jueves, 25 de julio de 2019


Yo estuve en clase, con Domingo de Soto

“Qui scit Sotum, scit totum” (quien conoce la obra de Soto, lo sabe todo)
Se decía en la Universidad de Salamanca en el Siglo XVI



Ego sum Petrus Vitulus, albercanensis. Me veo a mi mismo hablando en latín, dirigiéndome a la clase de vísperas de un joven profesor, que llaman Soto. Por el camino me encuentro con otro compañero y comentamos los sucesos que han ocurrido hace unos días, con la boda del príncipe Don Felipe e Isabel de Portugal. Yo no asistí, pues tenía que estudiar algo relacionado con unos bichos que viven debajo de la tierra 17 años y que al salir en pocos días mueren. Hoy lo va a explicar Soto.
Mi amigo me cuenta que el que va a ser rey se impresionó mucho con lo que dijo Domingo de Soto en la boda. Estamos en noviembre de 1543 y aunque todavía luce el sol por la tarde, por la mañana, suele haber una niebla, que sube del Tormes, que te hiela los huesos. ¡Que suerte tenemos que las clases de Soto sean vísperas! Si fueran  primas, yo creo que no vendría, y además solemos ir a las tabernas por la noche, jugar a las cartas y algunas veces, “de picos pardos”, me dice mi amigo, con una sonrisa pícara. Yo le replico que si a mí me hubiera tocado clase de prima, no faltaría y más si la da Soto. Ya sabes: “Qui scit Sotum, escit totum” y pienso en mis padres, que desde La Alberca, aconsejados por los frailes dominicos de la Peña de Francia, me enviaron a estudiar a esta prestigiosa Universidad y no a irme de “picos pardos”, aunque la verdad, bien me gusta, ir a comer el hornazo, el lunes de aguas y ver venir en las barcas a “las de los picos”.
Y sin darnos cuenta, llegamos a clase y nos acomodamos en unos asientos, más bien de atrás, pues tememos que Fray Domingo nos haga alguna interpelación.
Comienza con la señal de la cruz, “In nomine Patri et Filio et Spiritu Santo” y a continuación: “Veni Creator Spiritus,
Mentes tuorum visita,
Imple superna gratia,
Quae tu creasti, pectora.

Y comienza la clase:”Hodie leccio est supra Magicicada  septendecín… Esta cigarra vive como ninfa bajo tierra y se alimenta de la savia que succiona  de las raíces de los árboles. Se pasa en ese estado 17 años  (hace hincapié Soto en que observemos que 17 es un número primo) y luego sale a la superficie para convertirse en insecto adulto, etapa que tan solo dura unos  días, durante los cuales se reproduce y finalmente muere. Soto, se entusiasma y exclama ¡Te Deum laudamus, porque te has preocupado por hacer las cosas perfectas!. Entre los enemigos de la cigarra adulta existe un parásito cuyo ciclo vital es de dos años, coincidiendo cada dos, cuatro, ocho… años. Lo mismo sucedería con otros múltiplos cualesquiera. Pero si el ciclo vital es un número primo lo suficientemente alto, como es el caso de 17, el parásito y la cigarra sólo pueden coincidir cada 34 años, que es el primer múltiplo de 17. En el hipotético caso de que el ciclo vital del parásito fuera de 16 años, la probabilidad de encontrase tendría lugar cada 16.17 =272 años…

En ese momento sonó el teléfono, me levanto malhumorado y al descolgar, me dice: Hola Sr. Pedro somos de Vodafune Telecom… Váyanse a… la playa, les digo y al regresar a mi sillón, me encuentro el libro “El Misterio de los números primos” de National Geographic, abierto por la página 20 y un poco más allá el folleto de Mª del Pilar Cuesta:Domingo de Soto, estudio crítico.



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