Reflexión matinal
con una oración Inspirada en los salmos
Bajo
las alas divinas
Yo me
quiero cobijar.
Dame
tu amparo, Dios Bueno
Y líbrame
de todo mal.
Envía
a mi lado un ángel
Que me
pueda acompañar,
Me ayude
en este camino
Y encuentre
la claridad,
Que
amanezca un nuevo día
Y pueda
reinar la Paz,
Que pase
la noche oscura
Y vuelva
el sol a brillar.
Señor
en ti confío,
Tu luz
ilumina mi vida.
Eres
mi refugio y fortaleza.
La
salvación de todos los hombres.
Gracias
por tu amor y misericordia infinita.
Esta mañana del 30 de abril, IV
viernes de Pascua, buscamos la moneda, donde creemos que hay más luz, como en
el cuento de Nasrudin, sin darnos cuenta, que posiblemente, porque donde haya
más luz, no tiene por qué estar la moneda.
Esta mañana, me he encontrado con los versos
que he puesto al principio, que alguien, me los envió hace tiempo por correo
electrónico y que se lo agradezco profundamente. No sé quién es el autor o
autora; pero pide luz, buscar una farola. Tal vez lo propio, sea lo otro,
dirigirnos a la oscuridad de nuestro corazón, como apunta este vídeo, que acabo
de recibir por wasap.
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