jueves, 28 de julio de 2022

 Dualidad de la luz-dualidad humana

 Y dijo Dios: Que haya luz y hubo luz”. Así comienza la Biblia la historia de la Creación. Al principio fue la luz. El Astrofísico Steven Weinber, describe el comienzo del universo como “una gran explosión” a partir de la radiación cósmica… “Al final de los tres primeros minutos, el universo contenía principalmente luz”…



Este es el título de un magnífico artículo, escrito por Ignacio Barcala Calvo, en el nº 143 de la revista Acontecimiento[1], de la fundación Enmanuel Mounier, en colaboración con el profesor de matemáticas Antonio Martín Barcala. Nacho se define en dicho artículo como profesor de religión; pero yo diría, que, si efectivamente ha sido profesor de Religión al que sus alumnos lo respetaban y querían, es mucho más, yo lo definiría como científico-teólogo-humanista y tal vez me quede corto y además es una buena persona, que practica aquello del “Gran teatro del mundo”, de Calderón: “Obrad bien, que Dios es Dios” y ya voy a intentar tomar unos apuntes, del citado artículo, que comienza con la cita inicial. A continuación hace una breve alusión a lo que es la luz desde distintos ámbitos y hace referencia a “los que viendo no ven”, en alusión a la parábola del buen samaritano.

 El primer apartado tiene por título TÚ (Y) YO, ONDA (Y) CORPÚSCULO. Comienza afirmando “La verdadera existencia humana es en relación. Para el ser humano el mundo es doble; como enseña Matín Buber, las palabras básicas que construyen la persona son pares de palabras: yo-tu, y no pueden pronunciarse una sino junto a otra. También la luz es dual por su propia naturaleza: onda-corpúsculo; las cosas que se comportan como ondas, se comportan también como corpúsculos…”, desarrolla esta idea a lo largo de la siguiente página, citando a científicos, como Huygens, Newton y Louis de Broglie. Hay una nota preciosa en medio de esta interpretación de Pierre Tehilard de Chardin: “quien intuyó el potencial Espiritual de la Materia; la capacidad de expansión de la materia para ascender hacia el espíritu a buscar sin tregua y a desear más allá, el más-allá-del-ser, el deseo infinito.”

El segundo apartado se titula LA PARTÍCULA ROTA, EL YO HECHO TU. Hace mención al Entrelazamiento cuántico y lo relaciona con el comportamiento humano “Y cada yo que se rompe se (en)carga, se hace cargo del tu en que se ha roto. El hombre (en)cargado del hombre; fuerzas de “electricidad humana” que crean un campo de acción. Un spin, giro aplicado en el sentido de la responsabilidad comunitaria del nosotros

Un subapartado de este bloque es el titulado El modelo de Feynman y la probabilidad del encuentro. Abro un paréntesis, Richard Feymanm es un físico contemporáneo. Todavía recuerdo en mi época de estudiante por los años 70 del pasado siglo, haber estudiado Física General por algún texto escrito por él. Cierro paréntesis. Pues bien, este subapartado comienza “El físico Richard Feymanm ideó un método para visualizar la dualidad onda-partícula… conocido con el nombre de “suma sobre historias posibles” y supone que una partícula, fotón, que va desde un punto a otro (desde la fuente de luz a un punto de incidencia con una superficie) no tiene porqué seguir un único camino, sino que lo hace a través de muchos caminos posibles… este modelo nos sugiere un modo de visualizar la dualidad humana yo-tu. El yo que busca, abierto al tú, no sigue un único camino, una “historia” sino que recorre todos los caminos posibles; “historias humanas”. Llamaremos función de onda humana a la expresión que nos determina el grado de dependencia de uno-para-el-otro…”

El tercer apartado se titula DE LA LUZ A LA VISIÓN, en el que explica el proceso de la visión desde el punto de vista de los clásicos, e inserta una bella cita de Goethe: “el ojo se forma en la luz, a fin de que la luz de fuera salga al encuentro de la luz de dentro”. Afirma a continuación: “La fisiología de la visión se aleja de las ideas de los filósofos, pero la metáfora da que pensar. Únicamente ve el corazón que se encuentra con el tú…”

Y finalmente termina con el subapartado Ver, caminos de conocimiento, en donde hace unas consideraciones fisiológicas y psicológicas, para terminar con la parábola del Buen Samaritano: “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó…” en la que muchos vieron; pero sólo uno “viendo aquel hombre sufriente“se movió a compasión”; la misericordia cura la ceguera. La mirada compasiva abre los ojos…”

El artículo está ilustrado con un bello dibujo de María Jesús Ramírez Niño, acompañada de un hermoso texto, titulado Alegoría de la luz.

Para terminar, os invito a leer el artículo entero, que tiene muchos matices, y “que da que pensar”, meditar y hasta dirigirnos al Padre Eterno, por distintos caminos, mediante la Virgen María, “Stella Matutina”, los santos, los ángeles, …

 [1] Dentro de poco tiempo, la fundación publicará un PDF, con el número completo de la revista. También puede obtenerse en dicha fundación en papel

No hay comentarios:

Publicar un comentario