sábado, 2 de abril de 2016

El cuarto libro


… Suelta amarras,
Navega y aléjate del puerto seguro.
Atrapa los vientos alisios en tus velas.
MARK TWAIN

         Contaba en la anterior entrada, que entré en una librería y compré, cuatro libros por 10, euros, el que nombraba allí, ya lo leí, es una estupenda novela, que me ha deleitado la semana de pascua, los otros dos son “Sueños y discursos” de Francisco Quevedo, “Claves para interpretar el “I Ching”, de Gustavo Andrés Roco  ¿y el cuarto? Ayer comentaba este asunto con un amigo, con el que suelo pasear y no me acordaba del cuarto. Me he puesto a buscarlo y no había forma de encontrarlo. Sin buscarlo, al levantarme, de la silla, he puesto los ojos en el primer estante a la derecha y allí está. No digo el título, pues dicho, se acaba el misterio, como el famoso gato de Srödinguer. ¿Está vivo o está muerto?; por eso, no quiero mirar el décimo de lotería, después del sorteo. Antes de mirarlo, puede estar premiado y como la probabilidad de que  esté premiado es muy pequeña, cuando lo miro, (casi) siempre sale “número no premiado”. Poco a poco me estoy adentrando en el “pensamiento cuántico” y a propósito, el otro día en la “Posada del Silencio”, de la Asociación de alumnos de la escuela de Teología, escribía Isaura Díaz Figueiredo lo siguiente, después de hacer un brevísimo repaso a la teoría cuántica de las partículas: “Como seres humanos, nacimos para manifestar una vida de posibilidades infinitas. En cada paso del camino creas tu historia al decidir qué posibilidades exploras y construyes tu camino por medio de la acción. Tú eliges y creas tu propia experiencia al escoger entre las posibilidades…”. Genial, sencillamente genial y sencillo, sumamente sencillo.
         Un ejemplillo: escribes un correo, o un WhasApp, lo envías, y alguien se molesta o lo malinterpreta. ¿Qué hubiera ocurrido, si no lo hubieras escrito, o simplemente cambias una coma?
Construimos la realidad a partir de infinitas posibilidades, como muy bien señala Isaura; pero a veces queremos forzar esa realidad y nos olvidamos del famoso enunciado de Santa Teresa “Nada te turbe…”, perdiendo la fe en que algo o alguien, una “mano poderosa”, que decía la María analfabeta de mi pueblo, que está sobre nosotros y por eso, “la búsqueda del objeto, entorpece el encuentro”, como ha ocurrido con el “cuarto libro” y tengo escrito en otro lugar de este blog.
         Curiosamente ando leyendo un libro titulado “Inteligencia Cuántica” de Klaus Medicus, de Ed. Obelisco, del que he sacado la cita del principio y lo que he leído esta mañana, concuerda en parte con lo expresado por Isaura. No es la primera vez que me ocurre este fenómeno de “sincronicidad”, que desde la óptica de la fe, es el Espíritu Santo, que está “al quite”.
         Para terminar, no me resisto a trascribir lo que dice ese libro en la página 205: “En el mundo de nuestra inteligencia cuántica, la pura percepción y un ser consciente de lo que es en cada momento sustituyen al pensamiento, así como a la razón y a todo tipo de construcciones cuando hay problemas o enfermedades. Imagínese que vive en un estado de consciencia regido por pensamientos de plenitud… en ese incesante modo de crecimiento interior de sus células se desarrollan en usted nuevas conexiones neuronales, es decir nuevos pensamientos inteligentes, de este modo irradia una fuerza que le abre puertas…
         Todo lo que valoramos como  "problemas" se basa en principio en el rechazo a una situación que consideramos verdadera… cada deseo de cambio… desvía nuestra atención hacia lo que rechazamos…
         El primer paso importante consiste en salirnos por completo de la valoración de “bien” o “mal”… y de convicciones como “solución” y “curación”. En su lugar percibimos lo que aparece en nosotros como pensamientos, sentimientos o sensaciones corporales, ya que estos fenómenos concretos si existen. Si nos limitamos a este sencillo, pero al mismo tiempo muy preciso proceso de percepción, llegamos a un mundo de informaciones que podemos y debemos apreciar como indicaciones. De repente descubrimos en nosotros un sistema de navegación preciso que nos muestra el camino a nuestras capacidades… En la información en el ahora se nos manifiesta el universo. En cuanto nos abrimos a esta nueva dimensión y seguimos las indicaciones llenos de curiosidad, aparece, casi como “efecto secundario”, alegría y ligereza o circunstancias que en el mundo convencional vivimos como “solución” o “milagro”.”  

         Esas indicaciones nos facilitarán, la toma de decision para pasar de la “probabilidad” a la acción.

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