domingo, 26 de mayo de 2024

 El camino del despertar (2)

La importante no es encontrar respuestas a las viejas preguntas, sino aprender a hacernos nuevas preguntas, que nunca nos habíamos hecho.  Albert Einstein, citado en la pág. 67 de este libro.



Terminamos en la entrada anterior en el capítulo 5: "Puertas que abren mundos", que recordamos son tres y que la primera nos pone en contacto con nuestro cuerpo. Recuerdo un amigo, catedrático de latín, que un día me explico, lo que significa la palabra desquiciado y que tal vez, como me pasaba a mi, no había reparado en ello. Es "solo" fuera de quicio. ¿Que es el quicio?, si conocéis algún pueblo, en algunas puertas viejas, todavía puede verse alguna piedra con un agujero central, bien visible, en donde se asienta el quicio, de la puerta. Si ese quicio está fuera del agujero, decimos que la puerta está desquiciada. Lo mismo nos sucede a las personas.

En el capítulo 6, titulado precisamente No pierdas tu centro, con el subtítulo "Si caes, cae con estilo", M. A. Puig nos lo explica: El quicio o centro de gravedad es, cito de la pág. 70: "En nuestro cuerpo existe un centro que, aunque es físico tiene una cualidad energética. Los japoneses lo denominan "Hara" y lo sitúan unos centímetros por debajo del ombligo... Desde el punto de vista médico, el Hara se situaría en el plexo solar, que es donde se juntan las fibras del sistema nervioso simpático con las del sistema nervioso parasimpático, las cuales envían y reciben información de nuestro segundo cerebro. Según estudios recientes hay otros cerebros, además del intracraneal: uno de ellos es el aparato digestivo, segundo cerebro, como lo bautizó Michel D. Gerson, jefe de Gastroenterología en la Universidad de Columbia, en Nueva York que afirma: "Más allá del ombligo" existe un segundo cerebro, capaz de dar órdenes al primero, ... el intracraneal"

Y volvemos al "Hara", al quicio, al centro, que si estamos centrados hará que seamos como una montaña, impasible a los vientos y a las tempestades: y digo yo, aquello de Santa Teresa, nada te turbe...

Por desgracia ¡Que pocas persona están centradas!, el que no cojea del bazo, cojea del espinazo, decían en mi pueblo; pero eso no es óbice para no buscar el centro y atravesar el primer umbral, al que aludimos en el anterior capítulo, que nos conecta con el cuerpo. 

Para ello aparece el capítulo 7º, titulado El "Hara", el cerebro-intestino y el alma del microcosmo, cuyo subtítulo es "Si no tenemos tiempo para nuestra salud, tendremos que hacer tiempo para la enfermedad"

Es el capítulo más largo del libro y nos habla de la microbiota, lo que la altera, cómo debemos educar al sistema inmune. Habla del "ejército" que nos defiende  de ciertos tipos de bacterias, y virus causantes de enfermedades y atacar a tumores que se generan de vez en cuando en el organismo y añade: "La reacción de ese "ejército" que nos protege puede ser adecuada o excesiva... Por eso, mantener dicha reacción ajustada en intensidad, duración y localización es esencial.Sin embargo esto no es nada fácil y con frecuencia vemos lo que se denomina un "cuadro de inflamación crónica de bajo grado", que indica... que nuestro sistema  inmune se "ha pasado de la raya..." Y en la siguiente página leemos: "La inflamación crónica no sólo está detrás de la aparición de tumores malignos o de la patología cardiovascular, sino que puede estar en el origen de enfermedades degenerativa, como el parkinson, la esquizofrenia, esclerosis múltiple o Alzheimer..." y en la página siguiente nos recomienda para controlar esta inflamación:

  • Evitar azúcares, carbohidratos simples, grasas saturadas, algunos aceites y pobre relación omega 3/omega 6
  • Balance adecuado de la flora intestinal en la microbiota
  • Vigilar nuestra sensibilidad al gluten
  • Evitar el tabaco y el alcohol
  • Vigilar el estrés
  • Hacer del descanso nocturno una prioridad en nuestra vida
 A continuación da unas pautas sobre el sistema cardiovascular, el cáncer, la diabetes y la patología neurológica

 En este largo capítulo se nos habla también de dos cerebros que se comunican, mediante el nervio vago y de la importancia de la serotonina y no es fácil tomar lo más importante de estas  densas 18 páginas. No canso al lector/a más y termino, recopilando la recomendación que hace en la página 103 sobre el mindfulness y todo aquello que nos ayude a reconectar con nuestro Ser y añado  el siguiente párrafo de esta misma página:  repasando lo que hemos visto sobre "nuestro camino del Héroe,...a través de una conexión profunda con nuestro cuerpo, la microbiota puede considerarse, en su conjunto y por derecho propio, un órgano más del cuerpo, al ser responsable de:

  1. La regulación de la respuesta inflamatoria
  2. La regulación de la permeabilidad intestinal
  3. La regulación del funcionamiento del cerebro y los estados de ánimo.
Y hasta aquí  el comentario. Sólo añadir que me han escrito algunas personas, entendidas, diciéndome que el cerebro es un enigma y que poco se sabe de él, así que ya no se consideran las "dos mentes" afincadas en ambos hemisferios. Sea como sea, yo me limito a seguir el guión que me marca el libro, pues soy ignorante en estos temas. Os invito a ver Este vídeo


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