viernes, 7 de noviembre de 2025

 

Dios y los números irracionales

Dios no sólo es un enigma, es una sombra que se mueve siguiendo nuestros pasos y que jamás podemos atrapar. Cuando más pensamos sobre su existencia, más se aleja de nosotros. Permanece en silencio, ausente en las grandes tragedias de la humanidad, sin detener la mano de los criminales que provocan el mal. 3ª de ABC publicado  el 5 de noviembre de 2025 de Pedro García Cuartango,

Estas dos fotografías (tomadas de internet) tiene mucho en común 

   Seguimos con otro fragmento del artículo: “Soy muy consciente de que los creyentes argumentaran que el único camino para escuchar la voz de Dios es la fe. Y explicarán la existencia del mal por el libre albedrío de los seres humanos. No puedo rebatir estas afirmaciones. La fe es una apuesta, una opción personal, tan razonable como el ateísmo o el agnosticismo.

  Abro paréntesis: hay una frase en el hermoso cántico eucarístico “Tantum ergo, dentro del Pange lingua” que dice en latín “Prestet fides suplementum, sensuum defectui”, que significa: ¡Que la fe, complete, lo que la razón no alcanza! Nada más y nada menos. Cierro paréntesis.

   Y a lo que iba: Hace tiempo que le vengo dando vueltas a esto. : ¿Por qué los números irracionales, que tienen infinitos decimales, y son tan escurridizos? Si recordáis, los números se clasifican en naturales, enteros, racionales e irracionales, estos son los Reales y cada número está representado por un punto en la recta, que no tiene principio ni fin. Luego están los complejos; pero no os asustéis, voy a escribir poco de matemáticas.

  Pues bien. Si os habéis asomado, por poco que sea al mundo de las matemáticas, os habréis maravillado por lo que allí se encuentra y que números como Pi, que descubrimos en la escuela primaria, el número aúreo, la sucesión de Fibonacci, con la que está relacionado, el número e, base de los logaritmos neperianos, por poner algún ejemplo, nos abren a un mundo de maravillas, en la que Alicia  se sorprendería más que en su “país”.

   ¿Y que tiene esto que ver con Dios? Ahora lo explico, fijándome en un sencillo número, la raíz de dos, que es un número irracional. Tiene por tanto infinitos decimales. Decíamos unas líneas más arriba que estos números están en la recta, es decir que cada punto de la recta representa un número, luego este no va a ser una excepción, comprobable con un sencillo experimento: si trazamos una recta, la numeramos,,-2,-1,0,1,2…. y sobre el segmento [0,1] construimos un cuadrado, trazamos la diagonal y de paso recordando el teorema de Pitágoras hallamos que la diagonal vale raíz de dos y finalmente cogemos un compás, “pinchamos” en cero y situamos la punta en el vértice opuesto, por tanto la abertura es precisamente la raíz de 2. Ahora lo giramos hacia la derecha hasta llegar a la recta, luego la raíz de 2 está en ella.

   Ahora vamos a buscar ese punto, total, no va a ser difícil, está entre 0 y 1 y afinando un poco más entre1,4 y 1,5 seguimos afinando entre 1,41 y 1,42, seguimos afinando: entre 1,414 y 1,415 y así ¿Hasta cuándo? Cuando yo era profesor le decía en broma a mis alumnos ¡Si vais al infierno, por no saber matemáticas, estaréis toda la eternidad, haciendo esto; pero luego le decía que Dios es bueno y lo único que les podría ocurrir es que tuvieran que examinarse en septiembre.

  Ahora os pido que nos fijemos en lo escrito en la nota de entrada, que aquí reproduzco: Dios no sólo es un enigma, es una sombra que se mueve siguiendo nuestros pasos y que jamás podemos atrapar.

  Este sencillo ejemplo nos da una idea, burda, si queréis de ello; pero yo añado. Si sé que está ¿Por qué me preocupo tanto de  encontrarlo exactamente? La diagonal del cuadrado la aproximo con pocos decimales y me sirve. Y a Dios le digo Padre nuestro que estás en el infinito, acércate tú, que puedes a mí que soy finito y no puedo acercarme a ti.

  Y termino con una sincronicidad, que me ha ocurrido hoy: abro YouTube tuve y sin buscarlo me he encontrado con este vídeo, en el que el autor presenta un libro sobre la Divinidad de Jesucristo, desde un punto de vista científico. Hace pocos años este autor, José Carlos González-Hurtado presentó el libro Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios, en el que en el prólogo podemos leer el epitafio de la tumba del gran matemático Riemann “Para los que aman a Dios, todo es para bien” (Rm 8,28)

No hay comentarios:

Publicar un comentario