jueves, 9 de mayo de 2019


Un sagrario en Sevilla

Esas fotos que te envío son como ves de un sagrario.
Información enviada por Carmen en un correo electrónico



“El sagrario está debajo de la escalera principal del palacio arzobispal (familiarmente allí le decimos la escalera bonita, porque merece ese adjetivo) por ella subió S. Juan Pablo II cuando estuvo en Sevilla.
         Lo que hoy es el Oratorio (ese sagrario) era una mazmorra, se supone que para castigar a los sacerdotes malos. Estaba llena de ladrillos, escombros… Cuando yo comencé allí mi voluntariado (hace 15 años) así estaba. Pero D. Carlos, el cardenal Amigo Vallejo, sobre todo el hermano Pablo, su secretario, puso allí el Sagrario.

Como nadie se encargaba del recinto, comencé yo a cuidarlo. Puse esos mantelitos. Cada tiempo litúrgico lo adorno con las flores adecuadas. Ahí lo verás en Navidad con las flores propias, en Pascua de Resurrección con esas calas de aquí de nuestro jardín y en verano cuando no puedo ir he encargado unas espigas naturales, cogidas del campo y quedan bien.
Está en la planta baja, cualquiera que tenga que hacer alguna gestión en el arzobispado puede  visitar al Señor y por supuesto las personas que allí trabajamos.

Para mí es un gran regalo, una gracia inmensa de Dios. Cada vez que tengo que moverme para una gestión con otro departamento o recoger la correspondencia, me paso a visitar al Señor y aprovecho a decirle muchas cosas, darle gracias, pedirle… A veces cuando en mi tarea me veo en algún apuro miro apara abajo, pues está justo debajo y le digo que me eche una mano y nunca me falla. Doy gracias a Dios por este regalo”.

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