viernes, 12 de noviembre de 2021

¿Cómo título yo esto?

En el Señor puse toda mi esperanza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor

Del salmo 40



Hace ya bastante tiempo, antes de la pandemia, compré un libro titulado “Ama tu caos” No recuero el autor y tanto me entusiasmó, que he llegado a amar “mi caos”; pero, me he dado cuenta, que no hay que amar más que a Dios y al prójimo, en donde se encierran los 8 mandamientos restantes. Así pues no creo que amar el caos, sea bueno; pero ¡ojo! Tampoco es malo, igual que el orden, que no es lo contrario al caos, como pueda parecer.

Pues bien todo esto lo escribo, porque de tanto “amar el caos”, no sé dónde está el dichoso libro, pues me vendría bien para las reflexiones que me vienen a la mente y me explico:

Anda uno, como ”mariposa de flor en flor”, es decir sumido en el caos y a veces te ves un poco asfixiado, deseando alcanzar un poco de orden; pero comprendes que para eliminar entropía, necesitas emplea mucha energía y sigues en el caos, lo cual como apuntaba antes, no es bueno ni malo, sino todo lo contrario, y te encuentras entre unos viejos papeles unas reflexiones, escritas, al ir terminando el confinamiento, es decir el 3 de junio de 2020, que al parecer fue la fiesta de la Virgen Blanca y de la Virgen del Camino, y viendo los desastres, que había entonces, debido a la pandemia y que no hacían más que empezar, pues siguen y seguirán, poco corregidos; pero si aumentados, escribía yo en esa hoja, dicho día a las 8.45 h. de la mañana:

Yo no voy a arreglar España, ni el mundo, aunque ponga mi granito de arena en ello” y luego prosigo con una breve meditación basada en el salmo 40:

En el Señor puse toda mi esperanza. Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor”. A continuación expresé “mi clamor”, que escrito está en la hoja; pero que no veo pertinente ponerlo aquí. Y continúo:

Otro salmo dice: “En mi angustia clamé al Señor, Él me libró”. Mi vida entonces (y ahora) se movía (y se mueve) entre la angustia y la esperanza; pero la esperanza ¿En qué? Sería interesante contestar sinceramente a la pregunta: ¿Volver a la vida de antes de la pandemia? Por ahora es imposible. ¿Vivir conviviendo con “todo lo nuevo que vendrá y la tribulación por venir”?. Esa es la verdadera esperanza y a la que tengo que aspirar, pues vendrán más tribulaciones y más engaños y como comencé a escribir en esta hoja: “Yo no voy a arreglar España, ni el mundo, aunque ponga mi granito de arena en ello”, por tanto vuelvo a mi clamor e instalarme en la súplica a la “Fuente de Creación Eterna” y a la Esperanza en un futuro, conforma a la voluntad de Dios”·. Y termina la hoja con la referencia a otro libro, concretamente al capítulo 6 del libro “Sincrodestino”; pero eso lo dejo para otro día, por no hacer tediosa esta entrada. Finalmente, a las 9.30 h. con el apunte: vida ordinaria.

Para terminar, cuando me decidí a publicar algo en el blog, tenía pensado escribir sobre un curioso teorema de matemáticas, en el que mi mente se ha entretenido y pensaba titularlo: ¿Sudokus o teoremas?, pues según dicen los entendidos es importante ejercitar la mente, para que no caigamos en ociosidad, que según nos decían en otros tiempos, “es la madre de todos los vicios”, y también para fomentar la neuroplasticidad del cerebro. Así pues, si mi caos no me lo impide, seguiremos, llenando el vacío de la existencia, con estas “cosillas”

No hay comentarios:

Publicar un comentario