica hoy Xavier Picaza

Ángel Ferreira, acaba de comunicarme, que ha muerto Fray Antonio. En ese acto, yo comenté la primera palabra, y curiosamente, Fructuoso Mangas Ramos, la 7ª, que también ha fallecido en estos días de sinsentido y desgobierno. Descansen en paz.
Fue para mí, un honor haber coincidido con Fray Antonio, en ese acto, en el que por cierto, me ragló la fotocopia de su meditación, que guardo como “oro en paño”, aunque curiosamente, no fui consciente de quien era, hasta un año después, por lo menos. Me explico: siempre he sido seguidor de C. G Jung y localicé un libro, cuya portada, incluyo aquí, que me pareció muy bueno. Es un libro ya descatalogado y por tanto, difícil de encontrar, aunque afortunadamente, si se encuentra en bibliotecas. Yo lo encontré en la del convento de San Esteban, de los dominicos, en Salamanca. Disfruté de su lectura y una vez identificado el autor, subí a verlo, no recuerdo cuando, a su convento, en la avenida de la Merced, hablé poco rato, con él y le pedí que me diera su bendición. El año pasado, estando de visita, en el monasterio de Poio, en Pontevedra, nos preguntaron, que de donde éramos y al decirle que de Salamanca, una sincronicidad, nos ligó con el P. Antonio Vázquez y el mercedario, que nos atendió, llamado Eduardo, nos encargó que le diéramos recuerdos. Pasé por el convento en septiembre, para saludarlo y darle “el recado”; pero no me oía nada. Sólo me dijo que estaba esperando que el Señor lo llamara… Descansa en paz, P. Antonio y ruega por nosotros.
Ahora podéis seguir meditando su 6ª palabra:


2. Dicho esto, me pareció que debería comenzar presentándola desde la trilogía de Juan, el evangelista-teólogo, el cual –como es bien sabido- prologa su Evangelio revelándonos que Jesús es Él mismo la Palabra eterna del Padre, que se hace historia y palabra nuestra: actuando la Virgen María como la “traductora” humana, al proporcionarle un cuerpo humando y enseñarle a hablar, como saben hacerlo todas las madres del mundo, proporcionándole cariñosamente los tres códigos: fonético, semántico y gramatical. En este sentido bien podríamos afirmar que en Jesús todo es palabra significativa y personal del “corazón”, ya cuando habla, ya cuando hace, de tal forma que siempre están de acuerdo su discurso y su conducta. A esto es a lo que llamamos justamente la autenticidad o veracidad personal de su sujeto, donde no hay trampa ni cartón.
3. Y es de notar que, en relación con la 3ª palabra, que es en el texto de Juan la primera, comienza con lo que se ha llamado el “testamento de Jesús en la Cruz”, dejándonos como Madre a su propia Madre, la Virgen María, para que ella siga diciéndonos: “haced lo que Él os diga”, como en las bodas de Caná. Pienso que no es casualidad que Juan haya puesto este signo milagroso de Jesús, al comienzo mismo del E, después del prólogo, haciéndolo coincidir con el momento final de Jesús en la Cruz.
4. De este modo, el “todo está cumplido o consumado”, representaría, a mi entender, la totalidad de su mensaje divino, como Palabra del Padre, en caracteres humanos, que ha sido su propia existencia histórica entre nosotros, esto es Él mismo, en su dimensión humana, y haciéndose así su propia vida el modelo de identificación para quienes hemos recibido el gran don de la Fe y deseamos seguirlo.
5. Es ahora, cuando podemos ya preguntarnos cada uno de nosotros, ¿Cómo puedo yo “apropiarme” de algún modo, esta sexta Palabra de Jesús en la Cruz, que me pueda ayudar a seguirlo mejor no solamente estos días de Semana santa, sino también en el resto de mi vida, teniendo en cuenta lo que el propio nos dijo: “nadie va al Padre sino por Mi”? O estas otras palabras: ¿cómo podré yo decir, al final de mis días, “gracias Señor, porque he tratado de ir construyendo mi existencia, siguiendo tus huellas?
6. Se suele citar mucho lo del poeta. “Caminante no hay camino: se hace camino al andar”, poniendo esto en contraste con la palabra de Jesús: “Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida”. Pienso que podríamos armonizar ambas citas, si admitimos que las realidades profundas son todas paradójicas, o así se nos muestran a los humanos. ¿Hay algo más paradójico  que nuestro Dios, uno y trino o Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre? ¿Es que cada uno de nosotros, hechos, según el Génesis, “a imagen de Dios”, ¿no somos también uno y trino (como resultado de una madre, de un padre y de nuestra propia singularidad, no sólo corporalmente, sino también a través de la educación)? El discurso de Jesús está pleno de “paradojas”: el que guarda su vida la pierde y el que la está perdiendo por los demás la está ganando”… la madurez cristiana es volver a nacer haciéndose niño, para entrar en el Reino… no infantilmente, sino con mucha madurez cristiana
         Por tanto nuestro particular camino, con minúscula HUMANO-DIVINO que vamos abriendo al andar de cada día, tiene que seguir EL CAMINO, que es Jesús. ¡No hay contradicción!
7. Ya San Agustín comenta muy genial y acertadamente: Jesús como palabra eterna del Padre es Verdad y Vida nuestra y al tomar carne humana de la Virgen María se hizo Camino. Pero podemos añadir, dentro de EL CAMINO, con mayúscula hay multitud de caminos que cada uno tiene que ir “construyendo” trabajosamente, según las capacidades personales y Vocaciones dentro de la Iglesia. Jesús le dedica varias parábolas, que hablan de “edificar”, además de otras que ponen el énfasis en saber “negociar” y a la vez, simplemente “reconocer”, “preferir” o incluso simplemente “esperar”. Yo destacaría también el saber VALORAR para saber RENUNCIAR a otras posibilidades y valores (Parábola de Jesús de quien encuentra un TESORO de Gran Valor, va y vende TODO para adquirirlo. Hasta aquí una “mini-parábola”, que me parece preciosa para cuando se trata de DISCERNIR una Vocación cristiana, como la vida religiosa, sacerdotal o matrimonial. Me refiero al que se propone construir una torre…
         Pero de lo que no podemos prescindir todos es de dos valores fundamentales la Verdad al servicio del Amor. VERDAD y AMOR son inseparables La VERDAD-del CORAZÓN…
         En resumen… “Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora, habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo” (Jn 13 1…)
          Jesús había dicho: el que quiera seguirme, que se niegue a si-mismo, tome su cruz y me siga… Mi mandamiento nuevo es que os améis como yo os he amado.
         Y termino “simplificando” todo lo anteriormente dicho: Se dice de Jesús, en los Hechos de los Apóstoles: “Pasó haciendo el bien”- ¿Qué bello sería, hermanas y hermanos, amigos este epitafio para cada uno de nosotros: María Luisa, María del Mar,
María Ángeles,… Manuel, Ignacio, José Manuel, Antonio… Emilio… sencillamente “pasó por el mundo haciendo el bien”?. Gracias por haberme soportado. Pienso que es también mi despedida.

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