Primera crónica
Vacío, es lo que siento, todo lo llena. Silencio es lo que oigo. No hay nadie. Todos duermen. Los pensamientos vienen, los pensamientos van. La sensación es de estar solo. La "realidad" no es así, pues el vacío está lleno y el silencio es sonoro, mientras que la soledad es el acompañamiento de la Presencia divina, que no siento; pero se que está. Ella me guía, como guió a la ballena, que llevó a Jonás a su destino.
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