martes, 29 de agosto de 2017

La sincronicidad, da que pensar

Las sincronicidades tienen su origen en combinaciones de sucesos mentales y físicos que producen, para el que las experimenta, un fuerte sentido del significado. Este significado se encuentra en la singularidad misma de la conjunción y en el orden universal que está más allá de ella.

F. David Peat en “Sincronicidad, puente entre mente y materia”, pág. 63


Uno que se ha criado, ha vivido y sigue viviendo en un ambiente religioso y cristiano, al pensar sobre estos temas y al leer el último párrafo de la entrada de ayer, no puede menos que pensar que detrás de esos patrones, está Dios. Lo que pasa es que el concepto que tenemos de Dios es muy reducido, ninguna religión ha llegado a comprenderlo plenamente, como no puede ser de otra manera. Tal vez sólo los místicos, por la “vía apofática”, han llegado a intuir algo, igual que me está pasando a mí con esto de la sincronicidad. Es como estar en una habitación oscura, que tiene una claraboya, por la que se ve, sin telescopio, por supuesto, un trozo de cielo nocturno y con ello quiero comprender el universo.
Triste es la situación actual de la “Tierra de María Santísima”, en la que se está sustituyendo al Dios, comprendido, aunque sea imparcialmente por los que nos denominamos cristianos, y ahora prácticamente desterrado de nuestra cultura y claro pasa lo que pasa. Mientras escribía esto me llega un mensaje de whatsapp, en el que se dice que una imagen de una diosa hindú, ha sido introducida en una iglesia y se le ha cantado la salve. A mi particularmente este hecho aislado no me preocupa; pero si me preocupa, porqué se ha producido. Me explico:
La cita del principio de esta entrada está al principio del capítulo 4, Patrones de la mente y de la materia del citado libro. Es un capítulo, complicado por los conceptos de física y psicología que en él se intentan explicar. Uno de esos conceptos es el de Inconsciente colectivo. No voy ahora a entrar en este tema,  a no ser de una forma superficial. Uno que es un “vicioso” de los libros, inmediatamente al llegar a este punto y leerlo, me he acordado de libros que tengo sobre este apasionante tema y me he puesto a buscar libros sobre el mismo. He encontrado el libro “Arquetipos e inconsciente colectivo” de C.G. Jung y nada más abrirlo ¡Oh sincronicidad!, aparece en la página 114 la siguiente frase: “Siempre que el hombre deja de contar con el espíritu de Dios, aparece un sustituto inconsciente”. Ya lo decían en el oráculo de Delfos: “Llamado o no llamado, Dios acude”. Creo que fue Chesterton el que dijo “Si el hombre deja de creer en Dios, cree en cualquier cosa”. Y así estamos, en España, hemos dejado de creer en María Santísima y tenemos que creer en diosas hindúes y hasta le cantamos la salve.
El misterio de la vida y de la muerte, no se resuelve con estos folclores. Sintámonos humildes ante el Misterio, ante la Mano Poderosa, que decía la analfabeta María de mi pueblo y recemos al Dios que siempre hemos conocido “Prestes fidei suplementum sensuum defectui”, que la fe complemente al entendimiento. Dios se manifestará en forma de sincronicidad, o de otra manera; pero Él acude, a pesar de querer evidencias, como me pasa a mí al “devanarme la cabeza” con estos temas; que por otra parte tampoco está mal. Si Santo Tomás de Aquino, no se hubiera devanado la cabeza, no tendríamos la “Suma Teológica”, aunque cuentan que al final de su vida, percibió que a Dios hay que sentirlo, no definirlo, pues es una tarea como la del niño-ángel de San Agustín.

Mañana, seguiré, si Él quiere, con la sincronicidad.

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