jueves, 4 de diciembre de 2025

Comentario a Hch 2, 1-21


En los últimos días, dice Dios

concederé mi espíritu a todo mortal:

vuestros hijos y vuestras hijas

hablarán inspirados por mí;

vuestros jóvenes tendrán revelaciones

y vuestros ancianos

soñarán cosas extraordinarias.

 

A los que me sirven,

tanto hombres como mujeres,

otorgaré en aquellos días mi Espíritu,

y hablarán inspirados por mí.

 

Haré prodigios en el cielo

y milagros en la tierra:

sangre, fuego y vapor humeante.

 

Antes de que llegue el día del Señor,

grande y glorioso,

el sol se convertirá en tinieblas

y la luna en sangre.

 

Y todo el que invoque al Señor,

obtendrá la Salvación.



Hch 2 17-21

Más arriba, en Hch 2,14, Pedro toma la palabra y realiza un discurso, que termina con las palabras del profeta Joel citadas anteriormente

En nuestro grupo de Biblia, hace unos días hemos comentado este texto, ayudados con el libro La comunidad del resucitado y que al final de la reunión, nuestro monitor Paco, recalcó tres palabas claves:

·         Promesa: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo”

·        Permanencia: “Yo soy la vid y vosotros los sarmientos”

·        Proclamación: “Id y proclamad el evangelio”

Asimismo nos recomendó Paco, que intentáramos hacer las meditaciones de la página 36, en la que se nos invita a una meditación personal, suponiendo que hubiera venido Pedro a nuestro grupo y nos hubiera interpelado.

 En principio, me puse a escribir en una tarde parda y fría, como en la famosa poesía de A Machado, en la que los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Yo como un colegial, intentaba escribir; pero mi impresión era que no estaba haciendo bien los deberes y en ese estado de ánimo, me salieron unas reflexiones, un tanto pesimistas. Intentaba responder a esta pregunta del final de la citada página: ¿De qué manera descubrimos la presencia del Espíritu en nuestras vidas? ¿Cómo tratamos de discernir dónde y cómo se manifiesta?

Me disponía a contestar a esta pregunta; pero no lo hice, porque tenía que ir a una conferencia y se me hacía tarde. ¿A qué conferencia?

A una, que daba un profesor Jesuita, de nombre José Luís Bustos, con el título

El maestro está aquí y te llama

Ahí estaba la respuesta

No cabe duda, esa tarde se me manifestó a mí el Espíritu Santo. Me gustaría compartirla; peo no la tengo grabado; pero si tengo el guión de los ¡7 pasos 7! Para responderle, simplemente. Pensando en el prójimo, o sea haciendo el bien, es decir practicando la Caridad, orando con Fe y manteniendo la Esperanza. Y de esta manera se manifestó el Espíritu en mi vida y así contesto a la pregunta ¿De qué manera se manifiesta el espíritu en mi vida y cómo?

A continuación podéis seguir el guión y meditarlo



Si tenemos fe, oremos y el espíritu se manifestará, tal vez no como nuestra voluntad quiera; pero abandonados en la voluntad del Padre, seguiremos nuestra peregrinación en este mundo.

Tal vez no os habéis dado cuenta que el apartado 7 está inspirado  en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Asimismo a lo largo de la charla citó a místicos y santos, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, San Francisco, Santo Domingo de Guzmán… No vino San Pedro; pero vino el P. Bustos.