lunes, 24 de agosto de 2015

Música “Homeopática”


Después del parón del verano, estoy pensando retomar el blog y no sé por dónde hacerlo. Hoy 24 de Agosto, me veo sumido en un estado triste y melancólico, en “tarde oscura” y abro el libro “Las noches oscuras del alma” de Thomas Moore, por donde lo dejé hace un mes, más o menos y leo en la página 300: “El adagio para cuerda de Samuel Barber es un pieza del siglo XX que evoca emociones melancólicas y describe la dinámica del dolor y el sufrimiento”.
Aquí está. Escuchen:
Habla también el autor del compositor John Dowland y de su obra “Semper Dowland Semper Dolens”, cuyo enlace de YouTube es:
Por supuesto habla también de la canción “Amazing Grace”,  de J. S. Bach con la Pasión según San Mateo, de, de Willie Nelson cantando Blue Skies y de Lighning Hopkins evocando blues con su guitarra. Estos son los enlaces respectivamente:
Termina el apartado con este párrafo: “[estos autores e intérpretes] son capaces de evocar imágenes de gran magnitud que vibran desde lo profundo de su inspiración. Así ofrecen un remedio homeopático y confieren una profunda dimensión a un estado depresivo personal y ordinario. Esa intensificación de la experiencia es en sí misma un paso en el proceso de sanación”
Naturalmente estos son unos ejemplos que cita Thomas Moore en este libro; pero la música tiene infinidad de obras, intérpretes y autores, que pueden ir en esta línea. A mí se me ocurre ahora algunos  obras de canto gregoriano, como el “Dies Irae”, los “Stábat Mater”, Las canciones populares españolas de postguerra, cantos religiosos, dedicados a la Pasión o a la Virgen de los Dolores, como la “Salve Mar de Penas”,  que se canta en el Viernes Santo y en su fiesta de Septiembre, en la Alberca (Salamanca) y que si no se pone remedio acabarán perdiéndose. Etc…
Y en eso estamos, profundizando en el alma, con estas melodías, que profundizan en ella, para un día renacer y que la luz de paso a la oscuridad; pero con paciencia, dejando a la tenue luz que poco a poco se vaya intensificando.