domingo, 1 de abril de 2018


Una curiosa sucesión

Sea la sucesión dada por recurrencia, tal que a1 = n, siendo n cualquier número natural y an= an-1/2, si an-1 es par y 3an-1+1, si an-1 es impar

Fotografía de Fructuoso Mangas

Desarrollar esta sucesión, no es difícil, para cualquier alumno atento de ESO; pero lo curioso, es que termina, siempre con un término que es igual a 1.
En el libro de Adrián Praeza,  Matemática ¿Estás ahí? se lee que es uno de los enigmas matemáticos y que muy pocos saben el secreto de porqué ocurre eso.

No somos el yo separado que se creía poderoso,
Sino la totalidad que fluye constantemente en las formas
y que se manifiesta también en esto que llamamos “yo”.
Enrique Martínez Lozano en el artículo:


Cuando yo estudiaba, comentaban de un alumno, que se había inventado en un examen la respuesta a la pregunta “El principio de incertidumbre de Heisenberg” y que el profesor comentó: este alumno no está ni aprobado ni suspenso, está loco. No sé si será esto cierto o no; pero alguien puede pensar de quien escribe esto algo parecido.
En efecto, trato de dar una explicación al sorprendente resultado de la sucesión expuesta más arriba. No es una explicación matemática, ni teológica, ni filosófica, ni poética, ni ¡qué sé yo!, tómenla como quieran. Simplemente reflexiono y lleno el tiempo y este folio con mis elucubraciones.
Y a lo que iba: resulta que, como dice E. M. Lozano en la cita, somos la totalidad que fluye, es decir la unidad, resultado de la trinidad más la humanidad, dando un rodeo desde un número impar, a otro par que se acerca poco a poco a la unidad, de la que ya no se sale, 1,4,2,1,4,2,1… Misterio del 3x+1, si x es impar y de x/2, si x es par.
Los números nos acercan al uno, principio de todo número, al uno se le suma el uno y al dos se suma el uno… y a n se le suma el uno y tenemos n+1 y así hasta el infinito, es decir, esta sencilla sucesión nos recuerda la infinitud de Dios.
¿A Dios por los números? Sí, ¿Por qué no? El mundo está lleno de misterios; aunque esos misterios, no nos acercan al Misterio; pero si nos lo hacen entrever de alguna manera. Yo pienso en los números irracionales, que sabemos que están, basta abatir con un compás, por ejemplo la diagonal de un cuadrado sobre una recta; pero encontrarlo es imposible. Igual que a Dios

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