viernes, 24 de abril de 2020


No tiene explicación ¿O sí?

El mundo cuántico, en su naturaleza más íntima, muestra que el gran diseño que regula el universo en su conjunto es en realidad una danza infinita en la que todas las partículas que constituyen la propia materia están mutuamente sincronizadas y armonizadas en un continuum que va más allá del tiempo y del espacio
Sincronicidad, de Massimo Teodorani, pág. 8



La fotografía, que pongo aquí, ha circulado por wasap a partir del segundo domingo de Pascua. Esta cita, continua más abajo.
Voy a comenzar por plantear un sencillo problema, de probabilidad, que se podría poner a un chico o chica de 4º de ESO: ¿Cuál es la probabilidad de que aparezca un arco iris de un cuarto de hora de duración, en un determinado lugar y que una persona, lo fotografíe?
Si todos los días fueran soleados. La probabilidad sería nula. Para que haya arco iris, es necesario, que haya lluvia y para que haya lluvia, es necesario que haya nubes; por tanto el problema se complica. Para que haya arco iris, tiene que aparecer el sol, en el momento de la lluvia. Y para que alguien saque una fotografía, del sitio preciso, se necesita que el observador tenga la cámara disponible, justo en ese sitio y a esa hora… Si recordamos de nuestros tiempos de estudiantes, que la probabilidad es el número de casos favorables, dividido entre los casos posibles, nos damos cuenta que los casos posibles, según el racionamiento anterior, crecen a medida que vamos analizando la situación. Si además imponemos, que sea el segundo domingo de pascua y que el arco iris, se refleje sobre una determinada escultura, la cosa se complica. El resultado será menor, que la probabilidad de que nos toque el premio gordo de la lotería, de un décimo comprado en Calatayud, por donde pasamos, tal vez una vez en la vida.
Pero la foto aquí está. ¿Qué ha sucedido? Volvamos a analizar la situación: El domingo de la Misericordia, aparece un arco iris, que cae sobre la estatua del Sagrado Corazón, en el Cerro de los Ángeles, en Getafe, Madrid, España, y alguien hace la foto, en el momento justo. Tres minutos antes, o tres minutos después, ya no habría tal meteoro, en ese lugar.
Esto es sencillamente, lo que hemos dado en llamar “Sincronicidad”. La cosa se complica, si, además este año, hay una gran tribulación que nos asusta y nuestra mente, asocia el arco iris, como una señal, universal de intervención de la Providencia Divina. Así ocurrió cuando en el relato bíblico del  Diluvio Universal, se anunció a Noé y a los integrantes del Arca, que aquello había terminado. Yo particularmente creo que esto es otro aviso. Además ese día en varios sitios más se produjeron otras sincronicidades parecidas. En YouTube hay testimonios. En Brasil, apareció dentro de la iglesia y alrededor del cuadro de la Misericordia, otro arco iris, en otro lugar de Brasil, se encendió una vela, espontáneamente, después de la  consagración de la misa y hay más, si buscamos… y ahora continúo la cita inicial:

La matriz de nuestra realidad es espiritual; asimismo nuestra realidad también es producto de cómo nosotros podamos y queramos crearla, desde el momento en que los mismos acontecimientos sincronísticos parecen recordarnos que no somos observadores pasivos de un frio universo que funciona como un reloj, sino también actores de la creación.
Sincronicidad, Massimo Teodorani, pág. 8

Este  tema a mí me apasiona y estoy leyendo un libro sumamente interesante e instructivo, al que pertenecen las citas anteriores, en el que leemos, una definición básica: “La coincidencia del estado psíquico del observador con un acontecimiento externo y objetivo simultáneo, y que está directamente relacionado con el estado o contenido psíquico sin que exista evidencia alguna de conexión causal entre el estado psíquico y el suceso externo y donde, considerando la relatividad física del espacio y del tiempo, una tal conexión no es mínimamente concebible. Este tipo de coincidencia da lugar a la sincronicidad más común y extendida” Pág. 25
Yo pienso en el Padre Eterno, y lo identifico con lo que afirma más adelante Mássimo Teodorani, el autor del libro; pero por no cansarme yo y cansaros a vosotros (léase también vosotras) lo dejo para una próxima entrada.
Y  por cierto, antes de terminar, si os interesa esto, en Septiembre de 2017, tengo varias entradas, sobre este tema, comentando el libro “Sincronicidad. Puente entre mente y materia” de F. David Peat. Es un libro interesante; pero es más complicado que este de Massimo Teodorani. La ventaja es que está disponible en PDF, o al menos estaba ese año. Este de Massimo, de la editorial Sirio, no lo he visto en ese formato. Lo tengo en papel; pero no vale mucho y es un gran libro.

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